¡ once !

866 173 81
                                    

El sábado a la mañana, Minho había citado a su mejor amigo de la infancia, Christopher Bang, para poder conversar con él sobre cómo su cabeza parecía querer explotar cada vez que pensaba en Jisung. 

Quería oír que estaba haciendo las cosas bien, que preocuparse por Jisung era lo correcto y que no había nada malo en su comportamiento de adulto preocupado y adolescente traumado. Quería saberlo, quería ser consciente totalmente de que, todo lo que hacía por su alumno, era para salvarlo. 

Minho llegó al café en el que se encontrarían un rato antes, sintiendo sus manos sudar y sus pies repiquetear con insistencia en el piso debajo de él. Cuando vio la cabellera castaña y rizada de su mejor amigo, suspiró con tranquilidad, buscando en el bolsillo de su pantalón la plancha de pastillas y tomando una, para luego llevarla a su boca y tragarla con facilidad.

—Preguntaría como estás, pero no te veo en tu mejor momento —dijo Chris como salido, sentándose frente a su menor.

—Estoy volviéndome loco.

Chris suspiró pesado.

—¿Es por ese alumno tuyo?

—Se me rompe el corazón al verlo.

—Honnie, yo entiendo que quieras ayudarlo, pero no te hace bien.

Minho apretó las manos sobre sus muslos.

—Pedí más pastillas a mi terapeuta, está bien.

Chris escondió su rostro entre las manos, suspirando preocupado pero sabiendo que era un comportamiento completamente normal en Minho el sentir preocupación por aquellos que le importaban. ¿Podría hacerlo cambiar de parecer? No, tenía certeza en que no podría hacer entrar en razón a Minho. Así que, lo único que podía hacer en ese momento, era apoyarlo.

—¿Cómo se llama? 

—Jisung.

—¿Todavía es menor?

—Sí...

—Estás jodido, Minho. Tan jodido...

El nombrado tiró la cabeza hacia atrás.

—Yo era dos años más chico cuando pasó lo de papá —respondió con simpleza, sintiendo su corazón acelerarse frente al simple pensamiento de su padre arruinando su corta vida. Quería gritar, y sentía miedo de tener a Chris frente a él.

—Te hizo más fuerte.

—Era un nene, Chris. Jisung es apenas un jovencito —dijo bajito, su voz rompiéndose en el proceso—. No necesita ser fuerte, necesita ser protegido. Y si nadie quiere hacerse cargo de él, yo voy a intentarlo.

—Minho...

Lee negó, su corazón latía acelerado y sus manos picaban. No podía estar pasándole, de verdad no podía...

—Ahora no, Chris. Sólo necesito que me apoyes. ¿Lo que hago está bien?

Bang observó a su amigo preocupado.

—Sí, Honnie. Está bien, si querés ayudar a Jisung... Entonces voy a apoyarte.

Durante unos largos minutos, ninguno dijo nada. Minho sentía el fruir acelerado de sus pensamientos, incapaz de centrarse en una idea en concreto. Respiró profundo, tomándose el tiempo necesario para inhalar y exhalar. 

—Gracias —respondió un poco más tranquilo, sonriéndole levemente a su mejor amigo.

Chris sólo sonrió, negando. Si bien Minho estaba mucho mejor y podía controlar sus ataques de ira casi a la perfección, bien sabía que eso podría cambiar y, como resultado, tendría a un exasperado Minho gritando y golpeando cosas por razones estúpidas.

—¿Jisung es un buen muchacho? —quiso saber, y al instante, un brillo sospechoso apareció en los ojos oscuros de Minho.

—Sí... Él es muy bueno, todo lo que hace lo hace bien. 

Chris rió bajito. 

—Suena bueno, me alegro, Min.

—¿Y cómo está Jeongin? A veces me parece una locura que ya tengas un hijo y yo apenas haya logrado encontrar un buen trabajo.

Chris encendió su celular y le mostró a Minho una foto de Jeongin, el pequeño de un año y medio que había llegado por sorpresa a la vida de Chris y su ex-pareja. Era su adorado hijo, su píldora de felicidad y grititos agudos pidiendo por galletas y dulces. Chris era un buen padre, Minho lo había visto infinitas veces en el piso, jugando con Jeongin sin importarle el dolor de espalda que luego sentiría.

—Bien, vamos a inscribirlo en un jardín maternal para que conozca otros nenes. Hubiese preferido no hacerlo, pero Jihyo insistió demasiado con eso. 

—Suena como algo que ella haría.

—Sí... —comentó Chris con una risa, guardando su celular nuevamente en el bolsillo de su pantalón negro.

Pasaron el rato hablando sobre el trabajo de Minho, el de Chris, la cantidad de jardines que habían visitado para Jeongin y sobre el hecho de que necesitaban conseguir un uniforme tan chiquito que casi no había talles. 

Había pasado cerca de una hora cuando una conocida voz llegó a los oídos de Minho, provocando que dejase de prestarle atención a la conversación que mantenía con su mejor amigo para enfocarse en buscar al dueño de esa vocecita que ya tanto conocía. 

Con el pasar de los minutos, la voz se oía más fuerte, con más impotencia, resquebrajando el corazón de Minho. 

Se giró sobre su asiento, ignorando la mirada preocupada de Chris y divisó a Jisung junto a la que suponía era su novia a unos metros de él. Discutían de forma elevada, y aunque Minho quería creer que no era nada, le era imposible. 

Llegado un momento, los gritos cesaron y Minho vio a Jisung dejarse caer sobre una silla, cargando su rostro sobre sus manos y refregándose los ojos. Se disculpó con Chris y se acercó a su alumno, el corazón le palpitaba con fuerza.

Hey...

—Minho, ¿que mierda estás haciendo acá? —preguntó, dejando de lado las formalidades que utilizaba con él.

—Escuché la pelea con esa chica. ¿Es tu novia?

Jisung suspiró pesado.

—Sí, quería un nuevo labial así que nos juntamos hoy para comprarle uno —explicó—. Después me enteré que se acostó con un chico del colegio. Fue un labial realmente costoso —dijo finalmente, soltando una patética risa. 

—Sungie...

—No te preocupes, Mamá está bastante tranquila ahora que encontró al hombre que va a usar este mes.

Minho apretó los labios y tomó la billetera del bolsillo trasero de su pantalón. Dejó frente a Jisung un billete de alto valor y le sonrió.

—Quedátelo. Por el labial, y comprate algo para tomar o comer.

—No, Minho. No puedo aceptarlo.

—Si podes, Sung. Por favor, quedátelo. 

Jisung bajó la cabeza.

—¿Cómo puedo compensártelo?

Minho fingió pensarlo.

—No fumes esta semana, ¿si?

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Jisung. 

—Está bien. 








viernes 5 de marzo, [21:00]
1025 palabras

huh que tendrá minho?
 *emoji de ojos + labios + ojos*

PARADISE ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora