Imposible Olvidarte (1° SAP)

Capítulo 30.

Alexia.

Sentía como si un camión me hubiera arrollado, el dolor de mi cuerpo y los ruidos a mi alrededor molestaban, sentía unas suaves caricias en mi cabello, pero no quería abrir los ojos, tenía un cansancio que solo quería seguir durmiendo, la voz de mi padre me hizo cambiar de opinión cuando escuche sus lágrimas y recordé lo que había sucedido, mi dolor abdominal.

— Papá — murmuro al verlo llorando.

— Cariño — dice pasando su mano por mi mejilla. — Me asusté mucho, hija — agrega dejando un beso en mi frente.

— ¿Qué me pasó? — le pregunto desconcertada y bajando mi mano para tocar mi abdomen.

— Apendicitis y un embarazo ectópico — responde haciendo que un jadeo salga de mi boca.

— ¿Un embarazo? — musito.

— Los médicos podrán explicarte mejor, según lo que entendí el embarazo no era viable y género una hemorragia — me cuenta dejándome anonadada.

No sabía cómo reaccionar a lo que mi papá acaba de decirme, mi cabeza sentía que iba a explotar en ese preciso momento. Solo tenía ganas de llorar y él al ver mi cara solo me estrechó en sus brazos para reconfortarme. No sé cuánto tiempo pasamos abrazados hasta que sentí una opresión en el pecho pensando en mi ruso, los guardaespaldas le abran contado lo que me sucedió, lo necesitaba en este momento y las millas nos separaba a grandes escalas.

— Debo hablar con Gavriel — digo secando mis lágrimas.

— ¿En verdad lo amas? — me pregunta papá.

— No se cuando sucedió papá, me enamoré de él y de su locura — reconozco.

— ¿Y cuan cierto es eso que es un mafioso? — inquiere haciendo que lo mire a los ojos sorprendida.

— ¿Por qué dices eso? —

— Aunque no lo creas tu madre apareció en el hospital, hizo su drama y me dijo que estoy confiando la vida de mi hija a un mafioso — me mira con esa mirada de vamos dime la verdad. — Quiero saber eso Lexie, mafioso o no, estás enamorada de él y no puedo hacer nada para impedirlo — agrega preocupado.

Muerdo mi labio inferior nerviosa, no tenía idea que responderle a mi padre respecto a esa pregunta, Gavriel es un mafioso, el líder de la Bratvá, pero no sé si papá estaba preparado para escuchar la confirmación a los hechos, tampoco quería exponerlo a ese mundo que es ajeno y al cual muy lentamente soy parte.

— Papá ... —

— Alexia — murmura preocupado.

— Su mundo es una mierda papá, pero lo amo y no voy a dejar que unos locos me separen de él — declaro con seguridad.

— No quiero saber más, hablaré con él y necesito que me asegura que te proteja. Cuando te vayas a Rusia estarás tan lejos que no podré enterarme de todo, necesito que me diga que te cuidara con su vida — comenta.

— Lo hace siempre — afirmo sonríendo.

— En verdad te enamoraste — acota acomodando un mechón de mi cabello.

— Si y lo extraño, quiero que esté conmigo en este momento — murmuro con tristeza.

— Espera — dice papá levantándose de la cama con una leve sonrisa. Se acerca a la puerta, abre y le hace señas a alguien, un jadeo sale de mis labios al verlo entrar en la habitación.

— Gavriel — musito estirando mis brazos.

— Estoy aquí, mi amor — me contesta llegando a mi lado para abrazarnos.