Burlesque. [Yoonmin]

20.

—Desperdicie toda una maldita tarde conversando con el vicepresidente de préstamos— Dijo Jin gritando mientras ingresaba a su oficina. Taehyung entró tras él. —El muy cerdo, ni siquiera me miró a los ojos. Se quedó sentado jugando con una cosa de madera en su escritorio dijo sentándose en su silla.

—¿Qué cosa de madera?— preguntó Tae.

—Una cosa larga, un trozo de madera.

—¿Placa con nombre?

—Si, placa con nombre

—Si, ¿Y?

—Y no va a darme el dinero.

—¿Seguro?

—Si, estoy seguro. Soy un riesgo financiero. Tengo dos días antes de que me quiten el club.

—Bueno. Entonces, yo diría que la situación es muy sombría.

—Yo diría que eres un maestro de lo que es muy obvio. ¿Por qué dijiste eso?

—¿A qué te refieres con eso? Porque es la verdad— dijo enojado. —Jin no es un juicio, es la verdad. No tienes dinero— comenzó a enumerar con los dedos. —El banco rechazó el préstamo, no tienes más tiempo. ¿Hola? De ser tú aceptaría la oferta de Marcus sin dudar.

—NO!— Jin lo miró con ojos brillosos. —Y tú no debes decirme algo así— dijo poniéndose de pie. —Puedo soportar que el cielo se derrumbe de cualquier otro menos de ti. Necesito que seas quién diga "es sólo un número Jin"— el pelinegro comenzó a derramar lágrimas. —Nos matamos para lograr que este lugar funcione. ¿Cómo puedes dejarlo todo? No me importa si te vas, no me importa que pase. Golpearé la puerta de todos los bancos en Seúl. Jamás renunciaré al club— dijo casi gritando.

—¿Seguro?

—Nunca voy a dejarlo— exclamó.

Taehyung sonrió. —Ese es mi chico— dijo señalándolo. —Pensé que te había perdido al principio— le sonrió y caminó hacia la puerta.

—Eres un maldito idiota— le dijo casi llorando.

—Gracias— respondió Tae antes de irse.

*

Jimin recorría la enorme mansión de Marcus. Estaba aburrido. Se acercó a uno de los ventanales y pudo verlo caminando junto a la piscina mientras hablaba por teléfono.

Siguió recorriendo y llegó a la oficina. Allí, encontró una maqueta de un edificio de enorme que parecía que el empresario iba a construir en algún lado pero algo llamó la atención de Jimin: tenía la dirección del club.

En ese momento llegó Marcus junto a él.

—Espero que tengas apetito, la comida esta lista.

—¿Qué es esto?— preguntó Jimin señalando la estructura.

—Por ahora una maqueta. Cuando se construya será un espacio residencial multiuso.

—Pero es la dirección del salón burlesque.

—La mejor vista de Seúl y no tiene ventanas. Cuando termine con él tendrá unas mil— dijo tomando asiento en uno de sus sillones.

—¿Jin sabe esto?

—Jin sabe que hice una oferta para comprar su espacio.

—¿Y qué te hace pensar que lo venderá?

—No creo que tenga opción. Esta quebrado y mi oferta es muy generosa. Es una situación que favorece a todos. Negocios nene, nada personal.

—Es bastante personal para Jin. Y para Coco, y para Taehyung... y dime ¿qué hay de mi?— Jimin no podía creer los planes del hombre.

—Hey, escucha— dijo poniéndose de pie —hay otros clubes en los que puedes cantar y bailar y mejores...

—No lo entiendes— dijo y comenzó a tomar sus cosas.

—¿Yo no entiendo? Intento hacer algo que beneficie a todos. ¿Por qué me convierte en el malo?

—No lo hace Marcus. Te convierte en el equivocado— dijo y se fue de allí. Necesitaba hablar con Jin.