Familias

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¡Hoy estamos reunidos aquí, porque el deseo de esta pareja se ha conseguido!

Los manteles blancos posados en las mesas cuadradas. El pastel de boda, había paz. Uniones matrimoniales, funerales, despedidas, viajes...uff. Suspire en cuanto los vi, yo era feliz. Me sentía completa, me sentía feliz.

El escalofrío recorrió mi cráneo, yo te sentí hay, siempre supe que cuando muere alguien no se van del todo. Mis ojos se aguaron. Mi hija estaba ahí, tomando mi mano. ¡Lamento mucho!. Mi arete se movía provocandome cosquillas, era ella, jugueteando, o probablemente era alguno de mis nietos. Y la Vi, estaba con un vestido rojo, sus ojos eran blancos, ella me sentía, pero ya no me podía ver. Me quedé pensando en aquel suceso. Sería producto de mi imaginación o en realidad yo si estaba viviendo todo esto.

—¿Que tienes?

—Alguien me hizo cosquillas en la oreja.

—¡Ven y bailamos!

—Samantha está aquí!

—No hay nadie.

—La sentí. ¿Tu sentiste a Julián?

—Estas un poco mal. Tranquilízate.

—¡No puedo!—¡Vallamos a el cementerio!

—¿Ahora?

—Si.

Vestidos de blanco y negro se fueron a la tumba. Hacia un frío infernal. Y allí, no había tumba reconocible. Y no era la tumba de Samantha. Se quedaron minutos procesando si habían ido al correcto. No había ningún error, el problema habían Sido ellos.

—¡Despertó!

—¡Mi esposa!

—Señor, tuvieron un accidente!

—¡Olivia!

—Ella está viva, pero pregunta por su hija.

Se levantó tan deprisa para buscarla. Y estaba ahí, llorando y pidiendo que su hija estuviera con ella. Entrando en la desesperación intento hacerla quedar en cuenta que su hija ya se había ido, y Julián también.

¡Mi Samantha!

Mientras unos celebran, otros lloramos.

—¡Señor!—dijo la enfermera.

—¡Ahora que?

—Lucas, falleció hace mucho. Lo enterraron anónimo igual que a Samantha.

—¿Y cuando fue eso?

—Hace 3 años.

—¿Y Olivia no fue?

—No.

—¿Entonces al cementerio que hemos ido no es donde está el cadáver?

—No. Fueron enviados a quemar. Sus cenizas las recogieron otros parientes.

Después de andar por la calle, se dió de cuenta que habían muchas notificaciones antes del entierro de los chicos. Los crujientes pasos que se acercaban le dieron por hecho final su poca existencia. Era ella, con su vestimenta igual a la de ayer, con su bufanda roja y su vestido negro. Se acercó levemente a el y solo termino por decir (Todos merecemos llevar un nombre y morir con uno)

Su corazón latio fuerte, se dió cuenta que al ignorar su realidad estaba concluyendo su vida...todas las personas que el había conocido las había perdido y ahora ya no importaba nada...Habían creado un mundo feliz, bodas y vidas preciosas, sin sufrimiento. La perdida hace que cambiemos todo. Hacemos una nueva historia sin tener que contar un hecho histórico triste...Me di cuenta que mientras todos se iban yo iba quedando sola. Cree ese mundo de felicidad pero se acababa cuando regresaba a esto. Una vida fuera de las pantallas de la alegría. Mi impulso por gritar era más fuerte, pero las ganas de hacerlo me terminaba por callar.

¡Señor!

—¡¿Hace cuánto que llevo aquí?!

—Desde que su hijo falleció.

—¿Y Olivia?

—Desde que su esposo e hijos murieron

—¿Nunca nos casamos?

—Llevan aquí 3 años y 4 días.

Ese era el costo de vivir, el costo de morir. Renegue todo, no era posible eso. Yo cree una historia. Y la segui creando hasta ahora...A veces no entiendo porque los humanos creamos tantas historias en nuestras mentes si no podemos darles un buen cierre. Si la gente escribiera desde la mente habrían más historias trágicas. Mejores que esta.

—¿Ahora ya sabes la verdad?

—Crei que íbamos a estar juntos.

—Yo también, pero ese día de la muerte de nuestros hijos nos estrellamos y yo no recordaba nada y tu, tampoco.

—Detesto mi imaginación.

—De hecho es un buen remedio para usar a los muertos como vivos. Solo podemos revivirlos mediante recuerdos e historias.

—¿Que paso con mis hijos?

—Te dejaron aqui, y la mayoría se casó y tiene hijos.

—Y tus suegros?

—Murieron hace 3 meses

—¿Nos quedamos solos?

—Siempre estuvimos solos. No es excusa

—¿Para que tuve tantos hijos si ninguno se acuerda de mí?

—Parece chiste pero es anécdota..

—¿Que?

—Es mejor no tener hijos.

—Lo mismo pienso...la gente lo titula como una bendición o un regalo de Dios...pero si eres padre muy joven lo titula como amarre. Es mejor no ser padre o madre, hasta la fecha los hijos no nos hacen felices. Tuve el privilegio de saber esto, pero lo omití. Uno piensa que sabe de la vida, pero el primer error, es cuando culpamos a otros y no a nosotros.

—¿A qué edad fuiste padre?—pregunto Olivia

—A los 18

—¿Estabas feliz?

—No...me odie tanto que después de ver a Julián el enojo siguió. Quería cambiar mi nombre y mi rostro así nadie de la familia me vería como el deshonor

—Yo a esa edad estaba en la universidad—dijo riendo.

—Al menos tu si pensaste yo no.

—Conoci a Mauricio cuando estaba haciendo mi Maestría.

—Yo estaba haciendo más hijos. Pensando con lo de abajo y no con lo de arriba

—Tuve a Samantha a los 31 años.

—A esa edad falleció mi mujer. Mi hermana me la presentó y a los pocos meses la embarace. Ella quería abortar, pero le pedí que no lo hiciera.

—¿Y querías que ella abortara?

—Siempre quise. Pero nunca quise que la gente lo supiese.

—Bueno se hubieran ayudado entonces...Pero ¿Porque no le dijo?

—Porque creí que si lo hacíamos así todos, incluyendome a mi pensarian que había Sido planeado.

—Quizás yo me enoje por eso.

—¿Que?

—Yo quería que Samantha fuera como yo...pensara como yo...pero ahora me doy de cuenta que Samantha no fue mi hija. Ella dejó de serlo cuando tomo sus propias decisiones.

¡Fuimos y seremos padres temporales!

Somos y seremos una carta catalogada olvidó. Soy una paloma en busca de libertad, pero olvidó que dónde voy me cortan las alas.

Fuimos y seremos un papiro en blanco. Soy alguien temporal. Soy ese nada en busca de su libertad.

Fin...

Hasta Que Nuestros Corazones Dejen De Latir.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora