Capítulo XXVI

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Lin gimió de satisfacción cuando Korra la abrazó con fuerza. La mayor estaba encima de la morena, al igual que un perro aferrado a su juguete favorito. En el poco tiempo de relación Korra había descubierto que la hermosa, elegante y orgullosa mujer, era celosa y en ocasiones un poco posesiva, quién se podía imaginar que la poderosa e imponente Lin Beifong era insegura a la hora de estar en una relación. Los celos de Lin le resultaban inofensivos y divertidos de ver; le gustaba verla con el ceño fruncido cuando hablaba de su creciente amistad con Asami Sato, o cuando casualmente aparecía en la propiedad con la excusa de que había olvidado algo para terminarla acompañando hasta la entrada de C.R University. Lin Beifong no era una mujer convencional, así que nada de ella lo era, y era eso lo que precisamente le preocupaba, porque realmente quería que todo durara para siempre. ¿Realmente la sociedad aceptaría su amor?

—¿Korra?
La morena salió de sus pensamientos para encontrarse con los ojos de Asami, —lo siento, sólo estaba pensando en algo.
—¿Demasiadas responsabilidades?
—Oh no, realmente no.
Las perfectas cejas de la pelinegra se levantaron, —¿algún chico?
Korra abrió los ojos, —no, no es ningún chico.
—¿Entonces?
—No es nada. Sólo el estrés universitario y pues apenas vivo.
La chica la miró con atención, —tienes razón, debe ser difícil trabajar y luego venir a estudiar para luego seguir estudiando cuando llegues a supuestamente descansar.
—Sí —soltó la morena caminando junto con Asami.
—¿Quieres comer algo?
La joven vio su reloj, —sí claro.
La joven sacó su llave cuando llegaron al parqueadero, –conozco un excelente restaurante.
El auto de la joven millonaria era un hermoso convertible negro, tan elegante y pulcro como ella, definitivamente entendía cuando decían que hasta los autos tenían personalidad.
—¿Puedes demorarte?
—Sip.
Asami le indicó a Korra que se subiera y la morena obedeció, —¿tus jefes no se molestan si llegas un poco tarde?
Korra pensó en el hermoso rostro de la mayor, por lo que una sonrisa se coló en sus labios, —es sólo jefa, y no, no se molesta porque mi tiempo de trabajo terminó.
—Oh entiendo.
Korra se sorprendió cuando escuchó su celular vibrar, sin dudarlo abrió el mensaje, era de Lin, preguntándole a si había salido de clases, a lo que la menor respondió: "sí, voy a salir a comer con una amiga."
A lo que Lin respondió casi al instante, "¿vendrás tarde? Puedo irte a recoger si quieres."
Korra miró su pequeña pantalla, sabiendo que Lin sabía perfectamente con quién estaba, "te avisaré si es necesario, gracias. Come bien."
Rápidamente la mujer respondió: "¿come bien?"
"Solo era una broma, te amo."
El mensaje de Lin al igual que lo anteriores no se demoró en llegar, lo que hizo acelerar el corazón de Korra con un: "te amo. Diviértete."
Korra guardó su pequeño celular, —¿alguien especial?
—Oh, sí es una buena amiga —mintió.
—¿Tienes muchas amigas?
—Sí, no niego que se me hace fácil tener muchas amistades.
—Eres muy amigable y graciosa Korra, es entendible que la gente se encariñe contigo.
Korra se sonrojo, —oh gracias, es bueno escucharlo.
Minutos más tarde llegaron a un pequeño local de comida típica china, —este lugar es el cielo.
—¿Vienes aquí muy seguido?
—Sí, vengo con mi novio en algunas ocasiones.
Korra se sorprendió, —¿tienes novio?
—Sí, llevamos cinco meses saliendo.
—Bueno tiene sentido —soltó sin pensarlo.
—¿Por qué?
—Eres hermosa, elegante y muy madura —respondió con sinceridad.
Asami apartó su cabello y Korra sólo pensó en perfección, —gracias Korra, tu no te quedas atrás.
—Oh gracias —dijo siguiendo a la pelinegra al interior del lugar.
—¿Y tu tienes novio Korra?
