PARADISE ━ MINSUNG

¡ veintiuno !

Minutos después, entraban en una ciudad costera de casitas azules y amarillas hechas con madera y lujosos hoteles cerca de las orillas del mar. A Minho le costaba un gran esfuerzo enfocar su rostro en el camino frente a ellos y no en la carita asombrada de Jisung al ver por la ventana.

—Este lugar es hermoso —murmuró Jisung dentro de su ensoñación, siéndole imposible alejar sus ojos de las casitas, negocios y lugares que aparecían frente a él.

Minho sentía su corazón palpitar con fuerza, los nervios que apenas había notado en su cuerpo se disipaban cada vez que Jisung demostraba lo encantado que estaba con la nueva ciudad, cuando decía que se sentía feliz, que estaba contento por estar ahí. Por fin, sentía que había hecho las cosas bien, que llevar a Jisunga  esa ciudad en la costa que casi nadie conocía fue lo mejor que pudo haber hecho.

Antes de que la canción que sonaba en la radio se terminara, llegaron a un pequeño hostel en las orillas del mar. Minho estacionó en silencio, y luego de chequear que no era muy temprano, bajó del auto. Jisung lo siguió a la velocidad de la luz, correteando hasta llegar a su lado para tomar su mano con delicadeza.

—Minho —llamó bajito, sus mejillas estaban rojizas y sus labios apretados en una fina línea.

Antes de que Lee pudiera siquiera responder, un par de brazos estaban estrechándolo con fuerza y un rostro redondito y suave se apretaba contra su cuello.

—Esto es hermoso —murmuró contra su oreja, y Minho se sintió desfallecer ahí mismo; entre los brazos de Jisung, contra su cuerpo—, y estoy tan contento que siento que mi pecho va a explotar de felicidad.

Un nudo se formó en la garganta del mayor y apretó a Jisung con más fuerza. Han era un ser tan puro y transparente, tan frágil y tan fuerte al mismo tiempo. No sabía que decir, y aunque se moría por gritarle que lo adoraba, que se sentía el hombre más afortunado del planeta por tenerlo a su lado, por poder abrazarlo de esa forma y oír cuánto le gustaba la ciudad a la que había llegado, no dijo nada.

No dijo nada porque sus piernas temblaban y su mentón se apretaba con fuerza para evitar llorar. Desde que huyeron de sus hogares, Minho había creído que estaba salvando a Jisung. Pero la realidad era completamente distinta. 

Minho nunca había salvado a Jisung, era Jisung quien lo había salvado a él. 

Lo salvó de la soledad, del silencio y de la monotonía en la que los últimos tres años de su vida habían sucedido. 

—Me alegro mucho, tesorito —respondió en un volumen igual de bajo, porque era algo muy íntimo para que alguien más escuchara aunque ninguna persona podía verse a su alrededor.

Jisung se separó a penas del abrazo, chocando su frente con la del mayor y acariciando sus narices con suavidad.

—¿Por qué lloras, Minho?

—No estoy llorando —susurró, llevando sus manos a la cintura de Jisung a la vez que sentía su cuello ser acariciado con suavidad.

—No me mientas.

—No quiero hablar de eso —dijo con pena, sabiendo la cantidad de veces que le había pedido a Jisung que exteriorizara sus sentimientos con él.

—Está bien, lo entiendo.

Minho no entendía del todo a la persona frente a él. Jisung era un adolescente pequeño, debía cuidarlo y asegurarse de que estuviese bien, pero en ese momento, el jovencito frente a él parecía sostenerlo con cuidado para que no caiga. 

Una de las manos en el cuello de Minho se movió hacia su rostro, donde Jisung acarició en silencio y despacio. Sus ojitos saltones estaban fijos en el movimiento de sus dedos sobre la mejilla del mayor.

—¿Qué vamos a decirles a los dueños del lugar? —preguntó sin separarse ni unos centímetros— ¿Que estamos buscando trabajo? 

—Sí, ya estuve averiguando por internet.

—Bien, eso es bueno. 

Minho sonrió, curvando un poco sus labios hacia arriba. Y cuando pensó que Jisung iba a separarse porque llevaban abrazados una extraña cantidad de tiempo, volvió a hablar.

—Minho.

—¿Sí, Jisung?

Antes de responder, Han tomó una bocanada de aire.

—¿Podrías besarme otra vez?

Decir que Minho no sintió su pecho comprimirse y sus manos picar sería una mentira. El vello de su nuca se erizó y sintió que por su columna vertebral bajaba una corriente eléctrica.

—Perdón, ni quise incomodarte —dijo Jisung de forma atropellada frente a la falta de respuesta por parte de Minho, alejándose de su cuerpo y poniendo entre ellos una distancia considerable.

—No, no. Mierda, Jisung. Me gustás mucho —exclamó, acercándose a Jisung.

Han retrocedió nuevamente, estirando los brazos para evitar que Minho se acercara a él. En su rostro había una mueca de espanto instalada y su pecho subía y bajaba con una rapidez evidente.

—No digas eso, Minho.

El nombrado mordió su labio inferior. Todo iba tan bien y en ese momento, Jisung se encontraba tan lejos de él...

—Creo que estoy enamorándome, Jisung.

Han apretó las manos en dos puños, sus nudillos sonaron y sus ojos se cerraron por unos segundos.

—¿Por qué te enamorarías de mí, Minho? ¿Por qué te gustaría estar conmigo?

Quizás todo cobró sentido en su cabeza, porque Minho no respondió y se acercó con pasos rápidos a Jisung para besarlo con necesidad. Y ninguno de los dos pudo frenar luego de eso, Minho no pudo evitar empujar el cuerpo de Jisung contra el suyo y Han no pudo retener el quejido que salió del sus labios cuando las manos del mayor pasaron por su cabello con suavidad.

—Porque quiero que veas la cantidad de cosas hermosas que hay en vos, Jisung. 

El ceño fruncido de Jisung pareció relajarse.

—No hagas eso conmigo —pidió despacio—. Decís esas cosas lindas y no sé como sentirme. Hace un mes tenía novia y nunca había besado a un chico.

—Perdón.

Jisung suspiró pesadamente.

—No pidas perdón, sólo... No digas eso, no puedo pensar en eso. Porque vas a irte después, todos se van. Yo me fui, vos te fuiste conmigo. ¿Cuánto falta para que nos separemos?

Minho dejó un pico sobre sus labios, tan sorpresivo para Jisung como para él mismo.

—No vamos a separarnos.

viernes 21 de mayo, [21:17]
1015 palabras

pienso, pienso que la relación de minho
y jisung es demasiado confusa y ya no se
que sentimientos estoy intentando desarrollar,
sólo sé que quiero lo que ellos tienen :(