Tras recordar todo lo que conllevó su vida pasada Tanjiro deberá reconstruir su futuro así como lidiar con las consecuencias de su repentina "desaparición" mientras sigue el rastro a las "Lunas superiores" y busca respuestas de un malévolo plan que...
No tenía ganas de levantarme de la cama, si de por sí hice una gra esfuerzo para abrir los ojos ¿Qué sería de mover mi exhausto y pesado cuerpo?
Moví las pupilas lo suficiente para dar con la hora en el reloj, eran las 6 de la mañana, el típico inicio de semana y por ende debía asistir al colegio temprano.
Con toda la flojera del mundo salí de la cama y me dirigí a darme una ducha.
Me encanta cuando llueve, las gotas de agua esparciéndose por todos lados, una sensación de frescura me rodea cada vez que salgo a empaparme pero como no ha llovido el agua saliente de la regadera es lo más cercano que podré tener.
Después de un buen rato salí del baño y fijé rumbo al espejo. Mis largos y alborotados cabellos negros desvanecidos a rojo son muy maleables cuando están mojados así que mejor aprovecho antes de que se sequen ya que se vuelve muy firme al lugar donde queda.
Tras echarme el cabello para atrás me observo. Mis ojos escarlata parecen cansados centrándose en una extraña cicatriz en el lado izquierdo de mi frente, ni siquiera tengo idea de cómo me lo hice.
Ahora voy al armario para sacar el uniforme de la escuela. Tras vestirme de nuevo regreso al baño para cepillarme los dientes, regreso tomó mi mochila y salgo de mi habitación y posteriormente de mi departamento.
Todo transcurría con normalidad, salgo a la calle caminando sobre la banqueta...
—Buenos días Senpai– Una dulce pero chillona voz hizo que volteara.
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—Buenos días Mashi.
La dueña de esa voz es Mash Akahashi mi mejor amiga desde que recuerdo.
—¿Me permites acompañarte?–
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—Ya te dije que no hagas eso...
Sonrió y sin mi consentimiento tomó mi mano. Empezé a sentirme nervioso, no es la primera vez que hace eso pero sigo sin acostumbrarme.
