∴21∴

34 8 0
                                    


Sus ojos le pesaban, pero aún así, Sook se atrevió a abrirlos y en cuanto su vista comenzó a enfocarse, su cuerpo se tensó, y se le olvidó cómo respirar por una fracción de segundo: su nariz estaba a nada de tocar la de su mejor amigo, que dormía serenamente, respirando con calma, sin emitir ningún tipo de ruido y con las sabanas resbalándose por su cuerpo cada vez que sus pulmones se inflaban.

Esa vista no le molestaba, en absoluto, pero pudo sentir las sangre corriendo hasta sus mejillas, adornándolas con un tono rosado. Sook selló sus labios y ahogó un grito, tratando de calmar su respiración, sintiendo como hasta el más pequeño músculo en su cuerpo se volvía hielo.

Los labios de Taehyung estaban medio abiertos, sus pestañas no se movían, sus cabellos cubrían su frente desordenadamente y su cara estaba medio enterrada en las cobijas. Era un hermoso escenario. Sook veía frente a sí una obra de arte; Taehyung es un ser demasiado perfecto, tan perfecto, que ni el artista más talentoso lograría dibujar/pintar/esculpir tanta belleza, tanto atractivo.

Perdió la cuenta de los segundos, cuando pudo notar que las pestañas de Taehyung comenzaban a revolotear de arriba hacia abajo, y en un impulso Sook cerró los ojos, tratando de no forzarse y que se viera lo más natural posible. Alcanzó a escuchar cómo las cobijas se movían a la hora en la que Taehyung gruñía y se apoyaba en algún lugar del... ¿del o de la...?

A penas comenzaba a preguntarse en dónde se encontraba; solo recordaba que estaba teniendo una noche de películas con su mejor amigo. Quizás estaba en la sala, o quizás Taehyung la llevó al cuarto extra en su casa y descaradamente se acostó con ella. Sook entró en pánico, pero se esforzó en mantener sus ojos cerrados sin que se viera falso.

—Sook...—solo escuchar su nombre le erizó la piel, y sintió cómo en su frente ansiaba hacerse presente el sudor, pero se contuvo.

La garganta de Taehyung seguramente estaba rota, al menos por la forma en la que había pronunciado el nombre de Sook; una voz tan ronca y gruesa, tan profunda y rasposa. Sook ya podía imaginarse a Taehyung con los cabellos enredados, sus ojos entrecerrados y sus labios ligeramente secos; tan atractivo, tan tan tan guapo.

La chica abrió los ojos de golpe, sintiendo como se resbalaba y sus piernas tocaban el frío suelo. Recuperándose del impacto de la caída y retirando las cobijas de encima suyo, logró voltear hacia arriba, viendo a Taehyung como se lo había imaginado, pero superando un poco sus expectativas; se veía demasiado, demasiado bien.

—No te hagas; se que estabas despierta.—dijo con su tan encantador tono grave.

Después de verlo a él y retener un sonrojo, decidió girar su vista en todas las direcciones posibles, notando después que ciertamente estaban en la sala de la casa del chico. Ya sabía en dónde estaba, pero aún se sentía desorientada, así que volteó a ver a su amigo, y con la garganta seca le hizo una pregunta:

—¿Qué hora es?

—No sé...—bostezó mientras estiraba sus brazos y cerraba los ojos placenteramente.

Sook se estiró de igual forma, inhalando fuertemente algo de aire, y despeinando después sus propios cabellos un poco. Puso sus dos pies firmemente en el piso y con el apoyo de su mano izquierda logró enderezarse. Se estiró una vez más antes de buscar por la sala su celular, abriendo sus ojos de par en par con solo ver la pantalla bloqueada: 13:53

—¿Y qué hora es?—preguntó el chico vea mientras se levantaba y se acercaba a ella, asombrándose igual al ver la hora.

—Mierda...—suspiró la chica.—P-pero, —tartamudeó.—t-tus pad-dres n-nos ha- —fue interrumpida.

𝒰𝓃𝒹ℯ𝓇 𝒯𝒽ℯ ℛ𝒶𝒾𝓃 [ᴷⁱᵐ ᵀᵃᵉʰʸᵘⁿᵍ] ❥ completaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora