Lo bueno no dura para siempre

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—Si están intentando ahorcarte solo debes cruzar tus brazos a la altura de las muñecas en una x— Le decía la mañana siguiente el rubio a Izuku — Y luego alzarlas por el medio de los brazos del atacante y empujarlos  mientras abres los tuyos.

Izuku tenía sus manos en el cuello de Katsuki mientras este hacía una demostración de dicha acción —Después solo debes golpearlo en uno de los puntos que ya te mostré y mientras el hijo de puta se retuerce de dolor tú corres— El rubio no era una persona que le gustase huir de una pelea, pero era alguien listo, sabe que en la condición física en la que se encuentra el castaño nunca podría ganar en una, su mejor opción en caso de que las cosas se pongan peligrosas es huir.

—E-entiendo Bakugo-kun— dijo el pecoso quien tenía un pequeño sonrojo en sus mejillas por tener a su ídolo tan cerca de él, "¡Lo estaba tocando!", pensaba lleno de emoción, sentía cosquillas en su estómago y un calor acumularse en su rostro.

—Bien, ahora hazlo tú— Era el turno de que Katsuki lo tocara a él y el pecoso se moría de vergüenza y emoción al mismo tiempo, ese miércoles había empezado como un buen día.

Si, ese miércoles había empezado siendo un buen día, pero las cosas buenas como la suerte desgraciadamente terminan teniendo un fin.

—Mamá deberías decirle a papá que quieres ir a un museo, estoy seguro de que él te llevaría aunque se aburra en esos lugares— comentó Izuku a su madre en el teléfono mientras salía de la estación de trenes en dirección a su hogar.

Había sido un buen día, en su entrenamiento con Bakugo estuvo cerca de él en todo momento y en muchas ocasiones tuvo que tocarlo, luego el huevo para su desayuno salió con dos yemas, cuando tuvo que tomar el tren había un asiento libre, en clase de matemáticas el profesor le dio un punto extra por responder bien una pregunta en la que solo había adivinado el resultado, luego la profesora de inglés lo felicitó por su excelente pronunciación y lo exoneró de la próxima evaluación, en el almuerzo alcanzó a coger el último postre en el menú de la cafetería, pudo ordenar la figura de acción de edición limitada de Bakugo con el traje del ending medieval y las entradas para la convención del sábado antes de que se agotaran, y cuando se fue a subir al tren de regreso al apartamento encontró un billete tirado en el suelo. Ahora se dirigía tranquilamente a su hogar, quería esta vez hacer una buena cena para Katsuki, le había dicho al aspirante a héroe, esa misma mañana, que él se encargaría de esta así que esperaba que no se le hubiera adelantado.

Siguió caminando mientras escuchaba a su madre contándole todo lo que había hecho ese día con su padre, se estaban divirtiendo de verdad y eso alegraba de sobre manera al pecoso, realmente amaba a sus padres. Vio que estaba a punto de llegar al minimercado cerca de su casa y quiso parar para comprar algunas cosas para la cena.

—Mamá voy a comprar algunas verduras, que te parece si más tarde me vuelves a llamar— Izuku sonreía mientras caminaba, no había notado el paso del tiempo, estuvo hablando con ella sin parar desde que se subió al tren hasta ese momento.

—Más tarde tu padre y yo iremos a visitar a uno de sus compañeros y su familia, mañana te vuelvo a llamar, recuerda dormir temprano— Izuku sonrió, le encantaba oír la voz de su madre llena de felicidad.

—Yo duermo temprano mamá, mañana hablamos entonces, te quiero y dile a papá que también lo quiero, hasta mañana— Colgó con una sonrisa mientras se acercaba al minimercado intentando guardar el celular en su bolsillo, pero un fuerte jalón en su brazo lo hizo soltar el aparato mientras era llevado dentro del callejón.

—Mira que tenemos aquí, al estúpido otaku— De inmediato Izuku reconoció aquella voz, su suerte había acabado.

—Kenji por favor déjame ir— pidió el pecoso, pero la respuesta del otro fue empujarlo contra una de las sucias paredes del callejón, sus amigos no estaban esta vez con él, solo era Kenji.

