21.

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Jimin corrió al club para ver a Jin. Cuando llegó un cartel que anunciaba "la mejor vista de Seúl" lo recibió. Lo observó por unos segundos y corrió a la oficina de Jin. Sabía cómo salvar el club.

—Hola, ¿cómo te fue con el banco?- preguntó Taehyung cuando vio a Jin entrar al camerino.

—Así de bien— dijo mostrándole la botella de licor que cargaba.

Tae hizo una mueca y preguntó: —¿Quieres un vaso?

—NO. Estoy deprimido para un vaso— dijo caminando hacia su oficina.

—Jin, debo hablar contigo— dijo Jimin llegando hasta ellos.

—Cariño, no es oportuno— dijo Tae tratando de frenarlo.

—Marcus quiere derrumbar el club para construir un rascacielos— informó.

—¿Y cómo lo sabes?— preguntó Jin.

—Vi la maqueta.

—No sabía que tú y Marcus intimaran.

—No es lo que piensas. Vine aquí para contártelo.

—¿No crees que haces demasiadas cosas a la vez? Yoongi, Marcus...quién sea— dijo Jin y siguió hacia su oficina.

—Jin quiero...es que quiero ayudarte.

—Jimin, Jimin. Déjalo— pidió Tae. —Déjalo— pidió tomando su brazo.

—Taehyung pero necesita escucharme.
— Pero no puede hacerlo ahora.
—Pero debe escucharme. Observame— dijo Jimin decidido caminando hacia la oficina del pelinegro. —Jin debo hablar contigo— dijo abriendo la puerta.

—¿Podrías golpear? Sigue siendo mi oficina por cuarenta y ocho horas.

—Entonces necesitas escuchar lo que tengo que...

—No, no lo haré— dijo interrumpiéndolo. —Estoy cansado de hablar, hablé demasiado.

—Esta vez tendrás que escucharme

—No, no quiero escucharte ahora— Volvió a interrumpirlo.

—¿ALGUNA VEZ ESCUCHASTE OTRA COSA QUE NO SEA EL SONIDO DE TU VOZ?— gritó Jimin ya cansado de la actitud del otro.

Jin suspiró e hizo un gesto culpable. Sabía que Jimin tenía un buen punto.

—Habla— pidió.

—¿Escuchaste hablar del derecho aéreo?

—No, jamás escuché de derecho aéreo. ¿De qué se trata?

Jimin lo miró con una sonrisa.

*

Al siguiente día, Jin y Jimin cruzaron al lujoso edificio en construcción que se encontraba frente al burlesque. Los departamentos no estaban habitados aún, pero estaban arreglando los últimos detalles antes de ponerlos a la venta.

Ambos ingresaron a la oficina del dueño y tomaron asiento en su escritorio sin siquiera prestar atención a la secretaría que intentó detenerlos.

El hombre cortó la llamada telefónica en la que estaba y los miró sorprendido.

—Por favor, siéntense— dijo irónico viéndolos sentados frente a él.

—Hace algunos años quisiste comprar mi club y te dije que no— empezó Jin.

—Si y ahora cambiaste de idea— dijo sonriendo.

—No, pero escúchame un segundo porque te prometo que tendrá un final feliz para ambos— el hombre miró a ambos confundido. —¿Por cuánto planeas vender tus apartamentos?

—Bien, empiezan por un millón y de allí en más depende de la vista— dijo mostrándoles un folleto con imágenes de los departamentos y de las vistas.

—Oh son hermosos, ¿y que hay si te dijera que se construirá un edificio de oficinas de veinte pisos ahí?— El hombre rió sin creerles. —Bloqueara la vista— dijo Jin mirando a Jimin.

—Diez pisos bloquearán la vista— dijo leyendo que el edificio en el que estaban tenía esa altura.

—Completamente— dijo Jin mirando nuevamente al hombre. —Tus hermosos apartamentos de un millón con vista a la ciudad se desvanecerán en el aire.

—En el aire— repitió Jimin.

—Si, porque mañana venderé mi club para este desarrollo y sus veinte pisos estarán construyéndose para cuando tu comiences a venderlos.

—Intentes vender— corrigió Jimin.

—Si, así es. Entonces, creo que debemos hablar.

—Yo lo escucharía— aconsejó el pelirosa.

El hombre los miró incrédulo. 

Burlesque. [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora