Al día siguiente tal y como prometió, Bakugo llevó a Midoriya hasta la preparatoria, pero contrario a lo que el pecoso creyó este no le dejó en la puerta, entró con él sin importarle las miradas de todos sobre su persona y esperó pacientemente a que el pecoso cambiara sus zapatos. Al ver que el rubio tenía toda la intención de seguirlo Izuku le ofreció unas zapatillas de repuesto que guardaba en su casillero y esperó a que este también se cambiara.
Una vez estuvo listo siguió al castaño hasta el salón. El pecoso escuchaba atentamente los cuchicheos y conversaciones que se producían con la presencia del rubio, desde halagos por su apariencia, risitas tontas de las mujeres, hasta preocupación por su presencia, sin duda alguna ese día Bakugo sería el principal tema de conversación en todas las charlas de la preparatoria. "Espero que esto no me cause problemas", pensó el más bajo mientras se pasaba una mano por la venda en su cuello intentando aliviar la comezón que esta le causaba.
—Bakugo-kun este es mi salón, gracias por traerme, ya puedes volver a casa— dijo el castaño bajando la cabeza apenado por todas las molestias que estaba causándole a su ídolo, pero el aspirante a héroe no le prestó cuidado a sus palabras solo abrió la puerta e ingresó al salón — ¿Qué estás haciendo?— preguntó el pecoso sorprendido mientras seguía a Katsuki.
Todas las conversaciones se detuvieron y cada persona en el lugar dirigió sus ojos hacia los dos jóvenes que acababan de llegar.
— ¿¡Que haces tú aquí!?— exclamó Kenji desde la fila de atrás donde, hasta hace unos instantes, estaba hablando con sus dos amigos de siempre.
Antes de que Bakugo pudiera responder la pregunta el profesor encargado de la clase entró al salón y se quedó mirando sorprendido al rubio que obviamente no pertenecía a ese lugar.
—Profesor disculpa mi intromisión en su clase, pero necesito hablar algo importante con usted— dijo Katsuki mirando al hombre mayor.
—Kacchan por favor no...— Una mano en la boca del pecoso lo calló de inmediato.
—¿Podría hablar con usted afuera un momento?— preguntó el aspirante a héroe haciendo gala de toda la educación que normalmente no tenía.
El profesor salió del salón y Katsuki lo siguió tomando a Izuku del brazo y llevándoselo a rastras con él. Los pasillos ya estaban solos y el lugar era casi silencioso, únicamente se escuchaba la voz de los profesores que empezaban sus clases.
Sin importarle las réplicas del castaño el ojirubí retiró la venda que este tenía sobre su cuello revelando los moretones que lo adornaban.
— ¿Midoriya-kun qué te sucedió en el cuello?— preguntó el profesor notablemente angustiado.
—No solo su cuello, ya casi no se ve, pero en su mejilla también hay un hematoma— Izuku agarró con desespero el brazo de Bakugo y lo apretó mientras lo miraba suplicante, él no quería que hiciera eso, la sola idea de que un profesor se enterara lo estaba angustiando, mejor dicho aterrando, eso solo haría más grande su problema.
—Kacchan por favor no— Katsuki lo vio directo a los ojos, el rojo de los iris de este parecía arder en llamas llenas de furia, solo esa mirada le dio a entender a Izuku que no cambiaría de opinión.
—Ayer por la tarde mientras iba al minimercado cerca del edificio de apartamentos donde vivo— Empezó a relatar el aspirante a héroe mirando al hombre mayor—Escuché a alguien gritando algo, no entendía lo que decía el que gritaba, pero vi el celular de Izuku en el andén, él es mi amigo por eso reconocí de inmediato su forro, y como hace unos días lo vi regresar a casa muy golpeado me preocupé. Corrí al callejón y llegué justo a tiempo para ver como otro de sus alumnos se encontraba sobre Izuku, lo estaba tomando del cabello e impulsó su cabeza al suelo, se lo quité de encima de un golpe y después nos fuimos del lugar.
Bakugo miró al tembloroso pecoso como animándolo a contarle el resto al profesor —K-Kenji m-me llevo a-al...— El rubio tomó su mano y le dio un pequeño apretón, Izuku lo vio a los ojos llenándose de valor con aquella mirada que le decía "tú puedes" — Me llevó al callejón y me tiró contra una pared, me gritaba acusándome de que lo humille en la clase de inglés y luego me empezó a ahorcar, pude soltarme, pero me tiró al suelo y pasó lo que mi amigo contó.
