Capítulo 24.

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Alexia.

Podría considerarme la persona más bipolar en este preciso momento, el mundo de Gavriel es complicado, malo y me daba miedo, pero acá estaba con él recostado sobre mi pecho dormido mientras acariciaba su cabello pensando que le había pedido que no me alejara de su lado. Escucharlo decir que debía volver a Chicago, que nos íbamos alejar por un tiempo no me gustaba para nada porque tenía miedo de no volverlo a ver, que sea una excusa y sentía que mi corazón se estaba por romper en ese preciso momento, estoy enamorada de ese loco ruso cavernícola, no se en cuando sucedió, solo se que el rey de la Bratvá me había enamorado.
Estaba jodida, si quería estar siempre a su lado, solo había una solo solución, ser parte de este mundo malo y debía aprender como lidiar con los problemas, mientras vuelva a mi lado sano y a salvo, no me importaba a qué se dedica, tenía que sacarme todos mis miedos porque después de todo mi lado siempre será donde él esté.

Me sentía abrumada, pensaba en mis sentimientos, en mi padre y tener que dejarlo solo en Chicago al mando del Soul, también las palabras de mi madre se hicieron presentes, aunque sabía que mis padres no se hablaban debía ser la única que le cuente a mi papá la verdad, en lo que me estoy metiendo por amor.

— Gavriel — me quejo cuando aprieta más su agarre de mi cuerpo para  tenerme cerca.

— Sigamos durmiendo — dice sin abrir los ojos.

— Lo haría pero mi vejiga está a punto de estallar — acoto moviendome entre sus brazos. Solo obtengo un gruñido de su parte, pero me suelta así salgo de la cama directo al baño.
Hago mis necesidades y luego me paro frente al espejo para observarme, mi cuerpo estaba marcado, por sus besos y sus agarres, su posecividad en cada uno de nuestros encuentros es mayor, nadie podía ver mis marcas porque solo estaban en zonas donde él solo tendría el acceso a mirarme.

Cuando salgo del baño, luego de lavarme los dientes y acomodar un poco mi cabello, frunzo mi ceño al ver que Gavriel está en la puerta hablando con alguien, la voz la reconozca, es Natasha así que ruedo los ojos, seguro que debe ser algo relacionado con el trabajo.

— ¿Qué quería? — le pregunto al ver que cierra la puerta.

— Te espera en la sala de entrenamiento, así que ponte ropa cómoda — me contesta haciendo que frunza más mi ceño.

— ¿Ella va a entrenarme? — pregunto asombrada.

— Sí, ella te ayudará es la mejor asesina de la organización — agrega entrando al baño.

Me quedo sentada en la cama, pensando que me daba un poco de miedo, nisiquiera se cómo hablarle y no se si es la mejor idea que ella sea la indicada para esto.

— Gavriel — lo intercepto cuando sale del baño envuelvo con una toalla en su cintura.

— ¿Qué sucede, cariño? — me pregunta frunciendo su ceño.

— No se si me voy a sentir cómoda con tu prima, ella ... —

— Es la mejor y necesitas que alguien como ella que puede darte esos métodos que necesitas de defensa — comenta tomando mi rostro entre sus manos.

— ¿Por qué no me enseñas tú? — sugiero mordiendo mi labio inferior.

— No puedo, todo de tí sería una distracción — declara bajando su mano para apoyarla en mi trasero y juntarme más a su cuerpo desnudo. — Eres una jodida distracción y no podría terminar nada sin follarte como me gustaría — agrega gruñendo.

— ¿Así que te distraes al verme? — inquiero divertida bajando mi mano para sacar ese toalla que impedía llegar a dónde quería.

— Alexia — gruñe cuando llego a mi propósito. Con lentitud mi mano empieza a subir y bajar sobre la longitud de su pene. Nunca me cansaría de tener sexo con este hombre, juntos somos dinámitas.

Imposible Olvidarte (1° SAP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora