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Ha pasado un año desde el incidente con el cirujano y realmente ha sido un año difícil.

A Chris lo encerraron en la cárcel por unas dos semanas, el cual fue el tiempo que duró el juicio.

Para él fue realmente duro estar dos semanas encerrado con asesinos y violadores.

Lo pasó muy mal y obtuvo varios traumas de aquel lugar.

Sin embargo, Zabdiel ayudó a Chris a superarlo junto con un psicólogo, con el que no tardó más que un par de meses en sanar.

Ahora ambos van a casarse en un par de días, así que no hemos podido pasar mucho tiempo juntos por los preparativos de la boda.

En cuanto a Erick y a mi, nosotros estamos mejor que nunca.

A Erick le costó mucho trabajo superar lo ocurrido hace un año y al principio, lamentablemente no pude acompañarlo a sus sesiones de psicólogo porque seguía estando en cama sin poder moverme por el atropello.

Cada vez que terminaba su sesión al psicólogo, él terminaba temblando y llorando, así que Zabdiel me hizo el favor de acompañarlo a cada sesión y luego llevarlo a casa para que yo pudiera consolarlo.

Siempre que llegaba a casa, se echaba a llorar en mi pecho por horas, hasta que se quedaba dormido.

Eso me partió completamente el corazón y me dolía tanto verlo así por un idiota.

También tardó unos seis meses en volver a querer tener relaciones sexuales.

Yo nunca lo obligué ni le propuse nada, pero él me decía que quería, sin embargo, cada vez que lo empezaba a tocar, recordaba lo que había ocurrido y otra vez lloraba.

Actualmente, no hablamos del tema del cirujano y creo que es mejor así, porque por lo visto ese tema ya está superado por mi pequeño y lo que menos quiero es volver a abrir la herida.

Además que el idiota va a estar treinta largos años metido en la cárcel.

Nuestras vidas han vuelto a nacer y con Erick nos queremos más que nunca.

Nos tomamos una semana de vacaciones por la boda de nuestros mejores amigos.

Ellos quisieron casarse en Paris, porque es la ciudad del amor y quieren sellar su amor por siempre.

Algo muy cursi si me lo preguntan.

Para contextualizar mis últimos tres días con Erick en esta ciudad, nosotros no hemos salido del hotel.

Nos la pasamos probando posiciones nuevas en la cama.

Algunas si que salen mal y terminamos con las piernas moradas, pero hay otras que nos llenan de placer y que volvemos a intentar una y otra vez.

Miro a Erick recostado en mi pecho y sonrío.

Literalmente es el ser más hermoso de este planeta y lo amo más que a mi vida entera.

Me besa, interrumpiendo mis pensamientos y yo le correspondo.

Él profundiza el beso y sé lo que eso significa.

Hemos hecho el amor tres veces en el día y por lo visto mi bebé quiere una cuarta vez.

Obviamente yo también quiero.

Con él siempre quiero.

Empieza a bajar besos húmedos por todo mi cuello y yo jadeo.

Siento como empieza a bajar sus besos cada vez más, llegando hasta mi abdomen.

Cada beso que está dándome, envía una ola de electricidad a mi entrepierna y siento como cada vez que baja, se endurece más.

Lo miro atentamente y saca su lengua para pasarla lentamente sobre la punta de mi miembro.

Yo gimo en respuesta y siento como mi entrepierna empieza a doler, pidiendo más.

Se mete todo lo que puede a su boca y empieza a succionar con habilidad.

No puedo evitar tirar hacia atrás mi cabeza, soltando gemidos de placer.

Al sentir como saca su boca de mi miembro, lo miro y me sonríe maliciosamente.

No sé que significa esa sonrisa, pero presiento que no me va a gustar nada su significado.

Pasa su lengua lenta y dolorosamente por mi largo.

Mis manos aprietan las sábanas y lo miro a los ojos, pidiéndole más.

Él vuelve a sonreírme con malicia y vuelve a hacerlo.

—E-Erick—le digo con dificultad por lo mucho que está doliendo mi erección.

Él me mira sonriendo y niega con la cabeza.

—pídemelo y lo haré—me dice, viendo directamente a mis ojos.

Está intentando tomar el control y sonrío de lado, porque aunque intenta ser malo, es un bebé y no puedo evitar sentir ternura cada vez que hace algo como esto.

Y bueno, claro está que yo voy a ser el único que tendrá el control en la cama.

Lo doy vuelta, quedando sobre él y noto como está mirándome impresionado.

Él no lo esperaba para nada.

—Joel, nunca me dejas tomar el control!—me dice haciendo un puchero.

—y jamás te dejaré tenerlo—le digo sonriendo y lo beso. 

Corresponde mi beso y yo empiezo a tocar suavemente su cuerpo esculpido por los dioses.

Él jadea en respuesta.

Siento como me abre las piernas y yo sonrío contra sus labios, porque sé que me necesita.

Mientras lo acaricio con una de mis manos, con la otra tomo unas esposas que compré el día anterior y se las pongo, amarrándolo a la cabecera de la cama.

Al sentir que le pongo las esposas, siento como se separa del beso sorprendido.

—¿Q-Qué haces?—susurra mirándome.

—va a gustarte, lo prometo—le susurro en su oído y seguido a esto, paso a morder el lóbulo de su oreja.

Lo escucho jadear y yo sonrío.

Me acomodo entre sus piernas y tanteo mi miembro contra su entrada.

Él intenta mover sus caderas contra mí y sé que quiere que entre.

Yo sonrío maliciosamente y me quedo solo rozando su entrada.

—J-Joel!—me dice desesperado.

—¿Cuál es la palabra mágica?—le digo con la voz ronca, cerca de su oído.

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Sé que esperaban una parte como esta puercas 😈

Gracias por el apoyo! Ya van más de 2k de leídas, no saben lo feliz que estoy con esto.

Joerick anatomy || Joerick/Chrisdiel ||terminada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora