El Cuervo Carmesí

Buenas Noches Señor Cuervo

-¿creen que ella esté bien?

-relajate niña, el no le hará nada, nada que ella no quiera, podrá ser un mercenario pero no es un criminal, no uno normal, puede que uno de guerra si pero de eso ya varios años atrás que él pagó

-en una guerra todos son criminales, , matar no es precisamente un salvoconducto a la gloria eterna

-depende mucho para quien empuñes la espada ¿no crees mujer?

-pues con que la empuñe para nosotros me doy por bien servida, no viajé durante tres horas para recibir un no por respuesta

-bueno, eso ya no está en nuestras manos, está en las de la inoportuna pelirroja, pero es casi seguro que el accederá

-si, esa chica y el tienen una conexión muy fuerte... Bueno es cuestión de esperar ¿no?

La cuadrilla siguió bebiendo café mientras la pelirroja bastante temerosa se aproximaba con mucha mesura al establo desde el cual se escuchaba el inconfundible sonido de un martillo golpeando contra un yunke

-si, está ocupado

La joven regresó presurosa a la cabaña ante la confundida mirada de los presentes

-Vaya eso fue rápido, ¿que te dijo?

-ahh no, nada es que estaba ocupado así que decidí no molestarlo y mejor regresar en otro momento y pues... Que... ¿Que hay de cenar?

-eres una cobarde

-no soy cobarde, es solo que si lo interrumpo no me pondrá nada de atención

-claro que no niña, el sabe hacer varias cosas a la vez

-oiga cállese, esto es más difícil de lo que cree

-dejalo ya, lo harás cuando estés lista, solo procura que sea antes de la siguiente semana, me voy a dormir, soy pequeño pero eso hace que me canse el doble, le pagaré una habitación señora Ordoñes

-yo también

-claro... ¿Donde van a dormir las señoritas? Es que solo tengo dos habitaciones disponibles

-que mi pequeño amigo duerma en su granero con él susodicho

-no en ésta vida mujer ¿sabes de lo que es capaz ese bastardo? Una vez lo vi matar a un sujeto mientras dormía, primero le cortó la lengua y después lo ahogó con ella, no, ¿saben que?, dele la habitación a la mujer y la otra para las dos muchachas, esta silla se ve bastante cómoda, me quedaré aquí, si, eso haré

La gitana miro al hombre y rápidamente le pagó a la española

-andando Sr Morris, a dormir

-pero sólo hay una cama

-si señora Ordoñes, pero el no ocupa mucho espacio... Mas te vale no roncar

-yo no ronco mujer y si lo hago sonara como un sumbido

La peculiar pareja subió a su habitación mientras discutían de forma muy graciosa

A su vez Berlina, Emma y la tendera española sonreían picaramente ante la graciosa situación

-creo que el Sr Morris encontró el amor

-puede ser, a todos nos pasa tarde o temprano

-no, no a todos, ni a Emma ni a mi nos ha sucedido

-eso crees linda, apuesto a que en algún lugar debe de haber alguien que piense en ti, en todo momento

-ohhh si que lo hay