☔︎
"Genial..."
Sook admiraba cómo las gotas seguían y seguían cayendo, una tras otra, haciendo que el olor a tierra húmeda se hiciera presente, pero no más que otro olor. El perfume, su perfume. Olía increíblemente bien, ni muy dulce ni muy agrio; justo en el punto. Eso le agregaba puntos extra al atractivo del chico.
Entre las respiraciones de ambos el interior de la casita fue calentándose un poco, dándoles un poco más de confort, pero no el suficiente para Sook. Salió de su casa solo para pensar, pero no creyó estar fuera hasta tan tarde. Su piel se iba poniendo chinita y sentía como su labio inferior se movía rápidamente de abajo hacia arriba.
El chico lo notó.
—¿Te mueves un poco para allá?—le preguntó después de fácil unos 15 minutos de silencio.
—¿U-uhm?—incluso la voz le temblaba.
—Solo serán unos segundos.—sonrió un poco y la miró a los ojos, para convencerla.
Al no saber qué más hacer, ella comenzó a recorrerse un poco, para darle el espacio necesario al chico. Este, al ver que ya podía estirarse más, se quitó su saco café y lo colocó sobre los hombros de su compañera.
Con el saco bastó para hacer que la piel de gallina de Sook fuera desapareciendo lentamente; era un resguardo, algo con lo que se sentía protegida de las frías lluvias. Miró cómo los labios del chico comenzaron a ponerse ligeramente morados y pensó en lo muy tierno y considerado que había sido al preferir protegerla a ella antes que a él mismo.
—Quédate aquí.—por primera vez pudo escuchar una voz más grave de lo normal, más seria y muy firme.
Esta vez el escalofrío que recorrió su cuerpo no era por el frío, sino por lo mucho que le sorprendió ese peculiar tono de voz que no conocía de su compañero. Aún así, no supo que decir; parecía una orden, así que solo se quedó sentada y asintió con la cabeza.
Vio cómo Taehyung salió del único refugio que tenían y corrió entre la lluvia, ensuciando sus zapatos y exponiéndose a la lluvia. Estaba sorprendida y creyó que la había abandonado. No sabía que más hacer, no quería salir del pequeño techo de madera y se quedó allí, viendo el piso, sentada en la tierra, aún con su uniforme escolar puesto.
"J-amás d-deb-bí s-seguir-rlo..."
Identificó pasos, que hacían ruido al pisar los charcos y el lodo. Levantó la vista al frente y visualizó al chico con un paraguas negro. Sus cabellos mojados le tapaban los ojos y sus prendas húmedas se pegaban a su bien trabajando cuerpo. Su nariz roja y sus labios temblando.
—¡Ven, corre!—le gritó y ella obedeció. Se levantó, corrió junto a él y comenzaron a caminar.—Te llevaré a mi casa, ¿de acuerdo?—entre el ruido no podía hablar normal, literalmente gritó esta pregunta al oído de Sook.
—¡S-sí!—murmuró y asintió con la cabeza.
—Bien, vamos.—ambos sostuvieron fuerte el paraguas, llegando a tocar sus manos y sentir lo frías que estaban. Corrieron, corrieron mucho y por bastante tiempo, entre el frío, el agua y la niebla.
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—¡Dios, concéntrate!—Sook colocó sus manos en su cabeza y comenzó a peinar sus cabellos hacia atrás por la frustración.
—Jejeje, perdón...—dijo el chico mordiendo su lápiz, recargado en su brazo derecho sobre la mesa de madera.
—A este ritmo vas a reprobar.—seguía con su cabeza recargada en sus brazos.—Hay que repasar todo desde el principio.—sacó otros libros de su mochila.
—¡No!—alargó la vocal mientras colocaba su labio inferior sobre el superior y simulaba los ojos de un cachorro.—Ya aprendí eso, sigamos con este tema.—señaló un título en su libro.
—Basándome en lo que tuviste mal en estas, —señaló su libreta.—no, no te lo aprendiste.
Un "Oh" extremadamente largo, y que iba subiendo de tono mientras lo pronunciaba, salió de los labios de Taehyung.
—Necesito un compás para explicártelo.—buscó en su estuche, sin encontrar lo que necesitaba.—¿Tienes uno?—volteó a verlo.
—Sobre el escritorio en mi cuarto.—dijo con un tono de puchero.
—Madre mía, que caprichoso.—dijo al levantarse y dirigirse hacia dónde le había dicho el chico.
Al entrar visualizo la cama bien tendida, los libros sobre esta y el escritorio junto a unos libreros llenos. Rió al ver que el chico en serio era muy ordenado. Se le hacía muy gracioso como Taehyung era de los seres más organizados que alguna vez pisaron la tierra, pero de los más inútiles en aprender ciertas cosas.
"Si tan solo fuera tan bueno estudiando como es ordenando..."
Ciertamente el compás estaba sobre el escritorio. Sook lo tomó y quiso salirse de ahí, pero al levantar la vista notó una foto enmarcada que estaba cuidadosamente colocada en las repisas que se encontraban arriba.
La tomó y le hecho un vistazo. Rió al verla. Salió del cuatro con el compás en su mano izquierda y la foto en la otra; aún viéndola, escaneándola.
—¡Hey, Taehyung!—este volteó al ser llamado.—¿En serio enmarcaste esto?—le mostró la foto.
—Sip, es de mis favoritas.—sonrió mientras veía de igual forma la foto.
—¿Por qué te gusta tanto?—preguntó Sook riéndose.
—Por tu cara. ¡Mírate: toda una morrita!—dijo señalando primero la foto y luego el rostro de la chica junto a él.
—¡Aish! ¡Esto fue literalmente hace 5 años!—se quejó.
—Igual, te ves increíblemente mal.—río.
—¡Ay sí! ¿Y tú sales como todo un príncipe azul, no?—nótese el sarcasmo.—Me estaba quemando con tu bendito ramen, ¿de acuerdo?
—También yo, —justificó.—y aún así salgo bien.—peinó sus cabellos hacia atrás con sus manos.
Sook admiró al chico. Demonios. Tenía razón.
Por más que intentara regresarle las palabras, era imposible. Taehyung se veía bien siempre, todos lo días; jugando, tomando agua, incluso roncando (así como lo hacía en varias de las clases).
No podía despegar sus ojos, que estaban fijos en el rostro de su amigo. Era demasiado atractivo. Las mejillas de Sook habían sido estampadas contra mil cajas de rubor y sentía como un hormiguo subía por su estómago.
—Bueno, sigues siendo igual de tonto que en ese momento.—señaló una última vez la foto y regresó a dibujar un círculo con el compás.
—야~! [ia]—volvió con sus pucheros.—¡Eres muy cruel!—
"¡Mira quien habla!"
—Silencio y resuelve esto.
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𝒰𝓃𝒹ℯ𝓇 𝒯𝒽ℯ ℛ𝒶𝒾𝓃 [ᴷⁱᵐ ᵀᵃᵉʰʸᵘⁿᵍ] ❥ completa
FanfictionUn día bajo la lluvia lo cambió todo. Los días siguientes parecían ser normales para Kim Taehyung, pero Sook tuvo que sufrir a diario el calor que tornaba sus mejillas rojas, las mariposas en su estómago, los nervios de tenerlo cerca y los celos de...