Closer [Y.M] [PRÓXIMAMENTE]

16

Jimin abrió los ojos y miro todo el lugar dándose cuenta de que estaba en el hospital, tocó su vientre y se quejó ante el dolor que sentía, por lo que levantó la bata y se dio cuenta de que estaba vendado. Recordó lo sucedido y se sentó rápido ganándose un fuerte dolor, él llevó su mano al vientre mientras se sentaba despacio, él vio como la puerta se abría y de ella aparecía sus tíos preocupados.

—Jimin, cielo. —dijo la mujer.

—Tía. —habló bajo. —¿Qué pasó? —desvío la mirada. —yo no recuerdo nada.

—Entraron a robar. —le acarició la mejilla.

—Mi primo. —se quiso levantar, pero su tía lo detuvo.

—Él está en coma. —le dijo.

—¿En coma? —pregunto confundido.

—Él recibió un golpe muy fuerte en su cabeza. —contestó la mujer.

—¿Pero estará bien? —pregunto preocupado.

Jimin vio al hombre desnudo en el hospital y ya no dijo nada, la mujer comprendió y abandonó el lugar. El demonio se acercó y Jimin lo señaló deteniendo la acción del demonio, Yoongi miraba intensamente al humano el cual bajo el dedo.

—No cumpliste con nuestro trato. —hablo.

—No me diste tiempo para hacerlo. —dijo.

—Para ser demonio eres muy inútil. —contestó Jimin. —eres un demonio que ya vi que no me sirve para nada.

Yoongi se acercó a Jimin y lo tomó del cuello y este se quejó por la presión y por el dedo del demonio que ingresaba en su herida, Yoongi en ese momento no le importaba causarle dolor a ese humano; este debía de entender que con él no debía de jugar. La sangre de Jimin resbalaba por su abdomen, Yoongi seguía causándole dolor al humano hasta que se detuvo.

—Tú solo eres mi marioneta para follar humano. —le dijo. —más te vale tenerme respeto.

—¿A ti? —se quejó Jimin. —Lo haré hasta que mis primos dejen de respirar.

—¿Por qué el afán de verlos muertos? —preguntó el demonio.

—¿Por qué el afán en que te dé respeto? —dijo en burla Jimin. —hiciste un trato demonio y si yo quiero le puedo dar mi alma y cuerpo a alguien que quiera hacer lo que le pido.

Yoongi miró al chico que tenía odio en su interior, él se acercó y lo tomó con fuerza de ambas mejillas. Jimin sonrió con falsa inocencia acariciando el torso desnudo del demonio, el pálido miraba cada acción del humano, el cual hacía trazos imaginarios.

—Vamos Yoongi. —dijo. —mátalos y podrás disfrutar de mi cuerpo y fuerza vital que es lo que tomás de mí. —lo miro a los ojos. —no soy ningún estúpido.