Taehyung esperaba en la entrada de la escuela; estaba temblando por el frío aire, revisando su reloj cada dos por tres y observando cuidadosamente a todos los alumnos. Faltaban sólo cinco minutos para que la clase empezara, pero aún no veía a Sook por ninguna parte.Le mandaba mensajes a lo loco, pero estos no recibían respuesta, ni siquiera habían sido leídos aún. Solo estaban allí, adornando el fondo de su celular junto al contacto de su mejor amiga; simplemente no había rastros de ella.
El timbre sonó cuando pasaron otros cinco minutos y Taehyung decidió esperar un minuto más. Pero esperó, y esperó, pero al ver que nadie más llegaba, decidió irse y correr hacia su salón. Lo recibieron varias miradas que lo incomodaron un poco y el profesor lo regañó por haber llegado tarde a su clase. El chico tomó asiento y sacó sus materiales
Como de costumbre, no prestó atención a la clase, pero en vez de quedarse dormido o comenzar a dibujar en sus cuadernos, estaba pensando en la chica. ¿Por qué no vino? ¿Dónde está? ¿Qué le habrá pasado? ¿Está mal? Su cabeza comenzó a dolerle y se talló los ojos fuertemente recordando el día anterior.
Ese día no le había prestado tanta atención a Sook, o bueno; no le prestaba atención a lo que le estaba diciendo en su casa, sino a la reacción que la chica tuvo durante el partido del chico. Su mente vagaba por esos recuerdos y la hermosa sonrisa Sook le mostró mientras él corría por la cancha y anotaba puntos.
Pensó en la posibilidad de qué tal vez estaba muy enojada con él y no quería verlo, por no haber prestado atención a la pequeña asesoría que Sook le había ofrecido y que tomaban de costumbre. Ahora estaba muerto de miedo y se sentía culpable por la ausencia de la chica.
Estuvo así durante el resto del día escolar; consumido por sus pensamientos y preguntándose la razón detrás de la primera falta en todo el ciclo escolar de Sook. Cuando estaba comiendo algo en la cafetería, Raegun fue con él a sentarse.
—Hey, cap, ¿por qué tan distraído?—se lleva un bocado de pasta a la boca.—Digo, siempre lo estás, pero ahora ni siquiera has tocado el Kimchi.—Taehyung volteó a ver su plato y ciertamente; la comida estaba intacta.—¿Pasa algo? ¿Es el partido de la próxima semana?
No, no era eso. Era la desesperación de no ver a su amiga junto a él, de pensar que podría estar herida y qué tal vez ya no le agradaba y por eso dejó de presentarse y hacerle bromas sarcásticas. Sí; todo un drama por solo faltar a la escuela un solo día, pero Sook jamás había faltado, y eso solo lo hacía más extraño.
Decidió saltarse el taller e ir a casa de su amiga, para al menos asegurarse de que estaba bien. Corrió por las calles y llegó al vecindario ya sudando; tal vez no entrenó con sus compañeros, pero esa corrida de la escuela a su vecindario ya podía contar cómo hacer ejercicio para él, más tomando en cuenta la velocidad a la que iban sus pisadas.
Al llegar a la casa de su mejor amiga, tocó con desesperación la puerta, tratando de calmar su respiración a la vez. Nadie abría.
—¡Han Sook!—gritaba a todo pulmón.—¡Han Sook, abre ya!—comenzó a desesperarse.
Se detuvo por un momento, pasando sus manos por sus cabellos, con sus nervios y su preocupación al mil. De repente, el sonido de unas llaves lo alertaron, acercándose más a la puerta principal. Escuchó cerraduras abriéndose y supo que al fin alguien lo había escuchado.
—No hagas tanto ruido, ¿quieres?—Sook se asomaba por la puerta; su rostro se veía bien, ni siquiera estaba desarreglada, de hecho se veía bien en el casual atuendo que llevaba puesto.—¿No tenías hoy tu taller de básquet? ¿Qué demonios haces aquí?
Taehyung terminó de abrir la puerta por completo, tomando a su amiga de los hombros y comenzando a escanearla de pies a cabeza, revisando si es que tenía alguna herida o si algo amaba mal con ella; nada.
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𝒰𝓃𝒹ℯ𝓇 𝒯𝒽ℯ ℛ𝒶𝒾𝓃 [ᴷⁱᵐ ᵀᵃᵉʰʸᵘⁿᵍ] ❥ completa
FanfictionUn día bajo la lluvia lo cambió todo. Los días siguientes parecían ser normales para Kim Taehyung, pero Sook tuvo que sufrir a diario el calor que tornaba sus mejillas rojas, las mariposas en su estómago, los nervios de tenerlo cerca y los celos de...