Burlesque. [Yoonmin]

7.

Jimin estaba decidido a que quería ser parte del show, incluso consiguió libros y revistas con la historia del Burlesque.
Yoongi de verdad estaba agradecido de que el chico estuviera trabajando allí. La chica anterior era un completo desastre pero Jimin era todo lo contrario. Además, no podía negar que verlo pasear con el uniforme ajustado todas las noches era algún especie de regalo divino.
Nicky estaba sobre el escenario haciendo playback de la canción Dr. Long Jhon. Tenía un enterito transparente con bordados con brillos para tapar partes de su cuerpo. Las demás bailarinas usaban los uniformes de enfermera más sexies que Jimin había visto en su vida.
En el segundo piso, Marcus, Namjoon y Jin tenían una reunión.
—Es simple. Me hago cargo de tus deudas. Compró el lugar. Pago un millón de dólares, quinientos cada uno—le dijo Marcus a Jin entregándole un contrato.
—¿Dónde está la sociedad en esto?— Preguntó Jin leyendo los papeles. —Dijiste que sería una sociedad—le dijo a Namjoon.
—¿Qué hay de la sociedad?— Preguntó Namjoon intimidado por la mirada de Jin.
—Las sociedades realmente no van conmigo y ese trato es…
—es…muy generoso— dijo Namjoon mirando que se había puesto de pie frente al escritorio.
—Bien, porque esa es mi oferta final— volvió a hablar Marcus.
—Sabes no me incumbe, pero ¿por qué es que deseas tanto este lugar?— preguntó Jin de brazos cruzados.
—Me gusta. Cuando algo me gusta lo compro. Siempre fui así, desde niño.
—Debiste haber sido muy popular en el arenero.
—Me fue bien— respondió con una sonrisa.
—Sabes qué hacer con el dinero Jin.
—¿Sabes qué hacer con el dinero Nam?
—No empieces.
—Yo no empecé.
—Como yo lo veo— interfirió Marcus. —Estas en aprietos y yo en posición de ayudar. Lo hacemos bien y todos podeos ganar.
—Si— dijo Namjoon dándole la razón.
—Recuerda que debes cancelar una hipoteca primero— volvió a hablar Marcus.
Jin miró incrédulo a Namjoon.—¿También le dijiste que me he tatuado el trasero?
—No, son negocios.
—No creo que se presente otra oportunidad así. Así que tómala.
Jin lo observó, volvió a rodear su escritorio y miró una de las tantas fotos que tenía de los bailarines sobre el escenario. Miro a Marcus a los ojos y respondió: —No.
—Quiso decir, ahora no— corrigió Namjoon no pudiendo creer que rechazara la increíble oferta.
—No. No, no es ahora no. No, significa no, Namjoon.— Justo en ese momento Jimin estaba en la puerta a punto de abrirla para entregar los tragos que pidieron, pero pudo escuchar. —Marcus, no me importa lo que ofrezcas, mi club no está en venta.
—La oferta sigue en pie— Dijo dirigiéndose hacia la puerta. Jimin se alejó sin entregar los tragos, preocupado por lo que había escuchado.
—Gracias— Dijo Jin sin mirarlo.
—Nos vemos en el arenero— volvió a hablar Marcus desde la puerta y luego se fue.
                                     *
Otra noche empezaba, los bailarines estaban recién empezando a prepararse, pero ya habían pedido a Jimin un par de bebidas. Ni bien llegó con la bandeja todos caminaron hacia a él. En ese momento llegó Jin y preguntó: —¿Cuál es este? ¿Es de Nicky?
—Ambos— respondió el rubio.
—Rayos— dijo tomando ambos shots de Vodka de la bandeja.
—Ese es mi trago— se quejó Nicky.
—Un brindis por ti Nic— Dijo y bebió ambos observando a la chica. —Bien, tengo mi cuota. Debes cambiarte, tú sigues.
—¿Quién eres? ¿Mi madre?— dijo la chica volviendo a prepararse.
Jin caminó hasta donde se encontraba Taehyung acomodando los outfits en perchas.
—Por si no lo notaste, Namjoon hablaba con Marcus Gerbert.
—Si, porque Marcus quiere comprar mi club— Jimin tomó la bandeja vacía y caminó hacia los hombres charlando.
—Santo Cielo— exclamó Taehyung.
—Jin— llamó Jimin. —Tal vez no sea oportuno, se que estas enojado y no quiero interrumpir ni nada de eso…
—No, no, no— Se quejó Jin agarrándose del perchero con todos los outfits mientras hablaba sobre la voz del chico.
Taehyung se alejó de ellos y gritó: —Escuchen, ¿Alguien habló con Dave sobre las nuevas canciones?
—De eso quería hablarte, canciones—Dijo Jimin todavía siguiendo a Jin por el vestuario. —Todos hacen sincronización…
—Excepto Jin— Interrumpió Taehyung volviendo a acomodar outfits en el perchero.
—Excepto Jin— Repitió Jimin. —Pero, ¿no sería mejor si los chicos cantaran de verdad?
—No— respondió Jin negando con su mano.
—Sería mejor que cantar sin mover…
Taehyung corrió las perchas para mirarlo desde el otro lado y lo interrumpió. —Cariño, vienen aquí a ver como bailan los bailarines y a escuchar a los cantantes más grandes.
—De acuerdo, lo entiendo, de verdad lo entiendo— Taehyung asintió y volvió a acomodar las perchas en su lugar. —Pero sólo pienso en la forma de hacerlo mejor y no entiendo porque no intentar algo dif..-
—¿Sabes por qué no entiendes? Porque no te da el intelecto— Respondió Jin.
—Realmente no entiendo lo que dices.
—No, no, no.- repetía Jin tratando de callarlo.
—DEJAME INTENTARLO, ES UNA IDEA EXCELENTE Y…— tuvo que callar porque Jin colocó sus manos en su boca.
—ok— intervino Tae ya cansado del parloteo del chico.
—Basta, llévatelo de aquí— pidió.
—Vamos, vamos, vete de aquí— pidió alejándolo. —vuelve a tu trabajo y gracias por tu visita.— Volvió a ubicarse al otro lado del perchero, corrió las perchas y miró a Jin a través de la ropa. —Te ves tan hermoso así— Jin empezó a reir. —No tengo palabras para ti— dijo colgándose del perchero, pasó sus piernas hacia el otro lado por entremedio de las perchas y las
enredó en la cintura de Jin.
—Y tú un mentiroso, no cambiaras.- dijo riendo.