—¿Esto ha pasado antes?— A ese punto el profesor estaba atónito, lo que esos jóvenes contaban era prácticamente un intento de asesinato, no sabía si Kenji tenía la intención de hacer eso o de solo asustarlo, pero si lo hubiera seguido estrangulando o si le hubiera golpeado lo suficientemente fuerte la cabeza, quizás Midoriya no estaría allí.
—Él me ha golpeado desde el inicio del año escolar— confesó Izuku. El profesor quería regañarlo por quedarse callado y dejar que las cosas subieran hasta el punto al que llegaron, pero se detuvo al ver como las manos de su estudiante temblaban y sus ojos estaban inundados de lágrimas, cuando estuviera más tranquilo hablaría con él seriamente.
—Puedo notar que tu voz está algo afectada, ve a la enfermería para que te revisen, yo me encargo del resto— pidió el profesor.
Era cierto que el hablar le generaba malestar, incluso el comer se le dificultaba, como si tuviera amigdalitis. Lo había ignorado debido a todo lo que había sucedido desde que salió de aquel callejón, pero realmente necesitaba que le revisaran lo antes posible, le preocupaba que de alguna manera se hubiera dañado su garganta o sus cuerdas vocales.
El profesor se dirigió de regreso al salón de clases en cuanto los dos jóvenes se habían alejado — Kenji Kimura ve a la oficina del director de inmediato— habló con voz fuerte dejando el salón en completo silencio.
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Afortunadamente la enfermera le había dicho que el daño no era grabe, y le recomendó ponerse hielo en la zona para rebajar la inflamación, comer comida blanda y si le dolía demasiado tomar algún analgésico, pero que sanaría pronto, solo debía tener algo de reposo.
Más tarde tuvo que volver a contar la historia al director de la preparatoria, pero esta vez Katsuki no fue con él pues no quería exponerse a más personas o que le preguntaran su nombre, después de todo él no era de ese mundo y no sabrían que hacer si surgían preguntas.
El director se había compadecido al ver lo asustado que estaba Izuku, temblaba casi incontrolablemente, estaba tan pálido como una hoja de papel y lágrimas se acumulaban en sus mejillas mientras hablaba entrecortadamente, el joven frente a él se veía tan frágil que tuvo miedo que el más mínimo viento pudiera romperlo.
Una vez relató todo lo sucedido, incluido los abusos anteriores a lo del callejón, el hombre mayor decidió dejarle ir a casa por el resto de la semana para que pudiera calmarse.
Ya que su madre no regresaría hasta el lunes el hombre le pidió a Izuku que viniera con ella la próxima semana para informarle todo lo ocurrido, y entonces sí que lo regañó por callar algo de esa magnitud por tanto tiempo —Espero que ahora te haya quedado claro que tus profesores y yo estamos para ayudar a los estudiantes, si necesitas apoyo no dudes en decirlo— aseguró el hombre mientras le ofrecía un caramelo—Ve a casa y descansa.
Su profesor lo acompañó hasta la puerta para asegurarse de que Kenji no le hiciera nada en el camino a la salida, una vez afuera Katsuki se acercó a él —¿Estás bien estúpido nerd?— Un abrazo fue la respuesta del pecoso, Izuku lo apretó tan fuerte como podía y rio de felicidad.
—Siempre supe que eras mi héroe, lo eras incluso cuando no sabía que eras real— El pecoso se separó de él, lo vio con sus brillantes ojos cafés llenos de felicidad y con una sonrisa resplandeciente y tierna —Gracias Kacchan, gracias por salvarme.
El corazón de Bakugo corrió a mil por hora con aquella adorable vista y sus mejillas se tiñeron de un delicado tono rosado, antes de que Izuku se diera cuenta se separó con algo de brusquedad y empezó a caminar hacia la estación de tren —Para eso están los héroes— comentó un minuto después cuando pudo calmar su descontrolado corazón.
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Capítulo nuevo espero les guste, Bakugo tomo cartas en el asunto e hizo algo para ayudar a Izuku.
Gracias por leer hasta aquí, por comentar y votar, me gusta saber su opinión.
Nos leemos en el próximo capítulo o en otra de mis historias. Los quiero.
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Cómo invocar a un personaje de ficción [Katsudeku]
Aléatoire¿Te gustaría poder invocar a tu personaje de ficción favorito? Pues a Izuku Midoriya le encantaría, el único problema es que no cree para nada en que sea posible, aun así su curiosidad puede más que la razón, después de todo no pierde nada con inten...