𝒻𝒾𝓃𝒶𝓁

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Sook juntaba sus cosas y las guardaba en su bolso, con sus ojos pesándole y unas grandes ojeras bajo estos, causándole un rápido bostezo. Antes de dejar su lugar de trabajo miró por la ventana, notando que ya había unas cuantas gotitas de llovizna golpeándola.

Suspiró y corrió a la entrada principal de la empresa, esperando salir y llegar a casa antes de que la tormenta se desatara, pero llegando a las puertas ya era tarde. El cielo comenzó a tronar, las gotas de lluvia aumentaron tanto en tamaño como en cantidad y pronto comenzaron a formarse pequeños charcos en el suelo.

Sabiendo que no traía paraguas ni nada con que cubrirse decidió tomar el riesgo de salir corriendo y refugiarse en dónde se le permitiera, pasando de techo en techo hasta que llegó a una pequeña tienda de conveniencia. Entró y preguntó por paraguas, que lastimosamente se habían agotado, y estaba por marcharse cuando se le ocurrió hacer algo.

Compró dos vasos de fideos instantáneos, leches de sabores y palomitas acarameladas, y decidió seguir corriendo. Llegó hasta la entrada del vecindario, notando que allí estaba diluviando más que en otros lugares, y estaba por darse por vencida y esperar bajo la pequeña casita de madera del parque cuando vio un paraguas negro aparecerse entre los coches.

Supo de inmediato de quien se trataba, pero esperó hasta que el atractivo rostro decidió mostrarse, dándole la oportunidad de ver a su hermoso novio, sonriendo, casi burlándose del estado en el que estaba Sook; sus cabellos empapados, su ropa húmeda, sus maquillaje ligeramente corrido y la pequeña bolsa de plástico llena de gotitas.

Fue Taehyung quien se acercó más antes de que Sook pudiera decir o hacer algo, llegando a refugiarla igualmente bajo el paraguas y mostrándole una cálida sonrisa.

—¡Vamos!—habló el chico sonriendo, causando que Sook sostuviera el paraguas posando su mano sobre la de Taehyung, quien comenzó a correr junto a la chica en dirección a su propia casa.

Llegaron con respiraciones agitadas, sus zapatos inundados y el paraguas mojado a más no poder. Soltaron risitas recordando la primera vez que pasó algo como aquello, cuando Sook se quedó esperando por Taehyung bajo la casita del parque y este había llegado como perro recién bañado. Cuando las risas fueron disminuyendo, el chico decidió hablar.

—Ve a bañarte, —sugirió.—te vas a enfermar.

—De acuerdo.—asintió la chica retirándose junto a Taehyung al cuarto del chico, quien sacó de su armario cierras ropas, ropas que Sook recuerda haber comprado junto a su actual novio para la supuesta chica que le gustaba. Volteó a ver a Taehyung y este solo sonrió.

—Aprovechando la situación...—dijo con cierto tono de picardía en su voz, retirándose del cuarto. Sook se quedó negando con la cabeza con una clara sonrisa en su rostro.

—Ay, Kim...—soltó por lo bajo, dirigiéndose al baño, dejando que el agua caliente recorriera su cuerpo y le hiciera sentir calma y comodidad.

Una vez más tranquila y sintiendo menos frío, se dirigió a la cocina con una toalla enredada en su cabello. Al llegar vio a Taehyung vaciando la bolsa de plástico en la que llevaba la comida que había comprado. Taehyung sonrió al ver que los fideos eran medianamente picantes y dirigió su mirada hacia Sook, quien soltó una risita mientras ponía a hervir agua en una olla.

—Como si no te conociera...—soltó con una sonrisa, prendiendo la estufa y esperando pacientemente a que el agua reaccionara al calor.

Se quedó viendo el agua por un rato y de ella comenzaban a salir burbujas pequeñas que se elevaban y desaparecían al tocar la superficie. Al ver que estaba a nada de hervir, decidió ir por los vasos y echar tanto los fideos como los sobres con el polvo y esperar a que se cocieran.

𝒰𝓃𝒹ℯ𝓇 𝒯𝒽ℯ ℛ𝒶𝒾𝓃 [ᴷⁱᵐ ᵀᵃᵉʰʸᵘⁿᵍ] ❥ completaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora