Parque

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Sus ojos eran el lamento de mi sonrisa. En especial cuando divagaba en su mente, aún así quería adentrarme en ese mundo fantasioso de el , todo eso lo hacía ver indudablemente irresistible. Lo mire de reojo mientras comíamos en la apuesta soleada.

—¿Sabes que hora es?

—La verdad no se—dije buscando mi teléfono

—Recuerda que hoy debemos llegar temprano

—Si, aún piensas en ser mi donador

—Es una pregunta o afirmación

—Pregunta—dije cruzandome de brazos

—Si. Seré tu donador ¿Te molesta que lo sea?

Su mirada emanaba un poco de enojo, aún seguíamos tocando este tema. ¿Realmente valía esto la pena? Éramos dos sujetos buscando algo que nos hiciera felices, pero incluso estando juntos no había ninguna diferencia

Es raro que precisamente de todas las personas en el mundo el fuese mi donador.¿ Porque mis padres lo eligieron a el y no a otra persona?. Había algo que él sabía y por eso lo hacía o solo mis padres le habían propuesto gran suma de dinero. Desde pequeños, mis padres habían tratado a Julián como un hijo. Todo cambio cuando una noche decidí contarles a ellos, que me gustaba mi mejor amigo. Ellos me impidieron eso, estaba joven. Muchas cosas de las que decía a la primera me impidieron hacer. Cuando tenía 18 años le dije a mis padres que me quería comprar un vibrador. También me lo impidieron. Me impidieron tener relaciones sexuales abiertas por el simple hecho de no tener mi valor cuando dejara de ser virgen, como si por eso valiera más o menos pero por eso no pude ni siquiera tener esa libertad que quería. Ahora y solo ahora quieren que viva a mi manera. Pero si el temor de ver a tus hijos crecer es suficiente entonces que más se necesita para que ese temor de perder a los hijos continúe.

—¿Mañana que harás?

—Mi tía se casara—dijo el

—¿Otra vez?

—Si, está segura que este si le durará

—¿Tu te quieres casar?

—No—dijo

—Yo si me quiero casar, pero no de blanco

—Es solo un maldito papel que nadie entiende lo que dice, ni tampoco lo aplican

—eres tan amargado

—Lo mismo es con la cultura. Vestido de blanco así no seas pura, o anillos y ramos. ¿Que simbolizan?¿Para que sirven?

—Aun no lo sé, pero supongo que simbolizan el respeto y compromiso por la pareja. Sino fuese así nadie daría un anillo en señal de amor

—No se. Si me casaría. Me gustaría que fuera diferente, sin vestidos, sin anillos, sin rosas, sin eso.

—Si que eres complicado—dije

—Los jóvenes cada vez somos más complicados.

—Pues entonces quédese solo. —dije riéndome

—¿Ya son las 3 pm?—me miro frunciendo el ceño

—Si.

Ambos nos fuimos caminando hacia el centro de cardio infantil. A pesar de ser tan buenos amigos este me entrelazaba su mano a la mía. La calidez de su mano y el latido fuerte de ellas, era como si por cada paso hubiera latido 200 veces más. Sus venas totalmente brotadas me encantaban. Ver la parte exterior y sentir la interior más fuerte, eso me gustaba de el 

Nos fuimos en un Transmilenio. Subimos y decidimos tomar otra ruta, el K10 un ruta nueva, que nos dejaba cerca al hospital. Al llegar notamos que nuestros padres estaban esperándonos.

—¿Dónde estaban?—dijo Mauricio

—Llevan una semana así. Ni siquiera vienen a exámenes —dijo Arturo

—Pensabamos que no iban a venir—dije apenada

—A la próxima, avisen.

Todos llegamos a la cita. Yo me senté al lado de Arturo. Este se notaba un poco aliviado por los exámenes. Aunque se notaba molesto con Julián. Pues habíamos estado juntos y no íbamos a ninguna cita.

—¿Cuando se gradúan del colegio?—pregunto el doctor

—La otra semana —dije

—¿1 de enero?

—Si, es por ventanilla

—¿Tienen pensado hacer algo después de esto?

No pude responder nada a su pregunta aún no sabía que hacer. No quería seguir estudiando, quería trabajar. Pero era claro que para ello me pedirian experiencia. Mi padre me sonrió en cuanto acabo los exámenes.

Aún sentía un poco de enojo con el. Mauricio aparentaba lo que no era. Mi madre hacia lo mismo. Aún no sabía ¿porque estaban tan molestos conmigo?. Mis abuelos vivían muy lejos, solo íbamos acampar o a sembrar plantas medicinales. Una vez al año los veía y no siempre estábamos en diciembre. Mi familia odiaba la época navideña. En cambio yo la amaba en especial las comidas navideñas.

De pronto me di de cuenta que estaba sola con Julián. Tan deprisa estábamos comiendo en una cafetería. Este seguia sin hablar, parecía ser una computadora. Llena de algoritmos. Tenía las respuestas precisas para decir. En cambio yo me demoraba en decir las cosas y cuando decía una palabra mal, este me corregía

—Mañana quiero que vengas conmigo

—¿A dónde? Al parque otra vez—dije riéndome

—No al parque, a la boda de mi tía

Me quedé en silencio. Durante los últimos días habíamos estado saliendo al parque pero presentarme a la familia era algo muy importante para mí

—¡Samantha!

Mi mente otra vez imaginando cosas.

—Vive más la realidad —no fantasees mucho, eso provocará que en el futuro idealices cosas.

—No eres el único que lo dice

—No eres a la única que le pasa. A mí también me suele suceder. Imagino cosas y luego las borro y creo otras. Soy como alguien que crea series.

—Yo películas—dije

—Solo trata de vivir un poco esto. Fantasea otro día. Solo respóndeme ¿Quieres ir a la boda conmigo?

—Ya que insistes—dije riéndome

—Te recogeré a tu casa—dije

Este me dejó en la parada de autobuses, espero a que me subiera en uno y se fue. Sin siquiera decirme algo.

Julián.

Justo cuando me acercaba a la casa mi padre estaba tratando de manejar a sus 7 hijos. Yo era el mayor de todos así que gran parte de mi lo necesitaba.

Sus ojos se fulminaron cuando me vio cruzar la puerta. El estaba tratando de manejar las palabras que tenía para mí. Note la culpa que llevaba así que subí a mi cuarto pero este me detuvo.

—Dile las cosas a Samantha

—¿Porque yo y no sus padres?

—Le evitarás sufrimiento si llegan a enamorarse.

—¡Papá!—No lo haré yo

—Es tu hermana. Y no puedes con ella

—Sus padres son unos...no se puede. La quiero, siempre la he querido. Hasta hace poco lo supe. Y no quiero que las cosas cambien por errores de los adultos.

—Hijo...¿Estás enamorado?

—...No—dije

Continuará...

Hasta Que Nuestros Corazones Dejen De Latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora