¿Weasley o Malfoy? 1T

Es el momento

Parte 4/4

Narra _____:
Hoy era el día en el que íbamos a burlar a Voldemort. Esa misma mañana el "profesor Moody" ya había puesto la copa en el laberinto, que era la tercera prueba del torneo.
Draco, Laura y yo nos fuimos hacia las adueras del castillo.

-¿Preparada? -me dijo Laura cuando estábamos justo en frente de aquel dichoso laberinto.

-Eso creo. -dije un poco nerviosa.

-Prométeme que vas a salir de una pieza lobita. -me dijo Draco mientras tomaba mis manos y me miraba directamente a los ojos.

-¿No crees que deberías cambiarle el apodo? -le dijo Laura a Malfoy. -Ya sabemos que no es la hermana de Lupin, si no la hija de Bellatrix.

-Es cierto. -le dije a Draco soltando una risita nerviosa. -Y si, te prometo que saldré de una pieza.

—¿Y cómo se supone que debo llamarte? ¿Loca de la chota? Así esta tu madre. -dijo Draco en evidencia.

-¡Draco! -le dije mientras le pegaba una cachetada en el hombro y reíamos los tres a carcajadas por los comentarios de mi novio. -Que es mi madre ostias.

-Esta bien. -cedió él. -Si necesitas algo no olvides abrir el collar. -me dijo él pasando sus suaves dedos por la fina cadena que tenía en mi cuello.

-_____, es hora de entrar si no queremos tener riesgos. -dijo Laura.

-Tienes razón Lau. Te quiero rubio. -le dije mientras nos dábamos un corto beso antes de marcharme.

Entramos en el laberinto y Laura iba guiándome por las calles correctas, por cada paso que daba, una fría brisa atravesaba mi piel haciendo que esta se me erizara. Unos cuantos metros más y allí estaba, la copa del campeón del torneo.

-Recuerda, no la toques antes de que uno de los participantes lo haga. -me dijo Laura.

-De acuerdo. Muchas gracias por todo. -le dije mientras nos abrazábamos. -Nos vemos dentro de algunas horas. Estate junto a Draco por favor.

-Eso significa tener que aguantarlo diciendo noñadas sobre lo preocupado que está por ti. -dijo ella mientras las dos reíamos ante su comentario.

-Lánzale un hechizo silenciador. -le sugerí.

-No es mala idea. -me respondió Laura. -Ahora tengo que irme. Ten cuidado.

Yo le asentí levemente y ella se fue justo por donde habíamos venido. Ahora solo estaba yo, esperando a que la prueba comenzara y alguno llegara a la copa.

[...]

Las horas pasaban y empezaba a escuchar gritos, suponía que el torneo había dado comienzo. A lo lejos pude ver a Harry y a Cedric que habian encontrado la copa los dos a la vez. Vinieron corriendo y yo me en I si detrás de el muro que mantenía en pie la copa. Al final la tocaron los dos a la vez y yo aproveché el momento para tocarla.

Efectivamente era un traslador. Cuando aterrizamos en nuestro destino, me oculté de la vista de los chicos para que no supieran que estaba allí. Ese lugar me resultaba familiar. Lo había visitado en mis primeras pesadillas, o mejor dicho, visiones.

Cuando desvíe la mirada hacia Harry el estaba atrapado a una estatua. Colagusano apareció justo por el otro lado con un ¿bebé? En las manos. La cosa que sostenía pronunció algo que no pude llegar a oír y mató a Cedric. Pronunció unas palabras extrañas echó al bebé en un caldero junto con la sangre de Harry.

Los mortifagos empezaron a aparecer por todos lados haciendo un círculo al rededor de Voldemort. Aproveche que estaban allí y me dirigí hacia el con paso decidido.

-¿Cómo es posible? -dijo Voldemort cuando supo de mi presencia.

-¿_____? -dijo Harry.

-Yo también me alegro de veros. -dije con sarcasmo.

-La hija de Bellatrix... Si has venido a buscar a tu mamá que sepas que ha sido en vano. No está aquí. Su sitio es Azkaban. -me dijo con voz autoritaria.

-Eso lo se, temido, Voldemort. -le dije mientras me acercaba más a él.

-¿Tú también has sentido la marca? -dijo Voldemort pasando su varita por el corte de mi antebrazo izquierdo.

-Algo así. -dije fríamente.

-¡______ sal de aquí! -me gritó Harry intentando liberarse de la estatua que lo tenía preso.

-No te preocupes por mi Harry, tendrías que preocuparte por ti mismo, yo aquí no corro peligro. -dije aunque sabía que era mentira. El plan estaba saliendo a la perfección.

-Tú querida amiga tiene razón. -le dijo Voldemort a Harry.

El Señor Tenebroso lanzó un hechizo hacia el corte de mi antebrazo. Me retorcí ante el dolor y grité hasta quedarme sin pulmón. Veía como la marca tenebrosa estaba siendo dibujada en mi piel.

Cuando estaba completamente lista, Voldemort me ato en otra estatua y liberó a Harry, empezaron a luchar y Harry fue gusto con el cuerpo de Cedric a al traslador y pudieron salvarse.

Yo tenía un problema, habíamos planeado como entrar, pero no como salir de allí. Alce mi mano hasta el collar y lo abrí, esperando a que Draco recibiera la señal de que corría peligro.

Voldemort paso su varita junto a la parte de mi corazón.

-No estás preparada para lo que viene a continuación... -dijo el lanzándome otro hechizo, haciendo que me retorciera pero sin poder hacer nada para pararlo.

Escuché la voz de alguien familiar pero no pude identificar quien era. Voldemort dejo de atacarme para mirar al intruso que había llegado, o más bien a los intrusos.

-Vaya, vaya... No os esperaba aquí. -dijo Voldemort. -Ya veo que queréis presenciar la escena en primera fila, ¿no es así Draco? ¿cierto, Laura?

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Hasta aquí el capítulo de hoy, espero que os esté gustando la historia.

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