Joerick anatomy || Joerick/Chrisdiel ||terminada||

17

Ha pasado una hora desde que Erick llegó y ya está completamente calmado.

Lo miro y noto como está mirando un punto fijo con sus ojos hinchados por tanto llorar.

Me duele verlo así y por esa razón es que mi mente está en un debate interno por si debería preguntarle lo que pasó o quedarme callado y preguntarle luego.

También quiero preguntarle que por qué decidió engañarme, cuál fue la maldita razón para tomar esa decisión.

Lo miro y todas esas preguntas se eliminan de mi cabeza, para concentrarse solo en Erick.

Ha estado llorando por una hora y creo que no está listo para responder a ninguna de mis preguntas.

Siento la puerta abrirse y miro hacia allá.

Veo a Zabdiel con una mirada preocupada y sé que ese algo que debe haber pasado, tiene que ver con Erick.

—Zab, ¿qué diablos pasa?—digo preguntándole impacientemente.

La mirada de Zabdiel se dirige a Erick y luego a mi.

—¿Él no te ha contado?—me pregunta Zab.

—sí, quiero decir, solo me dijo que alguien lo drogó y no pudo seguir contándome.

Escucho a Zabdiel suspirar y me mira directamente a los ojos.

—Joel, Erick no te engañó.

Lo miro e intento procesar la información.

—¿Qué quieres decir con eso?

—el cirujano pediátrico con el que viste a Erick, lo drogaba con unas pastillas para dormir y luego de eso, lo violaba.

Escucho que sus palabras se vuelven cada vez más lejanas y siento mi respiración acelerándose al escuchar lo que acaba de decir.

Mis ojos se llenan de lágrimas al acordarme de la escena de Erick con el cirujano.

¿Cómo pude ser tan imbécil?

Estaba tan cegado en la idea de que Erick me era infiel, que no me di cuenta que en realidad él no estaba consciente cuando los vi en la cama.

—No llores Joel, no es tu culpa—dice Erick.

Al escucharlo caigo en cuenta de que estoy llorando, mientras abrazo a Erick.

Todas esas veces que me he tragado mis sentimientos, se traducen en este momento.

No puedo dejar de llorar por más que lo intento.

—E-Erick, soy un idiota, por favor perdóname.

En respuesta, siento sus labios contra los míos, besándome.

Es un beso suave, pero al mismo tiempo desesperado por el largo tiempo sin haber conectado nuestros labios.

Siento como pasa sus brazos tras mi cuello y yo paso los míos por su pequeña cintura.

Mi dolor en el pecho desaparece de un momento a otro con el contacto de sus labios.

Absolutamente, este beso era lo que necesitaba para dejar de sentir ese dolor tan grande que estaba oprimiendo mi corazón.

Él se separa del beso y me mira.

Yo paso mis manos por sus dos mejillas y miro su carita que extrañaba tanto.

—te amo más que a mi propia vida, Erick colón.

—te amo de igual manera, Joel Pimentel—me dice con sus mejillas sonrojadas.

Yo sonrío y agradezco tanto a la vida por haberme traído de vuelta a mi pequeño de ojos verdes.

—te prometo que voy a meter a ese imbécil a la cárcel, si es que no lo mato antes.

Erick suelta un suspiro y sé que el tema todavía le afecta.

Lo abrazo y él me corresponde de inmediato.

Zabdiel carraspea a nuestro lado.

Se me había olvidado completamente que mi mejor amigo estaba en la habitación.

—Joel, no vas a hacer nada contra ese cirujano, porque Chris ya le rompió la cara y estoy hablando de que literalmente le rompió cinco huesos de la cara.

Yo lo miro impresionado.

—tu novio cada día me cae mejor.

Zabdiel niega con la cabeza.

—ahora está hablando con los policías, porque romperle cinco huesos de la cara a una persona es un delito, Joel.

Yo suspiro.

Es muy injusto que Christopher vaya a ser castigado por golpear a un violador.

No voy a dejar que lo metan a la cárcel, voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que Chris salga en libertad.

—Joel, sé que debes estar pensando que no vas a dejar que encierren a Chris.

Diablos, a veces me impresiona la capacidad de Zabdiel de meterse en mi cabeza.

—Chris los grabó, tiene pruebas contra el cirujano y eso lo va a ayudar a no ser encerrado.

Yo asiento y estoy feliz porque ese infeliz va a estar mucho tiempo en la cárcel.

Miro a Erick y él está mirando a Zabdiel impresionado.

—¿Chris hizo eso por mí?

Zabdiel asiente.

—él haría todo por ti, Erick.

Los ojos de Erick se llenan de lágrimas y yo lo abrazo.

—tranquilo, bebé, Chris y tú estarán bien.—susurro en su oído.

Siento como se tranquiliza entre mis brazos.

Vamos a superar esto.

Erick es un chico muy fuerte y nada ni nadie podrá vencerlo.

Yo estaré a su lado pase lo que pase, no pienso cometer el mismo error dos veces.

Lo amo y lo ayudaré a superar esto.

Miro a Erick y veo que está durmiendo tranquilamente acurrucado en mi pecho.

Todo lo que necesito, está frente a mí.

Erick es el único que puede llenarme tanto de felicidad, tan solo existiendo.

Lo amo y nunca dejaré de amarlo.