16

871 65 5
                                    

Narra Chris

Siento la voz de Zabdiel y respiro agitadamente, calmándome poco a poco.

Miro al cirujano removerse con dificultad en el piso y veo su cara llena de sangre.

Quizás debería sentir arrepentimiento por lo que acabo de hacerle al cirujano pediátrico, pero sinceramente, me siento orgulloso de haberle roto esa cara repugnante.

—Erick—digo en un susurro al acordarme de la razón por la que había estado golpeando a ese cirujano.

Me separo de los brazos de Zabdiel que hace un momento envolvían mi cuerpo y voy directamente a la cama en donde está mi mejor amigo semidesnudo, durmiendo.

Siento mis ojos llenarse de lágrimas al verlo tan vulnerable y expuesto.

No puedo dejar de pensar en cuántas veces Erick ha tenido que soportar esto y lo que me da más rabia es que probablemente no se acuerde de nada.

Cubro a Erick con las sábanas de la cama y miro a Zabdiel con mis ojos llenos de lágrimas.

Él me mira y noto en sus ojos, preocupación y lástima.

—¿Por qué hiciste esto, Chris?—dice señalando al cirujano.

El tono que está usando es suave y sé que me habla así porque cree que voy a romperme.

Yo niego con la cabeza y aparto la mirada.

Zabdiel nunca me ha visto llorar.

Siempre intento ocultar mis sentimientos lo máximo posible, por la sencilla razón de que odio que me vean llorar.

Odio que me vean como una persona vulnerable o que me tengan lástima, simplemente no me siento cómodo con eso.

Sin embargo, no he podido aguantarme las lágrimas esta vez.

No cuando mi amigo ha sido vulnerado de todas las formas posibles por ese estúpido cirujano.

Siento el nudo en mi garganta cada vez más grande y quiero correr a abrazar a Zabdiel y llorar en su pecho.

Pero no haré eso, para nada.

—ll-llévatelo—digo en voz baja, dejando escapar un pequeño sollozo.

Mierda.

Estoy siendo demasiado vulnerable en estos momentos y no me gusta.

Debo ser fuerte.

Pero la mirada de Zabdiel y su voz dulce no me ayudan.

—Chris, ¿estás bien?¿te hizo algo?—dice Zabdiel con una voz tan suave que causa un fuerte dolor en mi pecho.

—Zab, por favor llévatelo—le digo intentando formular cada palabra con una voz firme.

Él solo asiente y sale de la habitación con el cirujano quejándose por las heridas.

Al verlos salir, veo a mi amigo acurrucado entre las frazadas y suspiro, acariciando su cabello.

—Cuánto has tenido que pasar,Er—digo en un susurro aunque sé que no me está escuchando.

Luego me acuerdo de lo que dijo Joel y todo calza completamente.

Aprieto los puños y siento el deseo de golpear otra vez a ese cirujano.

Me contengo y niego con la cabeza.

Lo que acabo de hacer, tendrá consecuencias, lo sé.

Probablemente el cirujano me demande y pueda perder mi trabajo.

Pero tengo pruebas y con esas pruebas, puedo ganar cualquier demanda.

El idiota debe pagar por lo que hizo.

(...)

Narra Joel

Me duele todo el cuerpo desde ayer, pero ese dolor no se compara con el dolor que estoy sintiendo en mi corazón.

Me duele tanto que Erick me haya engañado con otro hombre.

No lo esperaba para nada de él.

Y mi cabeza no deja de repasar la escena de los dos en la cama, como si no quisiera aceptar que Erick ha sido capaz de engañarme.

Tengo un gran nudo en mi garganta que me está ahogando desde ayer y no puedo soportar este sufrimiento por más tiempo.

Estaría mucho mejor muerto, la verdad.

Si ese auto me hubiera atropellado más fuerte, quizás no estaría sintiendo tanto dolor.

Siento la puerta interrumpir mis pensamientos y suspiro.

Debe ser la enfermera, revisando si necesito algo.

—estoy bien, no necesito calmantes—digo con la voz apagada, sin mirar a la puerta.

—J-Joel.

Escucho la voz de Erick y siento como mi corazón se estruja.

De alguna manera, necesitaba escuchar su voz.

Pero al mismo tiempo, me duele tanto escucharlo.

Me volteo hacia él y lo veo temblar, con sus ojos llenos de lágrimas.

¿Por qué tiembla? ¿Habrá pasado algo malo?

—E-Erick—digo con dificultad por el nudo que está comprimiendo cada vez más mi garganta.

Él se acerca rápidamente a mi y me abraza.

Yo me congelo al sentir su abrazo.

Lo siento sollozar en mi pecho y eso es suficiente para que corresponda su abrazo.

Algo está mal.

Y siento que no es por lo que ocurrió ayer, pasó algo más.

Estoy muy enojado con Erick, pero lo amo y por eso, ignoraré mi enojo para tranquilizarlo y ayudarlo en lo que sea que está ocurriendo.

—Er, ¿pasó algo?—le digo en voz baja, mientras acaricio suavemente su espalda.

—l-lo siento, l-lo s-siento mucho—me susurra con la voz quebrada.

Miro el techo, con mis lágrimas amenazando con salir en cualquier momento.

Si algo me duele más que la infidelidad de Erick, es verlo tan destruido como ahora.

Ningún dolor se compara como el que siento en este momento.

—eso ya no importa, dime qué pasa—le digo con una voz suave.

—É-Él me d-drogó y-y-y—dice sin poder completar la frase, llorando más fuerte aún.

Lo abrazo fuerte al sentir como llora.

Sus palabras cruzan por mi cabeza una y otra vez.

¿Quién lo habrá drogado? ¿Y qué me habrá querido decir después?

Intento ordenar las ideas en mi cabeza, pero me es imposible.

Miro a Erick sobre mi pecho, llorando inconsolablemente.

Lo abrazo y acaricio su cabello, intentando calmarlo, repitiéndole en su oído una y otra vez la frase: "todo estará bien"

————————————————————————
Siento muchísimo la tardanza del capítulo, pero los estudios me tienen muy ocupada.

Intentaré subirles por lo menos un capítulo semanal.

Joerick anatomy || Joerick/Chrisdiel ||terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora