Burlesque. [Yoonmin]

22.

Esa noche el club estaba lleno nuevamente. Todos disfrutaban del show con una copa en la mano. Todos menos Namjoon. El moreno estaba sobre una de las mesas revisando unos papeles. Jin se acercó hacia él y se sentó a su lado.

—Debemos rematar todo. ¿Hay algo que quieras que intente salvar?

—No. Sólo quiero hacer lo que sea mejor para ambos, Namjoon.

—¿Podrías matarme, por favor?

—No— dijo Jin riendo. —Sólo compraré tu parte.

—¿En las próximas veinticuatro horas?

—No, en los próximos veinticuatro segundos— dijo entregándole un sobre. Namjoon lo abrió y sacó un cheque con una suma enorme a su nombre.

—¿De dónde lo sacaste?— preguntó sin creerlo.

—Del aire— dijo Jin mirando hacia el techo con una sonrisa en el rostro.

—Oh nene— exclamó Namjoon. —Gracias.

Jin se acercó a él y lo besó dulcemente en los labios.

—Es fruto de un deseo— dijo y se fue de allí. Namjoon lo observó irse con una sonrisa.

Jimin estaba sentado en la barra charlando con uno de los barmans cuando Jin se apoyó de espaldas sobre ella mirando hacia el escenario. El pelirosa se giró en la silla en la que estaba para mirar también el show.

—Lo que me haría realmente muy feliz...— Jin asintió con la garganta. —sería escucharte decir un gran, gran, gran, gran, gracias Jimin— Ambos comenzaron a reír.

Justo en ese momento, Nicky apareció frente a ellos. Jimin se giró nuevamente hacia el barman para dejarlos hablar. Jin miró a la chica serio.

—En realidad, no dormí con Namjoon. Lo dije para herirte— aceptó la chica. Jin sólo asintió. —Cruce la línea.

—¿Tu crees?

—Quiero volver a casa— dijo apenada. Jin lo miró por unos segundos y sonrió.

—Estás en casa. Sube tu loco trasero y prepárate para salir en veinte minutos— la chica le sonrió y se fue a los camerinos. —Y si alguna vez ocasionas la mitad de los problemas que ocasionó ella te echaré de aquí tan rápido que girarás como un trompo— Le dijo a Jimin.

—Si, señor— el pelirosa lentamente apoyó la cabeza en su hombro y comenzó a reír a carcajadas

—Y jamás vuelvas a decirme señor.

—Me vestiré para el show— dijo Jimin yéndose de allí.

—Gracias Jimin— susurro Jin viéndolo irse. Se giró y tomó la copa que le había dejado el barman. Taehyung llegó hacia él unos segundo después.

—Así que... ¿Eso pasa cuando recibes dinero no? Dejas de hacer trabajo manual Yo sigo atrás con cremalleras rotas, abanicos de plumas que no abren y cierran. No tienes ni idea de cómo es esto. No tienes idea. Renuncio. Renuncio— repitió y volvió a irse. Jin sólo sonrió.

*

Jimin se sentó frente a su espejo para maquillarse. A través de él, pudo ver que Nicky lo observaba. Él la saludó con la cabeza, la chica se giró y siguió cepillando su cabello sin responder el saludo. Pero cuando Jimin no la veía, sonrió.

Unos segundos después llegó Yoongi. El pelirosa simplemente lo miró.

—Te estuve buscando.

—Me encontraste.

—Quiero hablar contigo— dijo acercándose a él.

—Yoongi debo darme prisa, ¿de acuerdo?

—Sé que lo eche a perder. Te pido disculpas.

—¿Cuándo? ¿Cuándo me mentiste sobre la ruptura de tu noviazgo? ¿O cuándo me echaste de tu apartamento?— preguntó dolido.

—En realidad había terminado. ¿De acuerdo? Se fue. Vine a disculparme contigo— dijo mirándolo a los ojos. Jimin miró hacia abajo. —No, no— dijo tomando su barbilla y lo hizo mirarlo nuevamente acercándose al pelirosa —Escucha, jamás debí dejar que cruzaras la puerta.

—Continua— susurró Jimin.

—Quiero que vuelvas

—¿Y qué propones exactamente?— preguntó luego de unos segundos. Yoongi sonrió.

—Bueno, sigo teniendo la caja llena de galletas— Jimin sonrió. —Y una cama vacía de día.

—Quiero la cama— dijo Jimin cruzándose de brazos.

—La mitad— respondió Yoongi con una media sonrisa en el rostro. —Entonces...¿aceptas o no?

—Oh Yoongi. ¿Sabes? Soy la clase de chico que cuando estas en problemas te ayuda— Yoongi rió. —Así soy yo.

—Cierra la boca— respondió tomándolo por la cintura. Jimin rodeó su cuello con las manos y comenzaron a besarse.

Luego de unos minutos se separaron. Yoongi depositó un beso en la frente de Jimin y éste colocó sus manos en el pecho del pelinegro.

—De acuerdo, bien— dijo Yoongi separándose de él para volver al bar. —Oh— exclamó volviendo a mirarlo. —Yo...terminé la canción. Y es buena.

—¿Puedo oírla?— preguntó sonriendo.

—No— Jimin borró su sonrisa. —Pero puedes cantarla— dijo entregándole una partitura. Ambos se sonrieron y Jimin leyó el nombre de la canción: "filter" cuando Yoongi salió de allí.