Una Slytherin.

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Regrese el 1 de septiembre a Hogwarts con las mejores expectativas y segura de que todo continuaría igual de bien, pero me equivocaba.
Como era de esperarse, teníamos un nuevo profesor de defensa contra las artes oscuras, Remus Lupin; y uno de cuidado de criaturas mágicas, Hagrid, me alegraba demasiado por él al igual que Harry, Ron y Hermione; en cuanto a ellos, desde principio de año no tuve mucho tiempo para acompañarlos como de costumbre sin embargo lo intentaba pues eran mis únicos amigos y a pesar de las diferencias que hubiera entre nuestras casas, no quería cambiar eso; muchas noches me acosté deseando que el sombrero me hubiera puesto en Gryffindor para estar con ellos o eso pensé hasta una trágica clase con Hagrid.
Malfoy, quién ya no me agradaba tanto, sin embargo hablaba con él en ocasiones; había iniciado mal la clase molestando a Harry con los dementores, y por poco causa una pelea entre ellos, pero eso no fue lo peor de la hora; Hagrid había llevado un hermoso hipogrifo llamado Buckbeak y decidió escoger a 2 personas para una demostración de cómo debían ser tratados, a Harry y a mí; Harry lo había hecho increíble, Buckbeak se había inclinado ante él y le había permitido acariciarlo, pero yo por otro lado me acelere por el miedo, grite muy fuerte cuando él se me acercó de manera espontánea y termine provocando que el hipogrifo me tirará al suelo y me rompiera el brazo, Malfoy no espero para aprovechar la situación culpando a Hagrid de lo sucedido y enviando quejas a su padre porque según él "yo le preocupaba sólo por el hecho de ser de su misma casa".
Me recuperé rápido, sin embargo, me sentía culpable y sentía que los demás también me culpaban de lo que le llegara a suceder a Hagrid o a Buckbeak, la noche después de salir de la enfermería me dirigí a la mesa de Gryffindor a charlar con Hermione, Harry y Ron

- Hola chicos - Saludé en un tono apagado por la culpa

- Hola - respondieron Harry y Ron al tiempo, pero un poco serios

- ¿Cómo estás? - Pregunto Hermione

- Muy bien, no fue nada grave, sólo tendré que tener el brazo así en reposo por unas semanas -Contesté

- Que bien, puedes decirle eso al padre de Malfoy - agrego Harry

- Mira, lo intentaré, pero no me culpes a mí por lo que él o Draco hagan, no fui yo quien se quejó

- Perfecto. - Dijo Harry para cortar con la conversación

- Bien, los veo luego - Agregué y me fui a mi mesa

Después de ello pasó más o menos un mes en el que el trío y yo nos alejamos notoriamente sin embargo seguía hablando con ellos en ocasiones, siempre preguntaba por Buckbeak y me contaban que Hagrid estaba pasando por juicios con el ministerio para que él y el hipogrifo salieran bien librados, sin embargo, una tarde de sábado que llegaban de la cabaña de Hagrid y de casualidad nos cruzamos; Ron, quién parecía molesto, me gritó:

-Tú, Draco y toda su pandilla ya deben estar felices ¿Verdad?

- ¿Perdona? - pregunté un poco molesta por su tono

-Ron, cálmate - Le dijo Hermione

-Sí, como escuchaste - Siguió él, ignorando el comentario de Hermione - Ahora mataran a Buckbeak y todo por tu culpa

- ¡¿Qué?! - Respondí impactada por lo que acababa de decir

- Por Lucius Malfoy el ministerio asegura que Buckbeak es un animal peligroso y debe ser sacrificado - Me contestó Harry de manera neutra

- Oh, en verdad lo siento

- No me digas - respondió Ron, aún muy molesto - Si no hubiera sido por tu cobardía a la hora de ponerte en frente de Buckbeak nada habría pasado, ah y sin mencionar a tu defensor que fue quien metió a Hagrid en todo esto, pero habría que esperarse de ti, después de todo no dejas de ser una Slytherin.

𝑴𝒚 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒃𝒊𝒈 𝒍𝒐𝒗𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora