VEINTI SIETE - NUEVO ENEMIGO

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- Elizabeth lo más rápido que pudo del hotel y tomó el primer taxi que vio, al llegar a su destino dio un suspiro de alivio pues al parecer nadie había notado su ausencia ya que todos ya estaban pasados de copas, los novios ya se habían ido hacia su luna de miel, algunos invitados ya comenzaban a retirarse, sus amigos aún seguían ahí pero los vio ocupados y no quiso interrumpirlos, su padre estaba muy tomado y se encontraba recostado en una mesa, no había señal alguna de Verónica, Margaret y Starossa, la albina se sentó en la primera silla que vio para tomar un poco de agua y a los minutos por la entrada al salón entró un rubio de ojos verdes con una mirada despreocupada como si nada hubiera pasado, se dirigió hacia sus amigos no sin antes lanzarle una mirada a Elizabeth para ver si estaba con el tonto de su prometido, y al ver que no era así sonrió alegre hasta llegar a su destino.

- Diane: Donde estabas!?

- Ban: si capitán! Ya nos ¡hip! Íbamos a ¡hip! Ir sin ti!

- Meliodas: tuve que atender una llamada del trabajo.

- Todos / Meliodas: por 3 horas?!

- Meliodas: es que era algo importante jeje

- Elaine: si usted lo dice, ya mejor vámonos, hasta Elizabeth ya se está llendo.

- todos voltearon a ver y efectivamente. Elizabeth trataba de levantar a su padre porque ninguna de sus hermanas apareció y supuso que estaban con sus novios, y Starossa con alguna mujer por ahí -

- Elizabeth: Baltra levántate - Elizabeth movia a su padre para lograr despertarlo pero el mayor estaba tan borracho que no pudo - estas demasiado borracho! Y Margaret y Verónica que no aparecen - la albina trató de contactar varias veces a sus hermanas y en un momento de desesperación hasta a su "prometido" pero ninguno contestó, volteó a ver a sus amigos y prefirió no pedirles ayuda para no ser una molestia, Elizabeth volteó a ver al hombre que le dio la vida. Dio un suspiro y tomó una decisión, se acercó a Baltra y con fuerza lo levantó y colocó uno de sus brazos en el cuello de ella y con dificultad emprendió su camino al auto, se dio cuenta de que sus amigos la vieron y quisieron acercarse a ella pero en eso ella aceleró su paso hasta desaparecer. Llego al auto, sento al hombre en el asiento del copiloto y emprendió su viaje, al llegar subió las largas escaleras hasta llegar a la habitación de su padre, lo recostó en la cama y lo arropó con una cálida manta, la albina estaba dispuesta a irse pero alguien le tomó la muñeca, volteó a ver y era su padre quien aún estando borracho logró decir unas palabras:

- Elizabeth. . .hija mía. . .perdóname -

- Elizabeth se sorprendió un poco ante las palabras del mayor pero luego recordó que estaba tomado y era normal que dijera cosas sin sentido -

- duerme Bal -

- escúchame ¡hip! Por favor -

- la albina suspiró resignada y se sentó en la orilla de la cama -

- te escucho -

- Elizabeth. . .mi pequeña Eli. . .mi consentida. . .se que desde que tu madre murió hace un año no e sido el mejor padre, yo ¡hip! Las descuidé y me enfoqué en el ¡hip! Trabajo, y por mi avaricia te comprometí con ¡hip! Starrosa y escapaste. . .pero volviste y aceptaste casarte aun odiando a Starossa ¡hip! Tus hermanas pudieron elegir a sus amados pero yo te lo impedí creyendo que era lo mejor para ¡hip! Ti, perdóname Elizabeth. . .-

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