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Jimin despertó sudado recordando todo lo que había visto o más bien soñado, su respiración se había hecho irregular debido a la agitación, miro sus sábanas y las movió notando que tenía una erección. Trago saliva mientras se incorporaba para limpiarse la frente del sudor que poseía y bajar con cuidado su pantalón junto con su ropa interior y ver la erección. Mordió su labio inferior mientras comenzaba con un movimiento lento el cual le comenzó a sacar suaves gemidos los cuales eran escuchados por un pálido chico el cual hacía lo mismo mientras se relamía los labios ante la morbosa imagen que tenía.

Jimin siguió con su trabajo de masturbarse con el sueño que había tenido, al llegar a su orgasmo sonrió y se dejó caer en la cama mientras trataba de regular su respiración. Fue ahí donde el pálido salió de las sombras para ir donde Jimin estaba él se relamió los labios al ver toda la piel expuesta, las tocó llamando la atención de Jimin él cuál se subió rápido la ropa y miro a la oscuridad.

—¿Quién? ¿Quién anda ahí? —dijo asustando.

Yoongi rio mientras lo tomó con fuerza de las piernas haciendo que Jimin quisiera gritar, pero le tapó la boca antes que pudiera hacerlo, el pelinegro se acercó y le besó el cuello haciendo que Jimin se estremeciera ante ese tacto.

—Yo sé que lo deseas Jimin. —le susurro en la oreja. —solo dímelo.

—Ah~. —gimió al sentir la lengua del hombre en su cuello. —¿Quién eres? —preguntó con dificultad.

—Yo puedo darte lo que viste en ese sueño. —sonrió mientras metía la mano dentro de la camisa de Jimin. —y mucho más solo dímelo.

Jimin trago saliva al sentir como era tocado por ese hombre le estaba gustando ese calor que comenzaba a arrasar con todo su cuerpo. Yoongi dirigió sus manos dentro del pantalón de Jimin para comenzar a tocarlo mientras le seguía susurrando cosas.

—Jimin te he visto. —lo siguió masturbando. —tu alma está manchada con deseos malos. —le pasó su lengua por los labios. —deseas la muerte de tus primos.

—Tú. —soltó un suspiro. —mierda se siente bien.

—Así es lindo. —rio. —un pequeño empujón y ya no camino en toda su vida. —le bajó el pantalón y sonrió al verle la erección. —te daré una muestra de lo que puedo hacer.

Cuando Jimin iba a hablar sintió algo húmedo en su pene, como pudo miró y vio como el pálido el cual le estaba haciendo un oral. Jimin se negaba a tomar los cabellos del hombre, pero no pudo más y lo hizo y eso fue una firma a su condena, pues hacer eso fue un pago en el cual se entregó al demonio el cual lo tomaría hasta matarlo.

Closer [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora