Licencias inútiles pt. 1

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Era de mañana y el pelinegro recién se iba levantando, sabía que tendría un día ajetreado pero eso no fue un impedimento para él.

Sin decir ni una palabra y sin hacer el mayor ruido posible, decidió vestirse, tomar sus audífonos y salir a hacer algo de ejercicio.

Mientras el recorría Musutafu (gracias al brazalete crea portales) decidió que sería buena idea acompañar con música el nuevo inicio en su vida.

La brisa mañanera pegaba en la cara del pelinegro mientras este caminaba y hacía estiramientos.

El pelinegro se colocó sus audífonos y tras un breve rato, este comenzó a trotar mientras la gente pasaba y le saludaba pues no dejaba de ser un héroe profesional.

Al compás de la canción este recordaba todo el camino que había recorrido.

Su infancia, su crecimiento y desarrollo tras los entrenamientos con el slayer, cuando conoció por primera vez a la castaña y su breve periodo de tiempo como vigilante siendo una inspiración para los débiles, el inicio de clases, el ataque a la USJ, las pasantías y el campamento.

Con el pasar de los minutos y la distancia tomada, este decidió ir a la playa Dagobah donde alguna vez la limpió, siendo más directos, el día que decidió ser una leyenda.

Ahí decidió entrenar alguno que otro ataque básico sin necesidad de usar su quirk, cada golpe venía cargado de emociones puesto a que él aún no superaba el hecho de que los villanos le arrebataran a las personas que juró proteger.

Sin darse cuenta, entró en modo Berserk y los golpes aumentaban la potencia al punto en que se generaban pequeñas pero fuertes ráfagas de aire.

La gente que pasaba veía con detenimiento el esfuerzo del chico por lo que simplemente siguieron de camino y no lo molestaron.

Paralelamente, el pelicenizo se encontraba en su casa mirándose al espejo, este recordaba vívidamente los momentos que pasó en el campamento y como murieron sus compañeros antes de ser atrapado, incluso cuando escuchó los planes de los villanos, su derrota, la asistencia al funeral de sus compañeros.

Este sacó una pistola que logró robarle a un policía tiempo atrás, colocó la boca del arma en su propia boca y este contaba desde 10 hasta llegar a 0 con la clara intención de meterse un tiro.

Bakugo: AHHHHH!!!!!!!

Cuando este estuvo a punto de jalar del gatillo, este recordó a Izuku y simplemente sacó la pistola de su boca, se volvió a replantear las cosas diciendo que sería estúpido rendirse cuando muchos murieron por él.

Bakugo guardó el arma en un cajón y decidió ir a buscar un lugar donde entrenar, si bien el día para las licencias provisionales se acercaba, este aún debía entrenar para mostrar una mejoría.

Por parte del bicolor, este entrenaba con su padre quien tras todas las palabras de aliento que recibió del pelinegro, comenzó a cambiar y lo demostraba enseñándole a manejar un poco mejor el lado de fuego a Shoto.

Sin duda alguna cada uno entrenaba a su manera y no era para menos, después de todo la UA recibió un gran golpe a pesar de tener a un héroe profesional tan joven con ellos.

Izuku terminaba de entrenar y este decidió correr en dirección a la escuela para invitar a sus amigos y despejar la mente, tanto entrenamiento puede ser un problema.

Rip And TearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora