-¿sabe? No pasa nada desapercibida con ese fino uniforme y con el típico sombrero de bombin
-en Chicago el atuendo es más común de lo que usted cree
-le creo, he ido 3 veces, aunque allá no parecía haber muchos imbéciles matando gente como desquiciados
-los hay solo que son más discretos, se esconden bajo el disfraz de banqueros, prestamistas, hay incluso filibusteros, en éste negocio se debe demostrar que se sabe como lidiar con basuras encantadoras e hipócritas, ya sea capturandolos o matandolos, en lo personal prefiero lo segundo, me ahorra problemas
-no suena para nada encantador
-le hacen falta un par de senos y mucho trasero como para entender a que me refiero
-no lo creo, me quedo como estoy, muchas gracias
-si, yo igual, a veces me es más fácil hacer mi trabajo siendo una chica.
-¿de verdad? Supuse que sería muchísimo más difícil
-para nada, mi primer caso fue el de un estafador asesino de mujeres, me enviaron a Florida a investigar a un sujeto llamado Wallace Kingston
-supongo que al ser su primer investigación fue difícil adaptarse y comenzar a trabajar
-al contrario, el hijo de perra se me acercó en cuanto crucé la puerta de la cantina, me invitó a cenar, una chica frágil llegada de Europa con el deseo de hacer una gran vida en la maravillosa tierra de las oportunidades, era una presa exquisita...
El hombre miraba a la joven hablar mientras avivava el pequeño fuego en el risco en el que acampaban
-después de la cena me invitó a su departamento, accedí y ambos salimos, yo tomé demasiada ginebra y no me encontraba bien o al menos fue lo que el creyó
Caminamos hasta llegar a un callejón alejado que según él daba a su casa, entre en éste y escuché como desenfundo su cuchillo mientras me tomaba por el cuello y me rasgaba el vestido para violarme... Lo siguiente que escuché fue el tiro de mi 44 justo en sus miserias-una operación para no tener hijos a perpetuidad, que sanguinaria
-algo asi, los agentes nos escoltaron hasta el juzgado, el pedía que se me imputara la pena de la horca, yo mostré mi orden de captura y antes de retirarme y dejarlo con el juez le di en la boca con la cacha del revolver, escupió dos dientes y se desmayó
-se dio a respetar entre todos esos patanes de trajes finos
-así es, si mostraba debilidad en ese momento me comerian viva, tuve que hacer incapie en que el hecho de que lo hubiese capturado una mujer fue más inteligente que lo que muchos cazadores habrían hecho en ocasiones anteriores
-vaya, si Ray o Emerson tuvieran ese colmillo el pueblo estaría siempre limpio y en orden, ¿no le interesa el puesto de Sheriff?, a mi ya me está pesando la placa, o bien, si le parece mucho puede empezar como ayudante del sheriff, sería todo Tuna Springs, Río Berrendo, Río Green y Bosque de Cruces, al sur ya no es nuestro problema, ahí empieza la jurisdicción de Hardy Adams y sus soquetes
-no creo quedarme tanto tiempo como para volverme Sheriff
-lo mismo dije yo cuando me detuve en éste pueblo a comprar suministros para continuar con mi viaje hasta Arizona, llevo 45 años intentando recordar por que me quedé aunque si le soy franco... Creo que algo me decía que en Arizona me esperaba la muerte
-¿fue cazarrecompensas?
-dios no, nunca podría, fui vaquero, siempre se me dio bien manejar el ganado, mas que bien, saber manejar el lazo me ayudó bastante para ocupar el puesto
ESTÁS LEYENDO
El Cuervo Carmesí
Historical FictionAventuras, tiroteos, palizas, caballos, armas, forajidos y sexo, todo lo que te gusta del lejano oeste en un cliché gigante.... Por que a fin de cuentas, así es el viejo oeste