Capítulo 33.

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Alexia.

Mi cuerpo me estaba pasando factura, en menos de tres días había pasado de todo, un viaje de Moscú a Chicago, una doble intervención quirúrgica que a penas me había recuperado y por último un secuestro dónde tres lunáticos sin cerebro, con clara tendencia al suicidio porque seamos sinceros es preferible que  se maten solos a qué la furia de Gavriel llegué a ellos, se que mi rusito cavernícola hará estragos buscando llegar a mí, lo cual hacía que las horas de vida de todos mis secuestradores sean contadas.
Se que estábamos en Rusia nuevamente, no sabría con exactitud en que parte e instintivamente lleve mi mano al cuello, recordando el collar que él me había regalado, pero para mí mala suerte no lo tenía aunque si llevaba la pulsera que Natasha recomendó que usará, cada perla era una bomba de humo mezclada con un gas pimienta, ella dijo que esto se usa como medio de distracción, solo que nunca imaginó que no este en todas mis condiciones para hacerlo.

— Sigo sin entender como hiciste para obsesionarlo contigo — habla mi madre. Ella es la que me cuidaba en esta habitación, por lo menos tenían un poco de consideración conmigo y mi situación porque al solo llegar a este lugar ya había un médico que me esperaba para controlar el estado de las cirugías. Por suerte estaba mejor de lo que esperaba, así me iba seguir manteniendo la calma para cuando menos esperen pueda atacarlos.

Se que tenía poca experiencia en este mundo, pero con el entrenamiento de Natasha sumado a que era más inteligente al trío que me tenía secuestrada, creo que había mucha ventajas para salir victoriosa, Gavriel se sentiría orgulloso de verme.

— No es obsesión, él me ama — afirmo.

— El amor se acaba y luego serás una más del montón, he vivido mucho más tiempo que tú en este mundo. Serás su esposa, pero después debes acostumbrarte que se acueste con otras mujeres porque tú solo no le bastará para satisfacer sus necesidades de hombre — acota con media sonrisa.

— ¿Esa es lo que usas para justificar que tú querido esposo se acuesta con menores de edad? — inquiero maliciosa.

— Solo te abro los ojos para que puedas huir de este mundo de la mafia antes que sea tarde — comenta rodando sus ojos.

Nunca habíamos tenido una buena relación, no recuerdo verla siendo algo cariñosa o atenta conmigo sino todo lo contrario, siempre dijo que fui su mayor error, que no llegaría a nada por ser una fracasada como mi padre. Menos mal que nunca la escuchamos, mi papá no era un fracasado, era uno de los hombres más importantes que comandaba la noche en varias ciudades, sin olvidar que también es accionistas de otros clubes nocturnos en el resto del mundo, yo tengo un título universitario, porque terminé mi carrera y me recibí de licencia en administración, no me había ido mal siendo la mano derecha de mi padre, pero todo lo que teníamos se debía a nuestro sacrificio no de otros, ella no tenía nada solo es la esposa de un pseudo mafioso que gana dinero prostituyendo a niñas, no se que es más asqueroso, me corrigo ambos son repugnantes.

— En el fondo sabes que eres parecida a mí, no te conformaste con alguien normal porque buscaste a un hombre con poder que te realze — agrega orgullosa.

Sonrío de lado. — Conocí a Gavriel siete años antes que sea el gran rey de la Bratvá, él dijo que volvería no pensé que eso sería cierto hasta hace unos meses. Está loco y me enamoré de su locura, pero sabes hay algo que nos diferencia, él podría dejarme y yo podría seguir con mi vida guiando el Soul, tendría el dinero para vivir hasta de vacaciones por varios años — vuelvo a sonreír y la miro a los ojos. — Si Konstantin te deja no tendrías dónde caerte muerta, buscarias a otro hombre con dinero para sobrevivir y eso me da mucha lastima — agrego.

— Te crees mucho porque él te da ese poder, cuando encuentre un culo y unas tetas que le llamen la atención, perderás el protagonismo — repite siendo mala.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora