Joerick anatomy || Joerick/Chrisdiel ||terminada||

10

—¿Qué haces acá?—dice Erick mirándome con sus ojos brillantes por las lágrimas.

Miro sus ojos y me siento muy culpable de lo que él pudo haber interpretado de lo que pasó hace unas horas.

—yo quería aclarar las cosas contigo, lo que pasó hace un rato no es lo que parece, Er.

—te escucho.

Le expliqué todo lo que pasó, pero aún así siento que no es suficiente para que me crea.

Tengo miedo de que se aleje de mi y nunca más vuelva.

—si vas a ser un idiota que me va a hacer daño muchas veces, puedes decírmelo ahora y así no tengo que ilusionarme en vano.

Sus palabras me duelen.

No puedo decirle que no soy idiota, porque obviamente lo soy.

Siempre arruino todo y por eso es que solo iba a citas por el sexo y nada más.

Pero ¿por qué tenía que aparecer Erick?

Es muy complicado todo en una relación y la verdad quizás no deberíamos tener una, pero al mismo tiempo me gusta mucho y aunque quizás pueda arruinarlo, voy a intentar dar lo mejor de mi para no ser un idiota.

Erick lo vale.

—Erick, no voy a negarte que muchas veces he sido un idiota, pero contigo prometo no serlo y lo intentaré, porque contigo siento cosas distintas a las que he sentido con otras personas y no quiero arruinarlo. No quiero prometerte que nunca te haré daño, porque quizás si pueda llegar a hacértelo, pero te juro que intentaré dar lo mejor de mí para no ser un idiota e intentaré nunca hacerte daño.

Lo veo dudar y me siento mal.

Quizás si me vaya a rechazar, porque puede que no sea suficiente.

Puede que no crea en mi.

—Joel, yo si creo en ti.

Me acaba de leer la mente.

Esas eran las palabras que necesitaba escuchar y no puedo evitar sonreír.

¡Erick cree en mi!

—¿tienes tiempo para la conversación que tenemos pendiente?—pregunta Erick con una pequeña sonrisa en sus labios.

—claro.

Ya es hora de decirnos todo lo que sentimos y de eso dependerá nuestro futuro.

Espero que si sienta lo mismo que yo siento por él.

Si no es así, no importa, porque siempre podemos ser amigos.

—escucha—decimos al mismo tiempo.

Río un poco y él también lo hace.

—tú primero—me dice Erick.

Yo primero.

Bueno, no estoy listo mentalmente para su rechazo, pero necesito decírselo.

—Erick, contigo siento tantas cosas al mismo tiempo, que no podría explicarlo, pero te aseguro de que se siente tan bien estar contigo y es extraño, porque nunca antes me había pasado con nadie más. Quizás lo que siento esté mal, porque es contra las reglas y puede que perdamos el trabajo por mi culpa, pero creo que me gustas.

De alguna manera siento mi cuerpo más liviano al confesarle a Erick mis sentimientos hacia él.

Pero tengo miedo de que me rechace, no estoy preparado para algo así.

Ahora que lo pienso, creo que no fue buena idea decirle eso.

Ya no hay vuelta atrás.

Lo miro y noto lo sonrojado que está, se ve tierno.

De verdad me gustaría estar con él, aunque todo el mundo esté en contra de lo nuestro.

Todo está bien si se trata de él.

—Joel, también me gustas y la verdad tenía tanto miedo de decírtelo, porque pues tú eres un doctor y yo un interno, pensé que me rechazarías y es un gran alivio saber que sientes lo mismo que yo.

¿Qué es lo que acaba de decir?

¿Que también le gusto?

Alguien pellízqueme para asegurarme de que esto no es un sueño.

No puedo creerlo.

¡También le gusto!

Quizás esté contra todas las normas y reglas posibles, pero a la mierda con eso.

Él y yo nos gustamos y quiero luchar por eso.

No voy a dejar que un estúpido trabajo interfiera con nuestros sentimientos.

—¿Es enserio? ¿Yo también te gusto?

Por alguna razón necesito asegurarme de que escuché bien.

—sí, también me gustas—me dice sonriendo.

—no puedo creerlo, Er—digo sin poder ocultar mi sonrisa.—¡esto es grandioso!

Él se ríe y yo no puedo dejar de verlo.

Es tan hermoso.

—pero Joel, si intentamos algo podríamos perder el trabajo—dice Erick y noto la tristeza en su voz.

Tiene razón.

Probablemente perdamos el trabajo.

Pero tampoco pienso desperdiciar una oportunidad como esta.

—podemos intentarlo, Er—digo con seguridad.

El asiente y sonríe.

—podemos.

—quizás podríamos dejar lo que tengamos para cuando estemos fuera del trabajo e intentemos que nadie lo sepa, no quiero que pierdas el trabajo por mi culpa, Er.

Él asiente.

—me gusta la idea, creo que así puede que conservemos nuestros trabajos.

Yo le sonrío.

Vamos a intentarlo y eso me pone enormemente feliz.

Voy a dar todo de mi para que lo nuestro funcione.

Estoy seguro de que va a funcionar.

Tomo su mano y le sonrío.

—entonces, ¿quieres salir conmigo esta noche?

Él mira nuestras manos y luego mira mis ojos.

—claro que quiero.

Bueno, desde este preciso instante voy a darlo todo por el chico de mis sueños, que casualmente siente lo mismo que yo siento por él.

Ya no seré un idiota.

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Por fin los Joericks se la juegan!

Quiero hacer el próximo capítulo chrisdiel, porque hace mucho no los menciono.

Escribe aquí si quieres capítulo chrisdiel o no.