Hasta Que Nuestros Corazones Dejen De Latir.

El regreso

-¡Hace mucho frío!

-Sabes que el clima de aquí es diferente al de otro país.

-¿Tienes un saco?

-No, solo tengo ropa de mujer

-¡Maldición!

-Yo te dije que si salíamos de campamento debes de llevar tus propios artículos

-¿Sabes que no soy bueno para la tecnología?

-Si, pero yo te escribí un mensaje.

-¿Que mensaje?

-En ese te decía que llevarás ropa. Y comida

-¡Linda!-yo no ando mirando el teléfono

-Lo se...pero no debes ser tan malo.

Los retornos entre el día y la noche, el resplandor crujiente de un nuevo amanecer, retumba la vida y el sol. Fuegos artificiales se oían cerca, las chispas de colores, brotaron en el cielo. ¡Quieres ser mi esposa!. Aún no sabía porque las personas decidían hacer esos tipos de actos. Retome mi camino cuando una ráfaga de primavera ilumino la sonrisa de la chica. Ella estaba cerca de mi. No tanto para abrazarla pero si para ver esa declaración..

-Se que soy malo para este tipo de cosas, pero quiero ser honesto con todo esto.

-¡Lorena!-se que no diré esto más veces, así que seré un poco breve. Desde el momento en el que te conocí mi vida cambio por completo siempre supe que tus ojos y los míos eran piezas iguales y sin notarlo tu ya eras parte de mi. Amor, eres mi consuelo, mi arrullo, mi murmullo.

«¡Quieres ser mi esposa!»

-Antes de llorar o acoplarme a la idea de ser esposos, es que quiero ser feliz contigo no significa que solo los primeros 2 años. Envejecer y morir por ti y tu para mi.

-¡Me encanta!¡Suena rica la idea!

-Pero quiero seguir estudiando y bebés todavía no.

-Mi amor, aceptare todo. Porque te amo

Los faroles parpadeaban rápidamente, murmullos y sonidos debatían la noche.

-¡Se van a casar!

La brutalidad con la que sonreía me hacía feliz. Al parecer muchos detestan el compromiso pero yo no. Me fascinaba ver la apuesta entre el infierno y la tierra

-¡Cuando me case seré muy feliz!

-¿En eso se basa la felicidad?

-Todos tenemos un concepto mal radicado sobre la libertad y el amor

-La felicidad puede ser importante o puede ser que no.

-¿Tu eres feliz?

-Lo soy de cierta forma, pero no siempre me siento bien. Si la felicidad se trata de hacer objetivos diferentes y transformadores en tu vida, entonces es muy complicado lograr esa satisfacción.

-pienso diferente, pues si deseas una felicidad debes de recapacitar las cosas que haces bien a las que no. Cambias esos factores nulos a neutros

-A veces pienso que todo el mundo me habla de química

-Estudio física así que pueda que hable mucho de suma de vectores, producto escalar, valor absoluto o la tangente de -1 sobre un vector unitario.

-Yo estudio fotografía así que te enseñaré estereoscopia.

-Jsja. Ya no puedo con estás diferencias.

Thomas reflejo en su alfombra roja un tinte color negro, revuelto en la papeleta de café. Daba un sin fin de números uniformes.

Reconoció que la cabaña no existía, enojo e impotencia invadieron a la chica de cabello rojo.

-Eres un mentiroso, si solo querías jugar conmigo pues lo hiciste. Yo sabía que no debía confiar en tu corazón. Incluso el está abatido por la angustia y temor.

-Mira Nicol, yo soy muy honesto contigo. Se suponía que aquí estaríamos todos

-¡Aquí no hay nadie! -tu dirección debe estar mal o te la suministraron equivocadamente.

-No te vayas, por favor. Llamare a Julián. El me prometió que vendría. Pero no te vayas

-Te doy 6 minutos

Los increblantes sonidos de la música pisoteaban las piedras, unas que otras bailaban, otras refunaban. Siglos del tiempo memorables. Hablaban de tercera guerra mundial. Personas que hablan del holocausto, guerra, hambruna, fósiles, momias, músicas a nivel nacional, noticias del último momento. Año fin de la vida, y después de un tiempo aquí seguimos.

-La fiesta es por el otro lado de la casa.

Sudorosos arquetipos de arquitectura provocaban el estrés de desnudarse. La llamada sana paz contra mi hermano la recaude. Pocas personas habían asistido a este evento. Dado a esto resulte por llevarme a Nicol a un hermoso paisaje.

Mis instintos recaudaron la mayor fuerza. Ella estaba cerca de mi, los capullos que ella abría y cerraba cada vez que la penetraba con fuerza. Risueña podía oírse más que deseada. Los sulfatos de sodio que debí beber ese día para darme más gasolina.
Sus hermosas curvas auténticas daban un rigor, mayor alcance de dibujar sobre su cuerpo. Retumbabamos en esa cama con agilidad. Sus piernas enrolladas en mi cadera, me convierto en un animal, sus senos permitían ser el segundo plato de comida preferido. Llorando pude contestar tan satisfactorio, si debía de perder algo, esperaba no perderlo hoy. Sus ojos cerrados y movimientos dominantes. Recostado en su pecho le pedí matrimonio, aún sin obtener respuesta seguí hay. Esperando que no me rechazará la mujer que creía amar.

-¡Si me amas, embarazame.

-¿Cómo puedes pedirme todo eso. ?

-Te estoy pidiendo que te quites el condón

-No puedo, aún no quiero ser padre, y tú no quieres serlo.

-Entonces eres de los que no puede amar, sencillamente eres un idiota.

Mis ojos aún adormecidos le explicaron con el mejor detalle de hacer algo bien y terminar por hacerlo mal.

-Si tenemos un nene, será después por ahora quiero compartir contigo.

-¿Y este acto?¿Es de amor?

El silencio se habia apoderado. Los silbatos dañaron el momento de poder ser sinceros por una vez. El temor que el tenía era enamorarse de verdad. Quizás se arriesgaría, pero eso no sonaba nada factible.

-¡Te amo!

Ruidos crujientes tambalearon el portal. Música tambaleaba el despertar, llenos de hambre y de sueño se recostaron en la cama. Sedientos de agua se levantaron en la mañana y con un gesto horroroso se vieron sin ropa.

-Dijiste que no querías sexo conmigo

-¿Yo?¿No dije eso?¿Cuando?

Pisadas fuertes dominaban el despliegue de capullos y aguijones. Resonar del canto de las palomas y el fatigue de estos, provoco un elíxir de placer.

-Nicol, quiero que esto sea real.

Continuará...