Etéreo | Eva & Hugo.

15

Narra Eva

La alarma nos sacó a Hugo y a mí del sueño profundo en el que estábamos. Yo me negué a moverme, aún seguía cansada por anoche y él se ve que también, puesto que tampoco se movió, solo emitió algunos ruidos indicando que se había despertado.

— Mierda... Hay clase. — Susurró adormilado. Yo bostecé y me incorporé un poco.

— Va, tenemos que irnos. — Le dije. Hizo una mueca desconforme y tiró de mi brazo para abrazarme de nuevo. No pude evitar sonreír como una verdadera idiota.

— Un ratito... — Hundió su cara en mi cuello y yo reí un poco, negué con mi cabeza y me separé lo suficiente como para mirarle.

— Venga, Hugo.

Resopló como un verdadero niño pequeño y se incorporó también.

— Dame un beso. — Me miró haciendo pucheros y yo alcé la ceja soltando risitas leves, me acerqué y le di un pico que a ambos nos fue insuficiente.

— No te acostumbres que no podemos darnos tantos. — Le dije dejando una caricia en su mejilla.

Torció el labio y se levantó de la cama en silencio, cogió algo de ropa de su armario y se vistió de forma bastante desordenada.

Me senté bien mirándolo por si se le ocurría decir algo, aunque no obtuve más respuestas por su parte.

— Voy a vestirme. — Dejé caer.

Hizo un ruido de conformidad y salí de la habitación. No sé qué mosca le habrá picado.

Me vestí de forma sencilla y bajé al hall, al poco, bajó él y cogió dos cascos para la moto.

Salimos, se subió colocándose el casco y me subí detrás cogiendo el mío de sus manos para también ponérmelo.

Me agarré bien a él y nos dirigimos al instituto.

Miré a mi alrededor, aún no había llegado mucha gente así que me bajé tranquilamente de la moto y le dejé su casco.

Cogió mi mano y me acercó a él.

— Venga, Eva, aquí no hay tanta gente. — Susurró cerca de mí.

Chisté la lengua, miré de nuevo a mi alrededor por pura inseguridad y le besé con lentitud.

Con suerte no le reconocería mucha gente por llevar puesto el casco y tampoco había gran multitud, aún así, me podía la inseguridad.

Me acabé separando despacio debatiendo mentalmente entre si besarle de nuevo o irme por fin a clase.

Por mi bien, acabé eligiendo la segunda opción.

— Nos vemos. — Susurró el rubio. Asentí y entré al recinto yendo hacia el aula que me tocaba.

Lo más probable es que me encontraría a Anne por algún pasillo, y tendría que seguir disimulando que verdaderamente me había jodido un poco que se acostara con Hugo, solo centrarme en que le puso los cuernos a mi amigo, por más que fuera lo que hice yo en su momento, aunque no de la misma forma.

Cumpliendo con mis suposiciones, la vi en la puerta de la clase que nos tocaba a ambas. Me miró con tristeza y yo me rasqué la mejilla sin saber como iniciar la conversación.

Se acabó acercando a mí poniéndose bien la mochila sobre sus hombros y metió sus manos tímidamente en los bolsillos de su pantalón.

— ¿Podríamos hablar? — Me acabó preguntando.

— Sí. — Respondí directamente.

— No sé muy bien qué decir... Primero que perdón, por haberte dejado tirada en la fiesta para irme con... Él.

Tragué saliva. — No te preocupes. En todo caso tendrías que pedirle perdón a Gèrard.

— Lo sé... Y voy a hablar con él. Merece saberlo.

Asentí mirándola.

— Entonces no te preocupes más por mí.

— Tranquila que no volveré a llamar a Hugo. Solo ha sido esa noche y no se va a volver a repetir.

— No tienes por qué dejar de llamarle. — Decir eso me comió por dentro. Era un poco hipócrita por mi parte, aún así no puedo soltarle con normalidad a mi mejor amiga que me estoy liando con mi hermanastro.

— Lo sé. Pero sé que no lo haré de nuevo.

— Bueno... Pues ya está.

— ¿Entramos a clase?

Asentí y entramos juntas a clase para sentarnos en nuestro sitio de siempre.

— ¿Esta tarde harás algo? — Me preguntó Anne.

— No, no tenía nada pensado.

— Por si querías quedar o algo... — Me sugerió rascando su mejilla en busca de mi respuesta.

— Vale. ¿Quieres ir al Starbucks o algo?

— Genial. — Sonrió tímidamente y yo sonreí también.

Al cabo de dos minutos entró el profesor de matemáticas.

Como siempre, sus clases se nos hacían eternas, aparte de que los números no me gustan nada.

Así pasaron las 3 horas de la mañana, aburridas y bastante monótonas, nada interesante que contar.

Salimos Anne y yo al recreo y nos sentamos en uno de los bancos de piedra que había desperdigados por el recinto.

Abrí mi desayuno. Un par de kiwis y un zumo de naranja.

Miré a mi alrededor mientras pinchaba los trozos de la fruta por ver donde andaban mis compañeros de clase.

— ¿Hugo sigue con Anaju? — Esa pregunta por parte de mi amiga hizo que carraspeara.

— ¿Eh? No lo sé, ¿por?

— Porque están hablando. — La de rizos señaló con su índice hacia la pareja.

Anaju no parecía estar muy conforme sobre lo que el rubio le estaba diciendo, en cambio él, se mantenía en su semblante de sobrado.

Al final, la de la peca acabó con el ceño tan fruncido que parecía que iba a estallar en cualquier momento, y Hugo se acabó yendo de aquella esquina.

Ojalá poder descifrar que han hablado, y supongo que preguntarle a Hugo es meterme en algo en lo que no me llaman.

Acabó el recreo y el resto de las clases que nos quedaban sin nada que destacar. Generalmente el instituto no es de las cosas que más me gusten en el mundo aunque me vaya bien, por suerte.

Salí del recinto y sentí una mirada clavada en mí como si fuera una flecha. Efectivamente, era el mismo rubio que se despidió de mí esta mañana y que durmió conmigo anoche.

Me acerqué poniéndome un mechón rebelde tras mi oreja y sonreí levemente.

— ¿Nos vamos? — Pregunté.

Hugo asintió sonriendo también y me extendió mi casco.

Me lo puse con más facilidad que los primeros días y me subí detrás, agarrandome bien a él a la par que arrancaba y nos fuimos yendo hacia casa.

★

Hasta aquí el capítulo 15, jeje.

Siento si ha sido un poco más aburrido que los demás o menos intenso, al menos nuestras evanne ya vuelven a ser las que eran.

¿Cómo creéis que reaccionará Gèrard ante la confesión de Anne? ¿Y qué le habrá dicho Hugo a Anaju para que se pusiera así?

Nos vemos en el siguiente, besotes <3

Tw: @noerasfeliz