—¿Te pareció muy divertido el humillarme en la clase de inglés?— Se veía furioso más de lo normal, su rostro reflejaba la ira que sentía y eso hizo temblar a Midoriya.

—La profesora me pidió que siguiera leyendo, sabes que no podía negarme, no fue mi culpa— Y por supuesto que Midoriya no había tenido ninguna culpa, Kenji no había podido continuar la lectura cuando la profesora de inglés le pidió que siguiera con el siguiente párrafo de la narración que estaban leyendo en conjunto la clase, se había quedado paralizado apenas y dijo un par de palabras mal pronunciadas así que la mujer sin ninguna malicia pidió a otro estudiante que leyera el mismo párrafo, el desafortunado fue Izuku, quien era muy bueno en esa materia, y eso a Kenji lo enfureció, escuchar a aquel nerd narrar como si nada lo que él no había podido había sido más que humillante.

— Lo disfrutaste, ¿cierto? Fue tu venganza hacia mí, el humillarme debió darte mucho gusto ¡Inútil pedazo de basura!— Un golpe en las costillas y otro dirigido a la cara que Izuku bloqueó con sus brazos fueron el comienzo del ataque, pero esta vez había algo diferente en el bullying, estaba más alterado de lo usual, deseoso por hacer sufrir a alguien, hacerlo pagar por algo que no se sabía que era, e Izuku era la podre alma más cercana para el propósito.

El pecoso sintió unas manos posándose en su cuello y eso lo paralizó, lo hizo casi entrar en pánico —Te debiste reír mucho, lo disfrutaste, ¿verdad cabrón?— Las manos en su cuello se apretaron y pudo sentir como empezaba a faltarle el aire, Izuku comenzó a patear e intentó quitarse aquellas manos de encima, pero no podía, Kenji no se movía ni un milímetro.

"Si están intentando ahorcarte solo debes cruzar tus brazos a la altura de las muñecas en una x, y luego alzarlas por el medio de los brazos del atacante y empujarlos mientras abres los tuyos", recordó a Bakugo enseñarle esa misma mañana. Izuku ya se estaba ahogando y eso era desesperante, luchaba con todas sus fuerzas por llevar aire a sus pulmones, aun así llamando la calma que no tenía hizo aquello que el rubio le había enseñado esa misma mañana liberándose del agarre del otro para luego darle un gran pisotón y empezar a correr, pero Kenji no lo dejaría ir tan fácil.

El otro se le tiró encima al pecoso tumbándolo de bruces contra el suelo, para después tomarle el cabello y con fuerza jalarlo haciéndolo alzar la cabeza en un ángulo doloroso —¡Hijo de puta de esta no te salvas!— gritó Kenji antes de impulsar la cabeza de Izuku contra el suelo.

—Lo mismo digo yo para ti pequeña mierda— Un fuerte golpe se escuchó, Izuku, quien había cerrado los ojos, nunca sintió el golpe en su cara, por el contrario una mano estaba sosteniendo su mejilla, eso le hizo abrir los ojos —Porque no te metes con alguien de tu tamaño hijo de puta, o es que la tienes tan pequeña que solo te atreves a atacar a los que sabes que no te van a devolver el golpe.

—K-Kacchan— Dijo Izuku mientras veía a Bakugo erguirse en toda su estatura frente a Kenji, el rubio le sacaba al menos unos diez centímetros al bullying. El chico no dijo nada, él era muchas cosas, pero no un idiota, sabía perfectamente que no podría solo contra aquel rubio que acababa de aparecer, así que se quedó quieto en su lugar sin apartar la mirada.

—Muévete Deku, este lugar huele a comida podrida— Katsuki metió sus manos en los bolsillos de su pantalón y salió del callejón a paso calmado, como si nada hubiera pasado. Izuku aún se sentía confundido y asustado, pero se levantó con rapidez y se dispuso a seguirlo.

🌸🌸🌸 

Lo logré damas y caballeros, un segundo capítulo el día de hoy.

Eichan1807 te lo dedico por llegar primero n.n

Espero les guste, fue un poco más seria la cosa pero es necesario. Gracias por leer hasta aquí, por comentar y votar, espero que les guste como esta la historia hasta ahora.

Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias.

Cómo invocar a un personaje de ficción [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora