Tras recordar todo lo que conllevó su vida pasada Tanjiro deberá reconstruir su futuro así como lidiar con las consecuencias de su repentina "desaparición" mientras sigue el rastro a las "Lunas superiores" y busca respuestas de un malévolo plan que...
Miércoles por la mañana, la estrella de fuego lentamente fue ascendiendo e iluminando la oscuridad de un nuevo día.
Kanae desde muy temprano terminó de hacer el desayuno junto a su hermana menor Kanao, ambas fueron a la planta de arriba más específicamente a la habitación de Tanjiro.
Dormía tan plácidamente, a los ojos de las hermanas el se veía muy tierno pero debían despertarlo necesitaba reponerse de lo ocurrido ayer.
Kanao le movió un poco logrando que así él abriera sus ojos. —Buenos días Kanae Sama y buenos días Kanao.
—Buenos días Kamado Kun.
—Buenos días Tanjiro.
Ambas hermanas le regalaron una sonrisa y el se las devolvió. —¿Tienes hambre?– Preguntó Kanae.
Los nervios lo comían al tener a ambas hermanas junto a el por lo mismo quiso negar su gran apetito pero su estómago no opinó lo mismo.
El sonido hizo reír a las hermanas y cuál bebé Kanao le dió de comer pequeñas porciones de sus waffles.
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—Muchas gracias Kanao pero puedo hacerlo yo, no te preocupes.
—Estas herido Kamado Kun de mientras no– Kanae le limpió sus labios con una servilleta y le dio de tomar de su malteada.
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—Kanae Sama gracias pero no soy un niño.
—Tu eres mi niño...
—¿Eh? ¿Que dijo?–
—Nada importante.
Después de terminar ese desayuno para nada vergonzoso Kanao y Kanae esperaban con ansías a que el se levantara.
