¡ cinco !

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A Jisung le gustaba sentir el viento golpear contra su rostro. Aunque el calor era insoportable y pegajoso, no le molestaba salir durante la tarde y sentarse debajo de un árbol, disfrutando del fresquito que sentía al estar bajo la sombra. Su mano era sostenida por unos dedos finos y un tanto más pequeños que los suyos. Eran adornados por varios anillos, muchos de ellos comprados por él mismo, y las uñas estaban pintadas de un tierno color carmesí, como el de los labiales que Felix le mostraba en los descansos de la clase de baile.

Hyejoo era la novia de Jisung desde hacía unos meses. Si bien Han no entendía del todo el motivo por el que estaban juntos, la chica era extremadamente preciosa y se sentía bien a su lado. Recuerda besarla en una fiesta e, inmediatamente al otro día, ser reconocido en toda la escuela como el tímido novio de Hyejoo.

—Sungie —llamó la muchacha—. ¿En qué tanto pensás?

El nombrado la observó inquieto. Su relación con Hyejoo era rara. Ella se cansaba de él rápido y Jisung no era un gran partidiario de demostrar amor. Sonrió y acarició el dorso de la mano que sostenía con su pulgar.

—En mi profesor de baile.

—¿Tu profesor?

Jisung asintió.

—Es bueno. La clase anterior me llevó a casa —contó, sus ojitos parecían brillar—. Me preguntó como estaba, y hablamos un rato de mí, y de él. Y me llevó a pasear.

Su vista volvió a Hyejoo, encontrándola muy interesada en su celular.

—Es un pedófilo.

Jisung apretó los labios.

—Es muy amable.

—Quiere aprovecharse de vos, Jisung —dijo con brusquedad, mirando a Han sin ninguna expresión descifrable en su rostro—. Sos joven, lindo y tenés buenos atributos. ¿No es obvio?

La muchacha rodó los ojos y Jisung se mordió el belfo inferior. Él de verdad quería hablar de lo amable que había sido su profesor con él, pero Hyejoo sólo lo había denigrado y maltratado con sus palabras. Sin saber por qué, un sentimiento agrio se instaló en su pecho. Quiso defender a Minho, decirle a su novia que el profesor de baile nunca pernsaría de esa forma de él.

—No seas tonto, Jisung —agregó—. Es muy fácil para las personas aprovecharse de vos.

Jisung bajó el rostro, algo avergonzado. Hyejoo solía ser muy dura con él, pero siempre intentaba creer que era su culpa; que él decía cosas que provocaban a la muchacha a ser de esa forma.

—No lo había pensado —murmuró—. Lo siento.

Hyejoo sonrió satisfecha y guardó su celular, acercando su rostro al de Jisung. Unió sus labios inclinándose sobre Han, tocando el cuello y pecho de su novio. Los labios de Jisung eran pequeños y suaves, aunque algunas veces olvidaba colocarse bálsamo y se le secaban, provocándole cortes y roces molestos a la muchacha. Hyejoo aumentó la velocidad del beso, y aunque Jisung deseaba poder seguirla, no lo lograba.

Sentía una mano de su novia bajar por su pecho hasta acabar en su entrepierna. Apretando el bulto que se suponía debía estar duro y ansioso.

—¿No te gusto? —preguntó Hyejoo, separándose del rostro de Jisung sin correr su mano.

Han la observó confundido hasta que entendió a lo que se refería.

—Perdón, estoy distraído.

Hyejoo murmuró algo que Jisung no logró entender y volvió a besarlo. Sus labios se movían con ferocidad sobre los de Jisung, mordiéndolo de vez en cuando mientras su mano de uñas pintadas intentaba excitarlo. 

Jisung sintió pena. Su cabeza seguía en las palabras que su novia había dicho hacia Minho.

Minho...

Su profesor siempre había sido bonito y carismático, y Jisung se preguntaba como se sentiría besarlo. Cómo sería ser tocado de la forma en la que Hyejoo lo hacía por su profesor. Sintió un cosquilleo en su abdomen bajo y a la muchacha sonreír entre el beso. 

Se había excitado pensando en su profesor, y repentinamente, sintió asco de sí mismo.

—¿Vamos a tomar algo? —dijo con rapidez, alejando a Hyejoo de él y tapando casualmente con sus manos la erección que se había formado debajo de su pantalón— Yo invito.

La muchacha ladeó el rostro.

—Pero no vayamos al lugar de siempre —pidió, poniéndose de pie—, el helado es feo y los batidos no son fríos.

—Los otros lugares son muy caros.

—No importa, son más ricos.

Hyejoo lo tomó de la mano y comenzó a caminar. Jisung suspiró por lo bajo; su madre se enojaría con él si no le daba el dinero del día.






sábado 23 de enero, [16:53]
721 palabras

PARADISE ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora