Ella de encontraba entre mis brazos, había pedido la cuenta de la cantidad de veces que habíamos follado en la mansión, mandé a casi todos mis empleados a un día libre de emergencia, hasta a Natasha la saqué, solo me quedé con los guardaespaldas de turno así podía tener una maratón sexual en cada rincón de la casa donde vivo hace varios meses. Aunque Alexia me estaba usando como almohada, no me importaba porque mientras ella descansaba me permitía observarla con atención, tocar con cuidado su piel y me memorizar cada pequeño lunar que tenía en su cuerpo, podía todo eso, pero a la vez ese sentimiento de celos era difícil de manejar. Cuando la conocí estaba enamorada de Ethan Salvatore, esa tarde en ese parque donde intervine cuando la escoria esa la sujetaba con fuerza su brazo pidiéndole que lo ayude en meterse en la relación entre Ethan y Elizabeth, sus ojos cuando lo vió esa vez y como lo miró ahora, no habían cambiado para nada, eso me cabreaba bastante porque podía mandar a matarlo, pero él es parte de mi familia, no podía romper con uno de los códigos de la mafia.
Mis celos eran difíciles de ocultar, por eso había marcado cada parte de su cuerpo con mis labios y mis agarres, ella es mía, solo mía.La miro seguir durmiendo, suspiro buscando algo que me haga entender como hago para que ella me vea como yo quiero, que se olvide de Ethan para que solo centre su atención en mí. Cansado de mis sentimientos abrumadores, me puse mi boxer y salí de la habitación rumbo a mi oficina, necesitaba pensar muchas cosas porque si de algo estaba seguro es que no quiero que Alexia vuelva a referirse a nosotros como dos personas que solo disfrutan del sexo.
— ¿Hola? — me atiende del otro lado de la línea.
— Ethan, soy Gavriel — digo al entrar a mi oficina.
— Gavriel, amigo, ¿que sucede? — me pregunta con preocupación.
— ¿Sientes algo por Alexia? — digo sin rodeos.
Un largo silencio se forma detrás de la línea. — Alexia fue una gran amiga, no hablo con ella hace años puede que coincidamos una que otra fiesta o como hoy en la tarde ... —
— No respondiste mi pregunta — mascullo.
— Amo a mi esposa Gavriel. Elizabeth es la mujer de quién siempre estuve enamorado, no hay nadie más a excepción de mi hijos quien pueda igualar ese sentimiento que tengo por ellos. — hay un silencio donde lo escucho suspirar. — No siento absolutamente nada por Alexia, ni podía llamarla amiga en estos momentos porque no nos une absolutamente nada, es una conocida que tiene mi aprecio — agrega con seguridad que ahora soy yo él que suspira aliviado.
¿Desde cuándo hacía estás estupideces?
— Gracias por tu respuesta Ethan, pensé que debía mandar a matarte — comento más relajado.
— Mi esposa te hubiera matado si escuchaba tu pregunta, digamos que no es muy fan de Lexie — bromea divertido.
— Mis hombres te hubieran ido a matar si me respondías otra cosa — acoto haciendo que Ethan comience a reírse por mi supuesta broma.
— Extrañaba esa forma tuya de ser, debemos reunirnos con los chicos — asegura entusiasmo.
— No es una mala idea, después de todo puedo escuchar el tema como ser un buen esposo — digo pensativo.
— ¡Vaya! Muy enserio va lo tuyo con Alexia — exclama sorprendido.
— Muy, aunque ahora no quiera ella será mi esposa — sentencio con seguridad.
— Suerte con eso, solo te pido que la cuides de su madre, cuando ella aparece la desestabiliza emocionalmente — comenta haciendo que frunza el ceño.
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Imposible Olvidarte (1° SAP)
RomancePrimera historia de la Saga Atracciones Peligrosas. Alexia llevaba una vida monótona, se había estancado en ese club nocturno ayudando a su padre, aunque lo ocultaba no era feliz en ese lugar, extrañaba sus momentos de libertad, pero no podía ser un...