La última prueba.

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-Pensé que no leías "estúpidos dramas románticos" - le dije a Ron cuando íbamos de vuelta hacia el gran comedor.

-No lo hago. Lo leí por ti; recuerdo lo obsesionada que estabas por ese libro en segundo… y me gustó - contestó él.

-¿Por qué lo hiciste?

-Ya te lo dije antes, me interesas más de lo que quisiera aparentar - respondió y el agujero que llevaba en el estómago desde que busqué la nota se hizo más pronunciado.

-Ya. Pues déjame recomendarte unos cuantos más - añadí y los dos reímos.

Después de ese, nuestro último beso; Ron y yo empezamos a pasar mucho tiempo juntos y aunque no teníamos nada más que una amistad, se sentía agradable nuestra mutua compañía, pues los dos sabíamos de la atracción que había, no hablábamos de ella, sólo era necesario estar juntos para sentirla, estaba segura de lo que él sentía por mí y segura de que no era necesario ponerle a lo que había entre nosotros un calificativo adolescente. Era grato encontrarme frecuentemente con sus ojos azules puestos en mí, era grato ver cómo se intimidaba estando conmigo, era grato estar con él.

Me sentía feliz, hace mucho tiempo las cosas en mi vida no estaban tan bien; Estaba con Ron, mi padre no había vuelto a hablar conmigo y eso me ahorraba dolores de cabeza y discusiones innecesarias, Cedric se había convertido en mi amigo más cercano y en las clases era de las mejores, obviamente, después de Hermione; sin embrago, todo era perfecto.

Unos días antes de la última prueba, estábamos sentados en la mesa de Gryffindor con el trío, mientras Harry nos contaba lo que había presenciado en el pensadero de Dumbledore: había visto como Barty Chounch J. fue condenado por su propio padre a azkaban junto con otros 2 magos y una bruja; y también evidenció cómo mi padre fue delatado de mortifago por Karkarov, cosa que yo ya sabía, pero también sabía que él ahora era un espía para Dumbledore aunque en ocasiones dudaba de con quien realmente estaba su lealtad.

Finalmente y después de tanta espera llegó el 24 de junio; Harry pudo estar todo el día con la señora Weasley y uno de sus hijos: Bill; al igual que Cedric con sus padres y el resto de los campeones con sus familias, mientras el resto de los estudiantes terminábamos los exámenes finales.

-Ven, siéntate con nosotros - me pidió Ron a la hora del banquete - seguro mi mamá estará encantada de recordar sus historias con tu madre.

-Eh sí, claro; pero de hecho tu mamá de quién fue muy amiga fue de la hermana mayor de mi mamá. Mi madre es de la generación de los merodeadores - expliqué.

-¿Tú mamá conoció a los padres de Harry? - preguntó Hermione.

-Sí, de hecho no le caía bien James; dice que en su época de colegio era un bastardo arrogante por cómo trataba a mi… a Snape.

-Quizá Snape se lo merecía - replicó Ron, quien cada vez hacía más evidente su odio por mi padre.

-Quizá. - respondí.

Tal como había predicho Ron, la señora Molly fue muy agradable conmigo y pasó la mayor parte de la cena hablando de las aventuras que habían tenido ella y mi tía, y hablando de cómo recordaba a mi madre.

-Recuerdo que tu tía se quejaba conmigo de los malos gustos de tu madre ¿Puedes creer que le gustaba Severus? - me dijo Molly a lo que los demás voltearon a mirarla.

-¿Ah sí? Vaya, no sabía; eso explica muchas cosas. - respondí y mi mente empezó a trabajar rápidamente en alguna pregunta que pudiera hacer para desviar la conversación pero Molly se me adelantó.

-¿Y qué terminó siendo de la vida amorosa de Lia?

-Se enamoró de mi padre, Stephen Burguens - me sorprendí de la rapidez con la que pude inventar un nombre y agregué: - se fueron a vivir juntos y me concevieron, pero él nos abandonó cuando mi madre aún estaba embarazada así que ella decidió que yo llevará sus apellidos y no los de mi padre; nunca más volvimos a saber de él.

𝑴𝒚 𝒇𝒊𝒓𝒔𝒕 𝒃𝒊𝒈 𝒍𝒐𝒗𝒆.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora