—Tienes que denunciarlo —ordenó la abogada cruzándose de brazos—. Mamá asegúrate de que lo haga mientras yo voy a ir a su preparatoria.
La mujer le miró una vez más con el rostro serio antes de retirarse, Izuku solo la vio marcharse con los nervios de punta y después volteó a ver al oficial sentado tras el escritorio de la recepción.
Una denuncia formal por lo sucedido en el callejón, esa era la misión encargada al castaño, pero por alguna razón no era capaz de hacerlo.
¿Qué pasaría si la denuncia solo hacía el problema más grande? Kacchan tenía poco más de un día antes de tener que irse a casa, no podía quedar enredado en semejante problema, aunque realmente ya era tarde para eso, Bakugo estaba hasta el cuello en el lodo de su vida y aquello solo hacía que el pecoso se sintiera miserable.
Pero el verdadero problema en ese instante era que Izuku no podía hacerlo, no se sentía capaz de ello, no quería poner aquella denuncia, estaba aterrado con lo que podría suceder después de eso, además lo del callejón no fue tan grave.
Sin embargo, su mente le reprochó aquella insensata idea, por un momento a él regresaron aquellos minutos junto a Kenji en el callejón, el olor de la basura, la sensación de asfixia, la angustia, el golpe al caer, el dolor en su cuero cabelludo al ser jalado su cabello, el terror que lo inundó y luego la voz de Kacchan que lo llenó de alivio.
Bakugo estuvo allí para él en más de una ocasión aun si no tenía que hacerlo, aún si él era una molestia, aún si lo trajo a su mundo en contra de su voluntad, aún si apenas y lo conocía desde hace poco menos de una semana.
El rubio cenizo bajo aquella máscara de malhumor era alguien demasiado amable y considerado, era una persona que estaba dispuesta a ayudar a quien lo necesitara, él era un verdadero héroe, ¿y cómo estaba pagando Midoriya su amabilidad? Con miedo y dudas.
Si quería ser justo, si quería pagar amabilidad con amabilidad Izuku tenía que hacer lo que la abogada le pidió, si deseaba ayudar a su novio debía ser valiente. Cerró los ojos y tomó aire profundamente antes de soltarlo mientras intentaba calmar su corazón, entonces los volvió a abrir y con decisión en el rostro caminó hacia el oficial dispuesto a hablar. Pondría la denuncia, lo haría por Kacchan.
—Disculpe señor oficial. —El hombre levantó su vista, que había tenido pegada a la pantalla del computador por quién sabe cuánto tiempo, y miró al adolescente de pie frente a él.
—¿Qué quieres muchacho? —La cortante forma de hablar del hombre hizo temblar con nervios al pecoso, pero no se detendría.
"Por Kacchan", se repitió mentalmente para obligarse a sentir valor.
—Vine a hacer una denuncia por agresión contra Kenji Kimura. —Izuku dijo en un hilo de voz sintiéndose completamente aterrado.
El castaño tembló de pies a cabeza al ver el ceño fruncido del hombre. ¿No le creía? ¿Reconoció el nombre y por eso no haría nada? ¿Ahora que hacía? No podía dejar las cosas así, Kacchan lo necesitaba y él no lo abandonaría, así que sacando aún más valor del que jamás creyó tener, se quitó la venda que cubría los moretones en su cuello.
—Él intentó ahorcarme —dijo mirando al policía a los ojos.
Los ojos del oficial se abrieron con sorpresa al ver las delicadas marcas de un suave color morado con matices verdosos al rededor del cuello del muchacho. Sin perder el tiempo tomó el teléfono y comunicó lo que estaba sucediendo.
El jefe estaría furioso de eso no tenía duda alguna, solo esperaba que los cielos los protegieran.
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Después de haber sido llevado a una pequeña habitación donde normalmente se hacían los interrogatorios, Midoriya había hablado con una detective, luego alguien entró y tomó varias fotos de su cuello, así que, aprovechando aquella atención puesta sobre él, también les enseñó los demás moretones en su cuerpo contando la historia de como llegaron allí. Debido a ello tuvo que responder aún más preguntas y le hicieron unas cuantas fotos más a sus hematomas y luego de eso se quedó solo en aquel lugar esperando pacientemente a que la detective regresara.
—¡Eres un mentiroso hijo de puta! —gritó a todo pulmón un hombre que había entrado repentinamente a la habitación en donde estaba Izuku. Este se veía furioso, completamente fuera de sí, lo que hizo temblar al pecoso de miedo, además Midoriya lo conocía, lo había visto una vez en el festival deportivo a comienzos del año escolar, era el padre de Kenji—. ¡Dices toda esa porquería porque quieres salvar el patético trasero de esa otra mierda! ¡Ahora mismo te vas a retractar pedazo de basura!
El caso contra Bakugo se había mezclado con la denuncia de Deku, es por ello que la abogada le había pedido que la realizara, ya que la versión del rubio, aunque era la verdadera, según el oficial a cargo del caso no poseía validez, pues Kimura no tenía nada en contra de esos jóvenes, pero este argumento se cayó gracias al testimonio del profesor de Izuku y del expediente estudiantil de Kenji donde costaba una suspensión de un mes por el ataque hacia Izuku.
—Hanada fue quien acompañó a Midoriya a su preparatoria para denunciar lo sucedido, esto arruinó el perfecto historiar de Kimura. —Había dicho la abogada cuando el profesor terminó de contar lo sucedido al oficial. Y debido a ello era que el jefe de policía Kimura se encontraba furibundo, pues aun si quisieran desestimar ese argumento no tenían de otra más que investigar a fondo el suceso.
Así que aquel hombre había decidido desaparecer el problema de raíz. El señor Kimura sabía que su hijo no era inocente, es más, fue él mismo el que hizo a Kenji decir aquella versión falsa, pues no permitiría que un par de maricas manchasen su apellido de aquella manera. Es por ello que necesitaba con urgencia que el pecoso levantara la denuncia antes de que el médico forense revisara las heridas de Katsuki para verificar la versión del rubio.
—No lo haré. —La voz del castaño sonó temblorosa, pero segura. Deku estaba convencido de su decisión, aquello ayudaría a Kacchan sin duda alguna.
—¿¡Qué fue lo que dijiste!? —El señor Kimura se acercó a Izuku completamente consumido por la ira, con toda la intención de hacer que el más joven obedeciera aunque sea a los golpes.
—Jefe, ¿qué hace usted aquí? —preguntó la detective, quien acababa de llegar, haciendo que el hombre volviera a recuperar la compostura.
—Nada —dijo este dándole una última mirada a Izuku antes de salir del lugar.
La mujer se quedó por un momento viendo fijamente a su jefe antes de soltar un sonoro suspiro y mirar al tembloroso joven dentro de la habitación de interrogatorios.
—Bueno, jovencito esto es todo por hoy puedes ir a casa —indicó la detective con una sonrisa en su rostro.
—Gracias —dijo Izuku levantándose de la incómoda silla, que ya había maltratado bastante su pobre trasero, y luego salió del lugar en completo silencio.
Afuera de la sala de interrogatorios se encontró con un caos inesperado. Los oficiales se veían realmente alterados, hablando entre ellos con una consternación latente y algunos corrían de un lado a otro realmente ocupados. El ambiente se sentía pesado y el rostro de todos mostraba diferentes grados de preocupación.
—Midoriya-kun, tengo excelentes noticias —dijo la abogada completamente feliz al ver al castaño, pero este no la escuchó pues justo en ese instante los gritos del jefe de policía Kimura sobresalieron sobre la algarabía que reinaba en el lugar llamando la atención de todos los presentes.
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Hola todos, de nuevo casi que no lo logró, no sé si esto lo alcance a publicar el miércoles porque faltan unos minutos para el jueves. Yo aquí viendo el reloj.
La pregunta de la semana viene más de una reciente preocupación mía. ¿Les molesta que la historia tenga muchos personajes propios? Lo hice así porque todos los personajes de Boku no hero academia pues están dentro de su mundo y aquí me vi en la obligación de hacer personajes para estos capítulos, ellos tenían que interactuar con el mundo "real" según yo.
No siendo más, espero que les gustara el capítulo, nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias, los quiero.
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Cómo invocar a un personaje de ficción [Katsudeku]
De Todo¿Te gustaría poder invocar a tu personaje de ficción favorito? Pues a Izuku Midoriya le encantaría, el único problema es que no cree para nada en que sea posible, aun así su curiosidad puede más que la razón, después de todo no pierde nada con inten...