La pregunta hizo sonrojar a la morena violentamente, —no.
—¿No? Eso es muy difícil de creer —dijo sentandose y mirando el menú.
—No estoy interesada en ningún chico —dijo con seguridad.
—Eso veo —dijo dedicandole una última mirada—. Miremos el menú.
—Sí —obedeció aún nerviosa, con la imagen de la mayor en su cabeza.
—¿No te gustaría trabajar en una empresa?
—Sí, obviamente lo hago, pero apenas y se que es la administración.
Asami negó, —te hablo de cambiar de fuente de ingresos en el ahora.
—Oh, entiendo.
—Sí, puedo pedirle a mi padre que te consiga un puesto en industrias Sato.
Korra abrió los ojos sorprendida, —gracias, pero no puedo renunciar.
—¿Por qué no?
—No me cansa tanto mi empleo ya que termino temprano y la señora no tiene problemas con eso —dijo sinceramente, además el estar con Lin era lo que más le gustaba de trabajar para ella.
—Tu jefa definitivamente debe ser una buena mujer.
—Sí, lo es. Además la paga es buena y la casa no es muy grande.
—¿Para quién trabajas Korra? —preguntó la hermosa ojiverde curiosa.
—No se me es permitido decirlo.
Korra vio el rostro serio de la joven, —entiendo.
—No me malinterpretes, es solo que mi contrato me prohíbe totalmente divulgar algo relacionado con la señora.
La pelinegra la miró sorprendida, —¿tan privada es?
—Sí.
—¿Qué edad tiene?
Korra miró a la chica y se dijo que no había problema en decirlo, —tiene treinta y siete años.
—Es una mujer joven.
—Sí, lo es —dijo Korra con una sonrisa.
—Veo —dijo mirando fijamente a la menor—. Bueno dejando el tema, ¿qué te gustaría comer?
Korra miró el menú, —me gusta el Chow Mein.
—Suena bien, pero también me gusta el tofu picante y el Jiaozi.
Korra recordó a Lin, —sí, me gusta el Jiaozi relleno de vegetales.
—Es realmente delicioso —dijo la hermosa pelinegra de ojos verdes.
—¿Está bien ordenar todo?
Korra asintió, —no te abstengas de comer lo que te gusta.
—Tienes razón y tu me vas a ayudar.
Al final terminaron compartiendo todo y quedaron realmente llenas, algo que sólo hizo reír a la mayor, —¿quieres tomar algo de vino en mi apartamento? No está tan lejos de aquí.
Korra miró su reloj y aunque sabía que llegaría un poco tarde solo asintió.
Al llegar al edificio, Korra sólo recordó que estaba con una chica millonaria, y cuando entró al apartamento sólo pudo sorprenderse de todo lo que tenía, —¿realmente vives sola? Porque este lugar es grande.
—Mi papá se aseguró de que fuera perfecto y que me sintiera cómoda.
La morena asintió, —entiendo.
—¿Te gusta el vino?
—Sí.
Para cuando Korra quiso reaccionar había empezado a llover, algo que sólo la preocupó porque debía irse y no quería molestar a la mayor, —puedes quedarte si quieres, puedo prestarte algo para dormir.
—Yo... —Korra imaginó el cuerpo de Lin junto al suyo—. Creo que es lo mejor.
—Sí, sería irresponsable que te fueras así.
—Le avisaré a un guardia.
—Bien, voy a buscarte algo para dormir.
Korra le agradeció, para luego llamar inmediatamente a la pelinegra, la cual demoró en contestar, —¿Korra?
—Sí, sé que es un poco tarde y...
—¿Donde estás? Paso por ti.
—Debes estar agotada, y además está lloviendo, pasaré la noche en el apartamento de Asami, —Korra no escuchó nada y se aseguró que la llamada aún estuviera conectada—. ¿Lin? ¿Sigues conmigo?
—No hay problema con irte a recoger, podemos quedarnos en un hotel.
—No es necesario, no quiero que vengas tan tarde desde tan lejos.
—Al parecer no te haré cambiar de opinión, está bien.
—¿Estás enojada? —preguntó confundida.
—¿Por qué lo estaría?
—Te prometo que nos vemos temprano.
—Duerme bien.
Korra mordió su labio, —¿Lin?
—¿Sí?
—Te amo.
—También te amo Korra.
Korra sonrió, —hasta mañana.
—Hasta mañana —dijo cansada.

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