¡ veintitres !

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El celular de Jisung sonó con fuerza, la alarma que había puesto para levantarlos antes de su día laboral. El primero en reaccionar fue Minho, quien oyó la alarma hasta que la misma se pospuso para sonar cinco minutos más tarde. Sentía las piernas de Jisung enredadas con las suyas, su mano apoyada sobre su pecho y su lenta respiración golpeando contra su cuello. 

Bajó el rostro intentando moverse lo menos posible, admirando como las mejillas de Jisung parecían aún más regordetas al tenerlas apretadas contra su brazo. 

Se veía hermoso. Tan hermoso y tan en paz que Minho sintió que podría pasar una eternidad mirándolo dormir. Porque sólo en ese momento, podía notarlo tranquilo, libre de cualquier pensamiento oscuro que intentaba derribarlo. Ese era el único momento en el que no entendía por qué estaban ahí, por que el mundo al rededor de Jisung quemaba durante el día pero no cuando dormía.

La alarma volvió a sonar y, esa vez, Jisung la oyó.

—Odio esa canción —murmuró adormilado, acomodándose sobre Minho para poder abrazarlo y esconder su rostro en el cuello del mayor—. Buenos días, Min.

—Buen día, precioso.

Sintió los labios de Jisung curvarse hacia arriba sobre su piel.

—Me da pena que me llames de esa forma. 

—¿Por qué? —preguntó con suavidad, llevando sus manos a la espalda baja de Jisung para acariciarlo despacio.

—No soy precioso.

—Yo opino que sos el ser más precioso de todos, y no está a discusión.

—Pero...

Minho se acomodó en la cama, levantando un poco el torso para apoyarlo contra la pared detrás de él. Jisung seguía agarrado a su cuerpo con necesidad, un abrazo suave pero aún así firme. 

—No hay peros, Sungie. Quiero que sepas que sos hermoso, muy hermoso —dijo, besando con suavidad la punta de la nariz del menor—. ¿Podrías decirlo para mí?

Jisung ladeó el rostro.

—¿Decir qué?

—Que sos hermoso.

Han negó moviendo la cabeza y se apoyó sobre el pecho de Minho, evitando mirarlo a los ojos. Sentía las caricias del mayor recorrer su piel con cuidado, casi con amor. Un tacto tan simple y, al mismo tiempo, tan íntimo que creía que su corazón podría explotar en cualquier momento.

—Por favor —susurró Minho contra su cabello.

Jisung mordió su labio inferior.

—Soy... Soy hermoso.

Su voz sonó tan bajita que Lee apenas pudo oírla, las palabras se resbalaron por sus labios de forma tambaleante y miedosa, como si no debiera estar diciendo eso. Las manos de Jisung se cerraron en dos puños sobre la tela de la remera que Minho llevaba puesta.

—¿Puedo besarte, Sungie?

Minho no sabía por qué pedía permiso, pero cuando los ojitos de Jisung se encontraron con los suyos y su mirada no transmitía nada más que seguridad y afecto, lo supo. Supo que quería que Han se sintiese seguro, a salvo entre sus brazos, como si él fuese el muro de piedra más fuerte del mundo dispuesto a cuidarlo de todo y todos.

—Uh... —durante el corto segundo que Jisung tardó en responder, Minho ya estaba listo para arrodillarse ante él y pedirle perdón por incomodarlo— Sip.

  Jisung le sonrió con dulzura y se acercó a él, tomando con delicadeza el rostro de Minho y uniendo sus labios en un beso lento y cuidadoso. Sus labios se movían en sincronía y ninguno de los dos quería aumentar el ritmo al que iban, sintiéndose totalmente cómodos con eso. 

Cuando necesitaron recuperar el aire, se separaron unos milímetros, dejando sus frentes juntas y sus narices cerca de chocarse entre sí.

—Buenos días, Minho.

—Buenos días, Sungie.






Era cerca del mediodía cuando el celular de Minho comenzó a vibrar en su bolsillo. Hacía rato había perdido de vista a Jisung, cuando su jefe le indicó que fuese a limpiar la piscina mientras Han se encargaba del comedor comunitario. 

El nombre de Chris apareció en la pantalla y Minho dejó la escoba que estaba utilizando a un lado y se sentó sobre un banquito de cemento.

—Minho, por Dios. ¡Estaba tan preocupado!

—Hablamos por última vez hace dos días...

—Pensé que algo les había pasado.

—Estamos bien. En un hostel, trabajando.

Durante unos segundos, todo lo que Minho pudo oír del otro lado de la línea fue silencio.

—¿Y cómo estás vos?

Minho apretó los labios en una fina línea, ¿debía decirlo? 

—Lo besé. Muchas veces. Y le dije que sentía cosas por él. Y que estaba enamorándome. Después dormimos juntos. Su hermano apareció donde estábamos quedándonos, y Jisung me pidió que lo lleve lejos, a un lugar donde sólo seamos él y yo. Chris, de verdad lo quiero. Lo quiero tanto que cuando lo veo entre mis brazos buscando contención siento mis pies cosquillear para ir hacia su antiguo hogar y romper el cuello de la mujer que arruinó su vida porque él nunca mereció esto y yo tampoco merecí que papá me odiara tanto hasta el punto de dejarme el cuerpo lleno de marcas y mi mamá tampoco mereció estar con ese hombre. Chris, la vida es tan injusta y sólo quiero romper cosas hasta dejar de pensar.

—Minho, Minho, Honnie —llamó Chris exasperado, sabía lo que pasaba, sabía lo que se avecinaba porque miles de veces vio a Minho de esa forma, y siempre estuvo junto a él para tranquilizarlo; pero ahora su mejor amigo estaba sólo, perdido y descolocado—. Mi vida, vamos a respirar juntos, tranquilos. Pensá en algo lindo, ¿le contaste la historia de nuestro viaje a la playa a Jisung? ¿Y le mostraste las fotos de Jeongin comiendo arena? ¿Cómo reaccionó? ¿Él sonrió? ¿Cómo es su sonrisa, Honnie? ¿Es bonita?

—Es hermosa, Chris —respondió, su pecho subía y bajaba con rapidez y la mano que no sostenía el celular contra su oreja, se había cerrado en un puño entre sus cabellos, tirando de ellos con fuerza—. Pero él no lo sabe —soltó, el enojo de su voz mezclándose con el nudo en su garganta—, él no lo sabe y no puedo hacer que lo entienda porque no cree que es hermoso.

—Ese no es tu trabajo, Honnie. ¿Qué estás haciendo ahora? ¿Cómo está el día allí?

—Hace mucho calor, estoy limpiando la pileta. Él es hermoso, Chris. Y me abraza con tanto cuidado como si fuera a romperme. Jisung no cree que pueda enamorarme de él, pero estoy tan enamorado.

—Minho...

Sus ojos se cristalizaron y no pudo aguantar más el llanto que se acumulaba en su interior.

—Estoy tan enamorado, Chris. Y duele tanto verlo así.







domingo 13 de junio, [21:26]
1058 palabras

¿Qué piensan de Jisung?

¿Y de Minho? 

PARADISE ━ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora