Berlina salió del rancho Kellerman casi con la fría noche a cuestas, sin pensarlo dos veces cabalgó a través de los bastos sembradíos y sin percatarse de la rapidez en la que galopaba ingresó en el espeso y oscuro bosque, de un momento a otro y como si se tratase de un cubetaso de agua helada la temperatura decendio bruscamente y por un instante recordó la horrenda sensación de ser perseguida en ese mismo lugar, sensación que rápidamente se disipó al ver a un par de lobos destazar el cadáver de un indio y su caballo mientras que del otro lado del camino un grupo de jabalíes corría frenéticamente hacia afuera del bosque sin explicación alguna
-shhhh tranquilo, estan ocupados comiendo, camina más rápido y no nos prestarán atención
La jóven apresuró el paso pero pareciese que entre más se adentraba en la espesura más negro y lúgubre se tornaba el ambiente, sin mencionar que cada metro que ingresaba era uno en el cual se encontraría con un cadáver humano o de animal en la mal trazada, accidentada y casi inexistente vereda
Sin embargo eso no la amedrento y por el contrario, haciendo caso omiso a las recomendaciones de sus protectores con la mano derecha tomó su revolver en su costado y lo recargo en su pierna apuntando con discreción mientras que con la izquierda seguía dirijiendo el caballo, así durante casi 4 horas en las cuales contempló a lo largo del camino una serie de acontecimientos con los cuales pareciese que su travesía la acercaba no hacía un lugar en la tierra sino hacia el infierno, metro a metro el nauseabundo aroma de la mierda y la putrefacción se hacía cada vez más latente mientras que los Cuervos, buitres, coyotes y Lobos se areemolinaban en torno a cadáveres de criaturas de las cuales ya poco se distinguía si habían sido humanas o animales, cuando éstos acababan de devorar los amasijos sin forma de carne y huesos putrefactos se avalanzaban los unos sobre los otros tratando de asesinarse entre sí para así seguir comiendo y bebiendo de los cuerpos de sus compañeros de rapiña, matándose cruelmente, más cruel todavía considerando que siendo animales sanguinarios su comportamiento era aun más errático y agresivo de lo normal e incluso hasta atroz, como si el bosque los cegara obligándolos a matar todo lo que estuviese a unos centímetros de ellos, como si en ese lugar la vida no valiera nada-tengo que salir de aquí a como de lugar, vamos Krieger solo sigue derecho, solo un poco más amigo, saldremos de ésta le prometo
La joven trataba de no llamar ni la más mínima atención de todo lo que se arrastrase o moviese al rededor tranquilizando a su caballo cada vez más y apretando sus costados para evitar que se detuviese hasta que de pronto una briza helada le rocío la cara y la niebla comenzó a disiparse lentamente advirtiéndole a la pelirroja que el final del bosque estaba cada vez más cerca
Sin pensarlo dos veces la pelirroja apresuró a su caballo haciéndolo correr sin mirar hacia atrás, rompiendo la niebla y arrollando todo a su paso cuando de pronto y ante su total sorpresa se encontró en una extensa pradera llena de nieve-increíble... Esto es simplemente precioso
En contraste con el aterrador bosque la pradera era un lugar lleno de vida, caballos salvajes, venados y alces convivían pacíficamente de un lado a otro mientras que algunas águilas y búhos sobre volaban el amplio terreno aproximándose a la enorme montaña y cayendo en picada para capturar conejos, serpientes y una que otra ardilla
Confiada por el cambio de atmósfera Berlina enfundo su revolver, bajo de su caballo y se dispuso a tomar de la alforja en éste su cálido abrigo cuando de pronto y sin advertirlo un enorme puma se abalanzó desde unos arbustos sobre el enorme potro haciéndolo replicar, golpeando a la joven y lanzandola a unos metros del sitio-¡¡¡esto tiene que ser una maldita broma!!! ¡¡¡MIERDA!!!
La aterrada joven intentó tomar su arma solo para descubrir que gracias al impacto ésta había caído a tan solo unos metros por donde el puma se aproximaba a ella, caminando lentamente y con las garras listas para lanzarse sobre ella, sin más opción Berlina tomó de su chaleco el pequeño revolver bulldog e intentó apuntar hacia el enorme felino sin embargo el extremo frío así como la oscuridad sólo lograron que los disparos impactaran en la lejania sin siquiera acercarse al aun más enojado depredador
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El Cuervo Carmesí
Historical FictionAventuras, tiroteos, palizas, caballos, armas, forajidos y sexo, todo lo que te gusta del lejano oeste en un cliché gigante.... Por que a fin de cuentas, así es el viejo oeste