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Llegamos a mi edificio, le pago al chófer y saco a Erick con cuidado del taxi.

Siento como se tambalea y lo afirmo mejor, luego entro al edificio y posteriormente me subo al ascensor junto a él.

Pongo el número de mi piso y luego siento como su mano se mete bajo mi camiseta.
Muerdo un poco mi labio al sentirlo y luego siento como empieza a pasar su mano por mis trabajados abdominales.

—oh por dios, si que estás bueno Joel—dice Erick, arrastrando las palabras.

Yo me sonrojo por su comentario, entro en razón y quito su mano rápidamente.

Dios, se sintió tan jodidamente bien su mano acariciando mi piel.

Si es que él no estuviera borracho, lo hubiera acorralado contra la pared y le hubiese hecho de todo eso que sé hacer muy bien.

Pero no, debo controlarme.

No está en sus cinco sentidos y no voy a aprovecharme de eso para llevarlo a la cama.

Obviamente las ganas no me faltan, pero no quiero ser un idiota.

No con él.

Llegamos a mi piso y abro la puerta de mi departamento, sin dejar de ayudarlo a caminar.

Estoy seguro de que si lo suelto, va a caerse y no voy a dejar que eso pase.

Lo cargo entre mis brazos para que se me haga más fácil llevarlo y camino hasta mi habitación.

—¿qué me harás ahí?—dice Erick en un balbuceo, mientras se muerde el labio mirándome.

—vas a dormir—le digo acostándolo en mi cama.

Debo controlarme.

Erick está borracho y sé que si estuviera sobrio claramente no hubiera dicho ni hecho lo que hasta ahora ha ocurrido.

No puede ganarme la calentura y eso es complicado, porque evidentemente este chico me tiene muy mal.

Salgo de mis pensamientos al sentir su mano bajo mi camiseta otra vez.

Está acariciando mis abdominales.

Cierro los ojos y dejo que lo haga, no quiero resistirme, solo dejaré que me acaricie, nada más.

Siento como baja su mano lentamente hasta mi pantalón y yo me muerdo el labio al sentir una corriente en mi entrepierna.

Mierda.

Alejo su mano rápidamente y retrocedo.

—E-Erick, debes dormir—digo nervioso.

—no quiero, yo te quiero a ti aquí conmigo—dice mordiéndose el labio.

Niego con la cabeza y me voy rápidamente de la habitación, para después cerrar la puerta.

Suspiro cuando ya estoy afuera.

Por poco logra controlarme, simplemente, con él no puedo.

Miro mi entrepierna y suspiro al ver una erección.

No puede ser.

¿Con sólo palabras y caricias logra levantarme el pito?

Bufo.

Soy un estúpido.

Voy al baño para arreglar el problema con mi miembro, intentando no hacer mucho ruido.

(...)

Salgo del baño y suspiro.

Esto no volverá a pasar, no puede volver a pasar.

Me quito la camiseta y los pantalones, quedando solo en bóxer; así es como normalmente duermo.

Camino al sillón, me acuesto y tomo una manta, cubriéndome con ella.

Miro el techo.

¿Por qué este chico tenía que llegar justo al mismo hospital en el que yo estoy?

Podríamos perfectamente habernos conocido en otras circunstancias, estando en lugares separados y sin romper ninguna puta regla.

Que rabia.

Ahora sí sé lo que siente Zabdiel con Christopher.

Es horrible que te sientas atraído hacia una persona pero no puedes intentar nada por miedo a que te despidan del trabajo.

Vaya, esto no debería haber ocurrido.

Suspiro y me acomodo en el sillón, obligándome mentalmente a dormir.

Necesito descansar y al despertar, espero que ese chico solo haya sido un sueño.

Un sueño muy bonito.

(...)

Siento como alguien toca mi brazo y me quejo, abriendo lentamente los ojos.

Lo veo a él, el sueño más bonito y peligroso que he tenido jamás.

—uhm... d-dime que no...—me dice apenado, mientras juega con sus manos.

Sé a lo que se refiere.

Evidentemente quiere saber si tuvimos sexo, porque él despertó en mi cama y sé que es lo primero que cualquiera hubiese pensado.

—no, Erick... no tuvimos sexo, tranquilo—le digo reconfortantemente.

Me sonríe aliviado.

Me siento en el sillón y me quito la manta de encima.

Siento una mirada sobre mí y levanto la mía, notando que Erick está mirando mi cuerpo.

Me pone nervioso.

Recorre sus ojos por mi pecho desnudo, bajando lentamente por mis abdominales y luego lleva su mirada a mi miembro.

Erick, Erick, Erick, no sé que pretendes, pero si sigues mirándome así, volverá a aparecerme una erección y yo no quiero eso, tú tampoco lo quieres o eso creo.

Se sonroja al notar que lo estoy mirando, sabe que lo descubrí mirándome el pito.

Río mentalmente.

—uhm... ha-haré el desayuno—tartamudea y se va rápidamente a la cocina.

Río disimuladamente.

Me levanto y voy a mi habitación para poder vestirme.

Se ve muy tierno así de nervioso.

yo lo puse nervioso y se siente bien ser la razón de eso.

Salgo de mi habitación vestido y siento un olor delicioso.

Waffles.

Camino a la cocina y lo veo preparando el último waffle.

Saco la miel líquida y la pongo sobre la mesa.

Me mira y me dirige una sonrisa, yo se la devuelvo.

Sé que recordará lo que pasó anoche y no tendrá esa sonrisa en la cara.

Vaya Erick, quiero tenerte más seguido en mi departamento.

Aunque eso implique poner en riesgo mi empleo, no me importa perderlo si se trata de él.

No sé como este chico ha logrado sacar esta faceta de mí.

A este Joel no le importa quebrar las reglas, tampoco le importa perder el trabajo y lo que más miedo me da es que a este Joel, ese chico de ojos verdes, puede hacerlo pedazos muy fácilmente.

Él me vuelve vulnerable.

Y eso no me gusta para nada.

Joerick anatomy || Joerick/Chrisdiel ||terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora