El Cazador

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-muy bien, detenganse

-¿que sucede?

-ustedes dos llaman la atención

-¿y?

-bueno tus grandes senos, tu bonito trasero tu piel blanca y tu cabello rojo no pasaran desapercibidos para nadie, si a eso le sumamos que tu amiga tiene cara de niña, sonrisa perfecta y muy buen trasero también... No, miren éste maldito basurero es demasiado malo incluso para los vagabundos y los parias que existan, no me arriesgare a tener que matar a un pueblo entero solo por estarles cuidando la espalda

-creo que nos llamó bonitas... Supomgo que tomaré eso como un cumplido

-haz lo que quieras pero tapate la cabeza, tu cabello rubio iluminaria una habitación completa sin ningún problema, pónganse los guardapolvos para la lluvia y las capuchas...

Ambas muchachas obedecieron mientras el joven azabache a su vez se colocó una enorme capa negra, una capucha y los tres emprendieron la bajada de la colina con dirección al horrendo lugar en el cual al llegar se toparian con una enorme sorpresa

-¡¡¡NOOO!!! ¿QUE CARAJOS LE SUCEDIÓ A ÉSTE MALDITO PUEBLO?

Al ingresar a éste los tres viajeros se encontraron con un bonito asentamiento bastante prospero en el cual en primera instancia se hayaban varios negocios aun en funciones a pesar de la noche además de varias personas charlando y bebiendo en la enorme y larga calzada

-pues al parecer nos mentiste

-no Merry... No nos mintió, según lo que pude investigar hasta hace unos años éste era un verdadero infierno, la empresa ferroviaria de Elías Hossea se encargó de mejorarlo y traer dinero a la zona, además de que las minas de plata a la redonda trajeron a muchos inversionistas, pero aun así gracias por lo de mi gran trasero y mi cara bonita... Los ratones de biblioteca como yo también necesitamos halagos de vez en cuando

-ok como tu digas Ana

-me llamo Ema

-eso dije... Espera un momento... ¿Tu te llamas Merry...?

-asi me dicen, Merry Red, no le des importancia a eso, entonces ¿que hacemos ahora? ¿Donde nos hospedamos?

-no lo se, la última vez que yo vine me hospede ahí

El joven señaló la botica del pueblo y sonrió al recordar

-¿de verdad?... ¿Y los cuartos son cómodos?

-en realidad ahí no había una droguería, era un terreno baldío en el cual me acomode para descansar, peleé contra algunos malvivientes para dejarles en claro lo que ocurriría si me robaban mis pertenencias, acomode mi petate en la esquina de ahí y caí rendido, buenos tiempos

Las dos jóvenes observaron al muchacho recordar con nostalgia y sonrieron con extrañesa

-respondeme algo... Moreno

-si... Caucasica

-está bien eso sonó horrible, lo lamento, no no respondeme algo
Si tu te dedicabas a capturar basuras, y basuras peligrosisimas por las cuales muchas veces se pagaba en oro... ¿Por que dormías en un terreno baldío y no en la taberna o bueno, con un techo en tu cabeza al menos

-A eso es simple, mujeres y alcohol, mi dinero siempre lo he gastado sabiamente en eso, no diré más

-eres un asco

-seguramente si, y creeme, no es por eso... Ohh miren, ahí hay cuartos disponibles

Los tres viajeros ataron sus caballos afuera de la taberna e ingresaron en ésta para ser recibidos por una regordeta mujer madura que bastante sonriente les dio la bienvenida

El Cuervo Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora