𝑴𝒚 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒃𝒊𝒈 𝒍𝒐𝒗𝒆.

Malfoy y sus gorilas.

Salí del hospital en la mañana del día siguiente, me despedí de todos y me dirigí a mi casa con mi madre y con Cedric, quien insistió en acompañarnos y me pareció conveniente que lo hiciera porque tenía que hablar con él.

-Hay algo que quiero preguntarte y necesito que seas completamente honesto conmigo - le pregunté cuando ya estábamos en mi casa.

-Claro, dime.

-¿Es Cho Chang la chica de la que te enamoraste? Y ¿Sigues enamorado de ella?

-¿Que? - parecía aturdido con la pregunta.

-¿Cómo sabes tú eso?

-Eso es lo de menos, sólo cuéntame qué te pasa con ella… soy tu amiga. - haberlo dicho causó en mí una sensación como si me hubiera caído un bloque gigante en la espalda.

-Bien. Sí, ella es de quién te hablé y sí, lo que sentí por ella fue algo muy grande pero ya pasó; obviamente aún le guardo un cariño y me habría gustado que las cosas no hubieran terminado tan mal; pero no, no sigo enamorado de ella - contestó pero aún no estaba convencida de que eso fuera así.

-¿Terminaron mal? - le pregunté

-Sí, y quise seguir en contacto con ella pero me evadía así que...

-Así que intentaste darle celos conmigo - termine su frase .

-¡¿Qué?! - en su expresión pude ver que no se esperaba eso - ¿Por qué piensas eso?
-Sabes por qué lo digo; no me desgastaré haciéndote recordar, Cedric. - Estaba empezando a ponerme molesta.

-Mira, realmente no quiero pelear contigo; acabas de salir del hospital y...

-¿Qué hay con eso? ¿Crees que alucino? - volví a interrumpirlo.

-Nada de eso; sólo que como dijiste, tampoco quiero que te desgastes en una pelea innecesaria - sus palabras me brindaban tranquilidad pero no quería tranquilizarme, sabía que era el momento perfecto para decirle todo lo que tenía que decirle - hagamos algo; no eludiré esta conversación, lo prometo… sólo que es mejor que la tengamos en otro momento ¿Te parece?

-Largate Cedric, vete antes de que empiece a gritarte todo lo que debería. - lo amenace, estaba realmente furiosa

-Bien, si eso quieres me iré pero hablamos luego ¿Sí? - preguntó él muy lentamente, cómo si estuviera escogiendo cuidadosamente cada una de sus palabras

-¡Vete!

Pude notar resignación y un poco de tristeza en su rostro pero no quería verlo más.

- Que te mejores - me dijo por último y salió de mi cuarto.

En cuanto escuché que se despedía de mi mamá y se desvanecía por la chimenea me arrojé de bruces en  mi cama a llorar; quizá las cosas no eran como parecían, quizá decía la verdad, quizá no me usó… quizá algún día Cedric se enamoraría de mí.
Cuando esos pensamientos se alejaron de mí y permitieron que dejara de llorar me sentí estúpida, y me desconocí; no me permitiría seguir así, por mucho que me gustará Cedric tendría que actuar con la razón y alejarlo si era lo necesario.

-Chiqui ¿Está todo bien? - preguntó mi mamá entrando a mi cuarto y sacándome de mi ensimismamiento

-Mamá, no me llames así

-Cuando tengas 30 quizá - contestó ella y me provocó una sonrisa - ¿Estás bien?¿Qué pasó con Cedric?

-Nada importante - respondí

-¿Estás segura? - asentí con la cabeza y ella agregó: -Jos, entiendo que tengas problemas para hablar de tus cosas con la gente, pero yo soy tu madre y sabes que puedes contarme lo que quieras; si te sigues guardando de ese modo las cosas te terminarás ahogando con ellas
Sabía que tenía razón, pero se me hacía difícil exteriorizar por completo mis sentimientos o pensamientos con alguien; sentía que con nadie tenía la suficiente confianza cómo para que les importará cada una de las cosas que me sucedían; pero había algo que era completamente cierto: la persona que estaba centrada enfrente mío esperando una respuesta, era mi madre.