9

553 43 4
                                    

Eva

No salí de mi habitación en toda la tarde. La inseguridad por Hugo aumentaba cada vez más, ya era inútil borrar el vídeo.

Había recopilado 10.000 visitas, y no sé cuántos comentarios. Era lo que menos me esperaba que pasara, yo no contaba con eso.

Miles de videos eran publicados en YouTube al día, ¿y la gente tenía que ver el mío?

Suspiré.

Voy a hablarle a Anne.

Abrí su chat y le mandé captura directamente del vídeo.

Dios Eva, qué has hecho?

no sé qué hacer

Dejarlo ahí, qué vas a hacer sino?

Tampoco creo que te vaya a morder

es capaz

Qué exagerada

uuf cállate

Anda estate tranquila, cuando vea el vídeo pues ya se lo explicas

vale, vale
 

Anne tenía razón. Era mejor esperar a que viera el vídeo y darle explicaciones que contárselo antes.

Bajé al salón con tranquilidad, y ahí le vi, con su guitarra sentado en el sofá.

Me acerqué y me senté en el sofá de al lado, como siempre.

Yo no apartaba mi mirada de él, pero en cambio Hugo no parecía haberse percatado de mi presencia, y si lo ha hecho, me ha ignorado.

Tocaba, escribía, tocaba, escribía. Así constantemente; mi curiosidad tampoco cesaba en ver qué ponía en ese cuaderno.

No sé qué me pasa con Hugo, siento ansia por conocer absolutamente todo de él. Todo lo que tiene o piensa me da curiosidad, y es algo que no puedo evitar.

Nunca antes me había pasado, y no sé si él sentirá lo mismo -me da que no-.

Al final me acabó mirando y me saludó con su cabeza. Yo respondí igual.

Su pelo estaba despeinado, sus ojos hinchados e iba sin camiseta, se notaba que se acababa de despertar de una buena siesta; y dios mío.

— ¿Cuánto llevas aquí? — Me preguntó con la voz algo ronca mientras rasgaba su guitarra con los dedos.

— Diez minutos o así.

Emitió un ruido de aprobación. — Hm. Bien.

— Bien... — Le imité murmurando.

Nos quedamos mirándonos y mirando a la habitación sucesivamente. Ninguno sabía qué decir.

Hasta que el móvil de Hugo empezó a vibrar. Javy. Mierda.

Se acercó al móvil pero yo le frené la mano.

— Seguro que no es importante. — Estoy quedando muy mal, pero va a pasar.

— Eh... Eva, es mi amigo, tendré que cogerlo.

— ¿Qué? No, ¿por qué? Estamos aquí tranquilos, no tienes por qué cogerlo. — Dije nerviosa y soltando risas estúpidas. — Veamos algo en la tele, va.

Me incorporé y cogí el mando torpemente.

Hugo me miró extrañado y miró a la pantalla. El móvil dejó de sonar, perfecto.

Etéreo | Eva & Hugo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora