Mi final.

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Y llegó el final...te Vi de lejos por el reflejo de tu cara en el autobús, mi  último día compartido había Sido a tu lado, mi deseo fue, verte feliz, sin mi no importaba, durante mucho tiempo había negado mi amor por ti, ahora ya no puedo, si, me enamore de ti. Y lo peor crei cada maldita palabra de tí, al menos si querías destrozarme me hubieras dicho con anticipación así no estaría debajo de mis cobijas llorando por esto. Ni puedo decir que fuimos la mejor historia de amor, sigo esperándote.  Al menos tu has entendido mi alma, los antiguos hombres, solo se atrevían a conocerme bajo las sábanas. Y tú...maldita serpiente ...me inyectaste de tu veneno y me dejaste sin fuerzas. Debí ser una anaconda para resistir tus venenos, y no me refiero solo al tuyo, sino el de todos los que una vez, me prometieron amor, bajo las estrellas.

—A dios Julián.

Mi corazón se vacío, mi estómago se comprimió, mi nariz empezó arder, mis ojos se fueron llenando de lágrimas. Estaba esperando que el siguiera su camino, ese maldito semáforo en rojo no me ayudó mucho. Sus ojos se abrieron en cuanto me vio, su maldita sonrisa y sus anteojos, lo hacían lucir interesante. No resistí, me debatí entre el infierno y el mismo cielo, su mano se inclino sobre el espejo, y yo dejé mi mano junto a la de el, todo hubiera salido diferente si hubiéramos madurado más deprisa. Yo no perteneci a su vida, ni tampoco el me quiso en ella.

Mis ojos estaban hinchados, mis lágrimas cayeron suaves, todas llegaron a mis labios. Y el lo supo ahí, yo ya lo había dejado ir, entonces ambos podíamos ponerle un punto final, o un punto aparte, o un punto y coma, o una coma. Lo que sabía era que yo ya estaba perdida, estaba decepcionada de mi y de todos. Estaba tan cansada que ya quería desaparecer me, pero incluso si lo llegaba hacer, me encontrarían.

—¡Terminaron!

Lo que estaba alrededor no pude notarlo, mi alma se había apagado, mi ser quería correr y probablemente mi estado emocional había decaído. Si me hubieran dicho que amar significa perder o ganar, entonces no me hubiera arriesgado amar, si iba a terminar rota. Y a veces es mejor alejarse que seguir siendo la plata y no el oro. Mis padres sabían que una parte de mi había muerto. Nos piden no cambiar, que seamos reales. Nos entreguemos por completo y cuánto más lo hacemos, más salimos lastimados. Si es así el amor, entonces no lo quiero, entonces es mejor no enamorarse y recurrir a el vacío y desahogo emocional con cualquier persona que sabes que no te amara.

—Me siento mareada

Mis ojos se comenzaron apagar, mi respiración no seguía su proceso, ví la vida misma ahí, mi cuerpo se tumbó, y lo único que recuerdo es que mi hermano llamo a mis padres. Y allí me fui.

El hospital estaba solo, las enfermeras redoblaban sus turnos por un poco más de salario mínimo. Mi cuerpo estaba conectado a una máquina. Suspire en cuanto desperté, mis manos estaban heladas, nadie estaba conmigo. Así que intente levántame, pero el ruido de la puerta me detuvo.

—¡Tengo que ir al baño!

—No podemos hacerte la cirugía—dijo el doctor.

—¿Que paso?...¿No es compatible conmigo?¿Tiene algo en sus órganos?

—¡Señorita!

—¿Que pasa?¿Porque no me van a operar?—mi cabeza empezó a doler, el estrés y la despedida de muchas personas me estaban dejando sin aliento.

—¡Usted está embarazada!

Mis padres estaban discutiendo fuera del hospital, la primera en irse fue mi madre. Mi padre tuvo el valor de acercarse y aconsejarme.

—Debes abortar...pagamos mucho por la universidad, y ahora se fue tu madre.

—¿Tu también me dejaras?

—... Sam...ella interrumpió.

—A veces me arrepiento de haber nacido, mi familia no me apoya, siempre me ven como la villana, si así me ven ustedes que puedo esperar que yo diga de mi. Dime ¿Alguna vez fuiste a un psicólogo y el te pregunto.¿Dime 67 cosas que ames de ti. Y sabes que respondí yo.

