baile

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Maicol

El arcoiris plantado cerca de la casa fue el murmullo desorientado que perjudicó el inicio de semana, a penas estábamos juntos en familia. Julián ya no iba al médico de vez en cuando se escapaba con Samantha. Y dado que mi padre estaba trabajando no tenía el tiempo para todos nosotros.

—¿Hoy saldrás?

—¡No!—mañana es el baile

—¿Y vas a ir con mi hermanastra?

—Invite a otra chica.

—Y esperas ¿Que Samantha no lo tome mal?

—¡Hermano!—se levanto de la cama para acercarse a el. Leves palabras salieron de su boca.

¡Samantha es mi hermana!¡No puedo estar con ella!

—¿No quieres o no puedes?—su pregunta había Sido muy insatisfecha para Julián

—Mauricio me amenazó.

—¿Cómo?—dijo el hermano segundo

—Sino ayudó a Samantha, arruinara a la familia y expondrá cosas de mi padre. Por eso lo hice

—... Entonces...¿No te pagarán?

—¡No!—su rostro cambio de reacción, ocasionando una fuerte discusión entre los hermanos mayores. —Esa no era la parte del plan—sus manos pasaban por su frente sudorosa y pálida.—tenia que hacerlo, no tenía opción —ambos chicos estaban tan enojados que se fueron a los golpes.

Maicol este se detuvo en cuanto su padre llegó. Ahora sabían que el show lo había visto Alberto. Esa noche cerca a la fogata este hablo con sus 7 hijos.

¡Mauricio es malo!—sus palabras fueron muy concisas y amigables con ellos. No tardó en irse en cuanto les dijo eso a sus hijos y se marchó como si nada.

Los chicos se quedaron pensativos, aún no entendían porque el enojo hacia ellos. Una familia disfuncional y sin dinero. Aunque ellos sabían de la clase de familia que eran consideraban que había un problema más aislado a la separación de esta. Ocasionando que los niños quisieran conocer el verdadero problema aquí.

—¡Papá!—dijo Julián

—¿Déjame dormir—dijo el hombre, cogiendo toda sus cobijas y arrastrándolas hacia si

—¿Mi madre murió o alguien que conoces la mato?

El hombre abrió sus ojos de par en par. Sin pensarlo abofeteo al chico. En la familia no se podía nombrar ningún acontecimiento que hubiera marcado el dolor en la familia y uno de esos era hablar de la madre de los chicos.

—¡Deja de hacer preguntas y ponte a trabajar!—sus palabras fueron tan egoístas e irracionales hacia el chico que ni siquiera le daban trabajo por tener incontinencia urinaria.

Julián se fue a su cuarto molesto, las personas generalmente dicen que los hombres lloran en momentos de felicidad, pero ellos lloran sin importar el momento, solo se sabe que muchos les gusta llorar cuando están solos. Así nadie los juzga.

Al otro día

Prom

Estaba en la cafetería, se suponía que con la chica a la que iría a la fiesta llegaría ahí, pero los planes cambiaron cuando me encontré a quien estaba evitando ver.

Mis ojos se fulminaron cuando ella entro por esa puerta.

Te vi caminar,
te vi pasar
por aquel restaurante,
con tu vestimenta  igual a la de ayer,
con tu cabello azulado
y un poco despeinado.

Con tu hermosa y corta falda roja,
con tu suéter negro y sin dejar de lado
tus hermosos ojos negros,
que emanaban luz en el camino.

Vi como tomaste tu mochila,
junto a tu bufanda,
por un momento pensé
que me habías visto.

Pero ni llegaste a mirarme,
ni abrazarme como épocas antes
en donde
no me dejabas ir.

En ese momento entendí
que yo mismo
había dejado ir
a tan importante pecado.

Entendí
que sin ti,
nada sería igual
a como lo era antes.

Me di cuenta
que había cometido
muchos errores,
y uno de ellos,
era y fue,
dejarte ir.

Algo de mi me decía que fuera y la abrazara, pero otra parte me decía que no lo hiciera, que no la buscará. Hubieron épocas en dónde no podía dejar de estar sin ella, pero otras veces podía dejar de estar con ella. Y eso no me dejaba avanzar ¡Unas veces quiero y otras veces ya no quiero!

No tarde tanto para irme del restaurante. Estaba frustrado por todo lo que no me quería salir.

—¿No ibas al prom?—una voz gruesa me detiene

—¡Me dejaron plantado!

Ella no dejo de reírse de mi, era la primera vez que la veía tan risueña.

—¿Me estás haciendo bullying?—pregunte

—¡Claro que no!—siempre decías que en tus citas te iba bien y ahora me doy cuenta que también te han dejado plantado

—...Supongo que me investigo y se arrepintió—dijo este riéndose

—Pero hablando en la parte sería. Que mal que a los dos nos hallan dejado plantados. Es decir, sino le importas ni le interesas a esa persona, entonces no le prometas o le digas cosas que ella espera oír.

—O sería mejor no esperar nada de nadie, ni ilusionarse. Al final solo importan más las acciones, no las palabras. Ahora las personas dicen más, hacen menos.

—Eso significa —ella se cruzó en el paso del joven

—¿Que significa?—dijo el abriendo sus manos en señal de un abrazo

—Significa que no debes creerle a los demás en lo que dicen. Todos te pueden decir que te aman la cuestión aquí es ¿Que tanto lo demuestran?

—Tu punto de vista es lógico—pero debes de entender que el amor está sobrevalorado. Las relaciones también. Ahora buscamos diversión, no una propuesta de matrimonio.

—...Siempre estás en contra de lo que digo—dije enojada

—Sino te digo lo que pienso ahora, odiaras lo que piense en el futuro. Y eso no suena bien para ambos. Con el tiempo vas cambiando de mentalidad, de sueños, de aspiraciones y proyectos. Eso simbóliza madurez en el sentido de saber que se puede hacer para mejorar.

—Pero hay muchas personas que ahora buscan trabajar en su desarrollo personal y tienen más años que nosotros.

—¿Eso a que va?

—Cuando eres un adulto, tus prioridades cambian. Unos quieren desarrollar mejor su intelecto, comunicación o incluso quieren dejar de trabajar. El ser adulto implica entender que ya has perdido mucho. Y ya no te importa seguir perdiendo cosas porque al final vives con lo que Se va. Y dejas lo que no aporto en ti.

Continuará...

Hasta Que Nuestros Corazones Dejen De Latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora