Pequeña Perdición

Capítulo XVIII

Alerta 🔥🔥🔥

Después del baño, Lin salió corriendo de la casa ya que se le había hecho tarde después de todo. Korra no pudo evitar reírse, algo que molestó a la mujer y la terminó culpando de todo.

Lin llegó casi a las nueve de la noche, totalmente agotada y con hambre, por lo que la chica le preparó una buena cena, sin olvidar el postre que tanto le gustaba.
Korra entró, encontrándose con Lin en pijamas y con los ojos cerrados, pero estaba segura que estaba despierta.
Los ojos verde se dejaron ver, —no tienes por qué molestarte tanto Korra.
—Pensé que habíamos hablado de eso.
Lin asintió sabiendo a lo que se refería la chica, —sí, lo sé, pero estamos descansando.
La menor le colocó la pequeña mesa a lado de sus piernas, —no requirió de mucho esfuerzo Lin, además Carole está dormida.
—¿Dormida? —preguntó confundida.
—Bueno, yo la convencí de irse a descansar, pero déjame decirte que no fue fácil —dijo sentándose al lado opuesto de la cama.
—Eso si es creíble, porque ella siempre espera hasta que yo llegue para dormirse.
—¿De verdad? —preguntó curiosa.
—Sí, ella hizo más soportable mi estadía aquí, la conozco bien. Tiene dos hija y un hijo, pero nada más vive con la niña menor, la cual debe tener aproximadamente la edad de Lía.
—¿Sabés? No pareces ser del tipo que te gustan los niños, pero a pesar de todo te llevas muy bien con ellos.
—No gustarme es incorrecto, lo correcto sería que no nací con la vocación de ser madre, porque no tengo una verdadera estabilidad emocional para tener a un niño que al final puede terminar odiandome porque le arruine la vida.
Korra la miraba con mucha atención, —eso lo entiendo, pero creo que serías una buena madre.
—¿Quieres que busque un hombre para que me embarace?
La sola idea hizo que Korra arrugara la cara, —¡no!
—¿Entonces? —preguntó sonriendo.
—Lo único que digo es que no eres mala con los niños... Y sí quieres tener un hijo no tengo...
Lin se rió a carcajadas, lo que hizo que la joven la mirara confundida y algo molesta, —no saltes a conclusiones inexactas Korra, no quiero tener hijos y obviamente con mis gustos eso no va a suceder, así que no te armes películas extrañas en tú cabeza.
—Haz estado con hombres en el pasado.
—Sólo estuve con un hombre Korra y no creo que me sienta así por otro —aclaró.
—¿Fue tan especial?
—¿Podemos cambiar de tema por favor?
Korra asintió, sabiendo que era de los temas que a la mujer no le gustaba tocar y cambiaban su ánimo por completo.
—¿Cómo te fue hoy?
Lin tomó su primer bocado, —todo estuvo bien, pero aún no estoy convencida de invertir tanto dinero.
—¿Por qué no?
—Tal vez sea la exageradamente buena información que me brindaron hoy lo que me hace dudar, igual mañana organizarán otra reunión y me mostrarán realmente cómo son las cosas, lo que obviamente luego será bien revisado por gente de mi entera confianza.
—No es tan fácil convencerla jefa Beifong.
Lin tomó de su jugo, —no puedo autorizar que se inyecte esa suma de capital sin verificar la rentabilidad de todo.
—¿Entonces mañana tendrás que irte?
Lin miró el rostro lleno de decepción de la joven, —sí, pero no será por mucho tiempo, te lo prometo.
—No tienes que apurarte por mí.
—No voy a demorar diez horas en una reunión Korra.
—Hoy demoraste mucho tiempo.
—Estaba verificando el funcionamiento de todo, pero te prometo que mañana vendré temprano, así que esperame despierta.
—Está bien, lo haré.
—Bien.
Lin siguió comiendo, hasta que sonó su celular, —¿quién puede ser a esta hora?
—Tal vez alguien importante —dijo en broma.
La mayor sacó su celular, viendo el identificador de llamadas, —es Lía.
—No me equivoque.
La mujer contestó rápidamente, colocando el celular en altavoz.
—Hola tía Lin.
—Hola cariño, ¿cómo estás?
—Bien, ¿está Korra contigo?
—Pensé que me llamabas a mí, pero gracias, yo también estoy bien.
—Sé que estás bien tía Lin, pero tengo algo muy importante que decirle a Korra.
Lin le entregó el celular a la morena, —hola Lía.
—Hola Korra, ¿adivina qué?
—No tengo esa habilidad, aún —dijo la castaña en broma.
—Mamá dijo que sí podíamos ir a acampar de verdad y quiero que tú vayas con nosotras.
Lin escuchó toda la conversación, comprobando lo bien que se llevaban ambas, pero se quedó callada, intentando no interrumpir nada. Al final Lin terminó de comer y Korra seguía hablando con la menor, por lo que la mayor le arrebató el celular, —escuchame bien pequeña, primero fuí yo, ¿de acuerdo?
Una risa se escuchó al otro lado de la línea, pero no era la de la niña, —eres como una niña Lin.
—No haces parte de esta conversación Xue.
—Tú tampoco, nunca estuvo la verdadera intención de hablar contigo.
—Eres insoportable mujer insensata.
—Pero así me amas Lin —se escuchó la queja de la menor, pidiéndole a su madre el celular y diciéndole que se comportara como una adulta, lo que hizo reir a Lin.
—¿Lo ves Xue?
—Tu no te quedas atrás tía Lin —la pelinegra escuchó la risa de la rubia.
—Bien, sé cuando no me quieren, así que las dejaré solas.
—Te llamaré mañana Lin, —escuchó la voz de Xue sin piza de broma.
—Está bien, también necesito hablar contigo, buenas noches.
La mujer mayor al otro lado se despidió y Lin salió dejando a la morena hablar con Lía.