Imposible Olvidarte (1° SAP)

Capítulo 20.

Nunca imaginé que tratar de poner todo en orden y control, nos llevaría casi el maldito día, mi pene estaba que iba a explotar si Alexia seguía mandando esas sugerentes fotos en ropa interior. Ella podía ser muy mala conmigo y lo sabía, esas imágenes en mi teléfono eran testigos de las veces que tuve que aclarar mi garganta tratando de no pensar en lo que acababa de ver.
Gauss me dijo que era una simple reunión, pero todo eso se convirtió en una casería, porque habíamos hecho pagar las traiciones como el código de la mafia dice, nadie sale vivo más si eres un traidor, así que pusimos en lugar a varios haciendo un gran revuelo, porque si toda la organización sabía que nuevamente me puse al control se les iría esa estúpida revolución, nadie se mete con el rey y su poder, lo estaba dejando claro en cada persona que matamos.

— Mañana tenemos un evento — dice mi hermano.

— ¿De qué es? — consulto suspirando.

— Caridad — responde haciendo que ruede los ojos. — Será tu primer evento con Alexia, que la vean a tu lado sabes lo que significa, así que te sugiero que empieces a enseñarle métodos de defensa, porque ahora estará en la mira, será tu debilidad y vendrán por ella — declara suspirando.

Se que meterla en mi mundo, exponerla a ese evento la podría en peligro porque la convierte en la reina de la Bratvá y querrán venir por ella, hay dos cosas que no saben Alexia es una fiera, va a defenderse y segundo antes que alguien se atreva a tocarla, me los voy a cargar de la peor forma.

— Sabe defensa personal, solo hay que ajustar ciertas maniobras — aseguro sonriendo, recordando ese vídeo de las cámaras de seguridad cuando se puso a atacar a mis guardaespaldas.

— Si, pero debes enseñarle a usar navajas, cuchillos y armas. Debe aprender a camuflar una de ellos en su ropa, hay que darle medios de defensas para que sobreviva. El collar que le diste con el rastreador en el diamante no es suficiente, si no llegamos, ella debe saber cómo encarar la situación mientras acudimos a su rescate — agrega preocupado.

— ¿Qué sugieres? — le pregunto.

— Que Natasha sea la que la entrene estás semanas — dice con seguridad.

— Justo ella — acoto.

— Es nuestra mejor asesina, es la indicada y lo sabes — comenta mi hermano. Aunque no quería darle la razón, la tiene, pero como hago que esas dos se lleven un poco bien, esto será muy complicado.

— Tú le dirás a las dos — sentencio desligando el problema.

— Se los diré — mi hermano se queda en silencio y lo miro. — La fiesta de caridad de mañana la hace el padrastro de Alexia — agrega haciendo que frunza mi ceño.

— ¿Quién mierda es su padrastro? —

— Konstantin Morózov — contesta Gauss.

— No iré a la fiesta — mascullo. No quiero que Alexia vea a su madre y a su despreciable padrastro, si pudiera los mandaría a matar pero mis negocios con el viejo ese por ahora son necesarios.

— Eso no entra en discusión, ya confirmé nuestra asistencia y debes presentar ante la sociedad, sobre todo ante los vor v zakone porque en esa fiesta será de puro ladrones — acota Gauss pensativo.

— Si Morózov o su jodida esposa jode mi paciencia o la de mi reina, no voy a dudar en matarlos — sentencio apretando mi quijada.

— Solo te pido que aumentes un poco tu paciencia, necesito saber si está involucrado en el tema de trata con Stidda — me pide.

Ruedo los ojos y bufo, mi hermano siempre tiene un punto, estábamos buscando a esos hijos de puta que están traficando a chicas rusas menores de edad para burdeles en Italia, se que el gobierno está detrás de esto y el nombre de Konstantin Morózov suena en lo alto.