La Vuelta Al Mundo En 1 Segundo

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Berlina, Emma, el tabernero y el Señor Morris bebían sentados en la mesa mientras la caravana de vagones se instalaba a un costado del pequeño pueblo en el cual todos intentaban ayudar a los heridos del tren

-y esa es la situación

-Vaya problema mi amigo, me gustaría... Me encantaría ayudar pero yo no soy un peleador, en realidad ninguno de nosotros lo es, somos fenómenos de circo, hay incluso quienes dicen que estamos marcados por la muerte

-lo entiendo perfectamente

-sin embargo, no hay de otra, a menos que marchemos en éxodo y a pie...  No, es imposible, hablaré con mi gente, esto se tiene que acabar, quien se quiera quedar y ayudar... Pero quien no, tendrá que vagar a pie por el desierto durante 2 o 3 semanas antes de encontrar otro pueblo

-eso sí la muerte no los encuentra primero

Una mujer bastante alta ingresó en la taberna y se sentó a un lado del peculiar representante del circo

-Me llamó Madame Ivanova

-señoritas, señor... Les presento a la Señora Ivanova, líder y matriarca de la caravana gitana que al igual que ustedes señor Morris, fueron atacados y... Bueno, llevan aquí 3 semanas escondiéndose

-entonces ¿solo nos queda eso? ¿Escondernos?

-¿que propones hombrecito? Somos gitanos, deberías tener al menos uno o dos entre tus gentes, no peleamos, vagamos y sobrevivimos como podemos

-si, si tengo, demonios hay que pensar en que hacer, ¡¡¡muy bien yo si peleare!!!

Ya fuera por demostrar masculinidad o valor frente a la rollisa gitana o por demostrar liderazgo frente a su gente, el pequeño señor Morris salió de la taberna y convocó en la calzada a sus congéneres a los cuales los instó a pelear a su lado para defender el pueblo o a huir, ésto último con la esperanza y la promesa de que, de no morir, se encontraría con ellos en la ciudad de El Paso, la más cercana a ese olvidado pueblo, ante éste acto de valor, los itinerantes escogieron pelear y con entusiasmo pero a la vez con bastante temor volvieron a sus tiendas para esperar un día mas, mientras, el señor Morris volvió a la mesa en la cual los impresionados presentes lo miraban con asombro

-bien capitán McCoy, ya tiene 35 personas dispuestas a pelear

La enorme gitana al mirarlo se hecho hombros abajo y habló en voz baja

-mi gente peleará también, solo somos 20 pero supongo que será suficiente al menos para distraerlos aunque sea un poco, ustedes nos ayudaron, lo menos que podemos hacer sería devolverles el favor

Berlina al ver ésto se levantó y salió de la taberna, seguida de Emma que la alcanzó casi de inmediato

-tenemos que hacer que ese imbécil regresé, me disculpare si es necesario pero tenemos que traerlo de vuelta

-buena suerte con eso Merry, a nosotros en Pinkerton nos tomó casi 5 años armar medianamente bien su archivo y por lo que he visto estos últimos meses nos faltaron muchísimas cosas, estás hablando de un fantasma que aparece y desaparece a voluntad

-si, pero si no hacemos que nos ayude muchos inocentes van a morir, hablaré con McCoy, tal vez el me ayude a convencerlo

-si los gansos y él no se quieren ¿porque crees que Mr McCoy te ayudaría?

-porque el no es uno de ellos, ellos trabajan para él

-ok, te apoyo, veamos si acepta

Las dos jóvenes ingresaron de nuevo y topandose de frente a la mesa, Berlina se dirigió al caballero británico

El Cuervo Carmesí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora