Eva
Ya ha pasado la primera noche desde que estoy en esta casa, y lo que menos me esperaba, es que mi alarma de domingo sean gemidos procedentes de la habitación de Hugo.
Gemidos agudos y estruendosos que interrumpieron mi sueño, y yo, sinceramente, no quiero soltar nada bonito ahora mismo por mi boca.
Me levanté -obviamente, de mala gana-, y vi como mi querido hermanastro salió de su habitación, con el pelo despeinado y con solamente unos boxers. Para qué mentir, estaba asquerosamente sexy, pero lo mal que me cae anula lo bueno que está.
Me miró y me sonrió de forma burlona, a lo que yo respondí con una mueca de desagrado inconsciente y bajé las escaleras.
- Veo a alguien picado por aquí. - Dijo andando detrás de mí.
- ¿Ya vas a empezar con las persecuciones? - Dije sin mirarle, ya que le doy la espalda por mirar al mueble donde están los dulces.
- Va, dime. Te ha picado.
- Qué va, me encanta que me despierten unos gemidos, es genial. - Le sonreí irónica tras girarme y me fui al salón con un paquete de galletas en las manos, rodeándole para poder esquivar su cuerpo. Parece que siempre hace lo mismo, nunca me dejaría pasar a la primera.
Y sí, para mi desgracia, vuelve a venir detrás.
- Es un despertar agradable si te tocara a ti, lástima que tu novio sea un abuelo.
- Al menos él es respetuoso para saber que hay más gente en el mismo sitio. - Le repliqué, harta.
- Ajá, lo que digas, hermanastra.
- No me llames así. - Mordí una de las galletas que agarraba en mi mano derecha.
- Es lo que somos, ¿no?
Tragué. - Para mi desgracia, sí.
Rodó los ojos acompañado de una risa leve y yo imité el mismo gesto, pero a diferencia de él, me mantuve seria.
Vi como una chica castaña, de estatura baja, bajó por las escaleras con una camiseta de Hugo.
Me miró e instantáneamente, frunció el ceño.
- ¿Quién eres tú? - Le dirigió una mirada al que parece ser su novio. - Me dijiste que íbamos a estar solos.
- Tranquila, Anaju, es mi hermanastra.
Hermanastra, hermanastra, hermanastra.
Como odio la maldita palabra y lo que me queda por aguantarla.
La chica volvió a dirigirme una mirada algo resentida, he irrumpido su mañana "romántica" , una pena.
- Pues vaya, qué oportuna.
Me quedé en silencio para no explotar y soltarle una bordería, así que me giré al frente y encendí la tele mientras seguí desayunando mis galletas.
Hugo decidió sentarse en el sofá junto con la tal Anaju, y rodeó sus hombros con su brazo tatuado.
Poco tardó en arrebatarme el mando y poner otra cosa. Fruncí el ceño, pero permanecí en silencio, ya que eran dos contra uno.
•
Me terminé de vestir ya que he decidido quedar con mi mejor amiga, Anne, y salir de aquí un rato. Me agobia estar de sujetavelas, y sobre todo, de mi hermanastro y su empalagosa -puesto que estuvo toda la tarde pegada a él y dándole besos, en algún momento parecía que le iba a absorber- y borde novia.
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Etéreo | Eva & Hugo.
FanfictionETÉREO: "extremadamente delicado y ligero, algo fuera de este mundo." «-Tú y yo no podemos estar juntos, nos haremos daño. - ¿Y si nos dejamos llevar?» Dos personalidades distintas, unidas por un matrimonio externo que ninguno de los dos celebra. É...