—¿Porque no me habías dicho que estabas en psicología?

—Yo...le dije que no amo nada de mi ...¿Y tú qué crees que haga?¿Mi autoestima está tan baja que lo único que quiero es comprensión, y ahora los dos se van a ir.

—Estas muy joven para ser madre...tu cirugía no se hará por andar abriendo tus piernas. Hazlo por ti.

—Mi respuesta sigue siendo la misma, tendré a mi hijo.

—Entonces...ya me voy.

...

Mi padre antes de irse, llamo a mis abuelos, ellos no tardaron en llegar. Mi abuelo no dejaba de abrasarme, siempre había Sido un buen abuelo. Mi abuela estaba durmiendo mientras me daban de alta. Las primeras horas fueron incómodas, no podía levantarme ni tampoco me dejaban comer nada. Después de tantos intentos por salir, pude escaparme. Todo estaba muy solo, excepto cuando me dirigí al baño, había un chico en el pasillo, en cuanto me vio corrió hacia el patio.  Comencé a perseguirlo hasta que se detuvo en un cuarto.

—¿Quien eres?

Me acerque para verlo, su cara estaba cortada, no tenía ojos y sus manos estaban frías.

—¿No te habías ido?

—Yo te di mis órganos y a cambio de eso me quitaste la vida.

Desperté asustada, mis abuelos estaban despiertos y ambos estaban llorando. Ya era de madrugada. Se suponía que la cirugía se llevaría hoy.

—Tuve una pesadilla.

—¡Dile!

—Yo no puedo—dijo mi abuela llorando.

—¿Le pasó algo a mi hermano?

—El está bien, es sobre tu cirugía.

—Ya tome la decisión, no abortare, le diré a Julián que estoy embarazada, el necesita saberlo.

—Es ese el problema.

Mis manos empezaron a temblar, comencé a entrar en desesperación. Mi abuelo no podía decirme las cosas.

—Julián, ya no está con nosotros.

—¿Pero si el se había ido. Ustedes mienten—dije llorando.

Me levanté de la cama. El estaba bien, como que ya no está, si el estaba vivo cuando lo ví.

—El vino está mañana a la cirugía y sus órganos fueron trasplantados a otro paciente. El dejo un testamento

—No, el no...no está muerto...lágrimas...mi Julián no...el debía de estar vivo. Yo...no...porque todo lo que amo se va...Julián no...

La luz invadió la pieza, los atardeceres y recuerdos se esfumaron. Estaba tan sola que no podía con tanto peso, sin creer en nada se fue a la morgue. Al menos quería que le permitieran verlo. La familia de Julián lo había permitido. Y entonces lo vio, sus ojos estaban pegados, su boca igual, su cara se había hinchado. Su cuerpo estaba sin sus órganos y huesos completos.

—...No es justo que le quiten cosas de su cuerpo. Si llegamos completos a este mundo porque nos dejan irnos incompletos. Dónde está la religión para defender esto. No...Julián...mi amor...quería decirte...que cuidare bien del bebé...estaré bien...tu descansa que ya has sufrido mucho...no pienses que estuvo mal está historia...A mí me encantó todo lo que vivimos, porque conocerte fue el mejor destello de mi vida... Y solo quiero que sepas que en otra vida si voy a estar contigo...iré a comer los helados contigo, me sentaré junto a ti para beber un café. Mi amor, espérame en el cielo en el que ambos creemos.

—Se acabó el tiempo.

—¿Su familia ya viene?

—Si, están en camino.

Abrí la puerta para marcharme, me sentí pesada después de tan poco tiempo. Mis ojos empezaron a cansarse, me sentía tan cansada que cuando llegue a la cama, solo quise despertar de todo esto y que solo fiera un sueño. Si la muerte no existiera entonces nadie estaría preocupado y afanado por hacer las cosas ahora. Pero ahora que sabemos que no existe nada al morir es cuando nos damos cuenta que la vida es esa parte que se puede perder en cualquier momento o disfrutarla.

Continuará...

Hasta Que Nuestros Corazones Dejen De Latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora